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jueves, 25 de febrero de 2010

Prensa 24 Febrero

Zapatero promete diálogo a los sindicantos y descarta un «pensionazo»



Las manifestaciones convocadas por CC.OO. y UGT «en defensa del sistema público de pensiones y contra el retraso de la jubilación a los 67 años» comenzaron ayer por la tarde en varias ciudades con una escasa participación en todas ellas. Según los sindicatos, salieron a la calle 200.000 personas en la docena de ciudades en que se celebraron manifestaciones. Según las comunidades, las movilizaciones rondaron los 50.000 participantes, de los que una aplastante mayoría eran afiliados sindicales.

 
Horas antes, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, intentó anestesiar la movilización sindical prometiendo que escuchará a los sindicatos porque «su Gobierno no lo es, y no lo va a ser, de decretazos». Explicó que la propuesta del Ejecutivo es «para el diálogo, el consenso y el acuerdo», en el que los agentes sociales «son decisivos». Añadió que «somos un país maduro, fuerte y serio y podemos hacer un debate maduro, responsable y serio». También subrayó que esta propuesta «nada tiene que ver» con la actual crisis.

Toxo y Méndez, en Madrid

 
Los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, encabezaron la manifestación celebrada en la capital de España, que fue secundada por 15.381 personas, según la empresa Lynce, que se dedica a contabilizar asistentes a manifestaciones y convocatorias mediante el tratamiento informático de imágenes fijas y en movimiento. Estos datos tienen un error de un 10%, con lo que los asistentes podrían ascender, según Lynce, hasta un máximo de 17.000 personas.

 
Ambos líderes sindicales señalaron, momentos antes de que arrancara la misma, que el Gobierno debe atender el «clamor» de estas movilizaciones contra el «pensionazo». Dijeron que esperan que el Ejecutivo «se plantee otro escenario de trabajo y no ponga en cuestión el futuro de la protección social». Toxo añadió que «no merece la pena generar una crispación social como la que existe con las pensiones». Méndez insistió en que «por ahí no puede ir el futuro de las pensiones» y que la lucha contra la crisis debe basarse «en proteger las pensiones y la edad de jubilación», no al contrario. Toxo advirtió al Ejecutivo de que van a defender «con uñas y dientes» los derechos laborales y sociales de los trabajadores.

 
Junto a la cabecera de la manifestación se encontraban el coordinador de IU, Cayo Lara, y el diputado de este grupo, Gaspar Llamazares. Éste dijo que la propuesta de elevar la edad de jubilación «deprecia las pensiones legítimamente conseguidas . Además, intentan transmitir que el sistema de pensiones no va bien, lo que beneficia a los sistemas privados».

 
López i Chamosa no estuvo

 
Quien no asistió finalmente a la misma fue la diputada socialista y portavoz de este grupo en la comisión del Pacto de Toledo, Isabel López i Chamosa, «porque estaba en el pleno del Congreso», según declaró a este periódico.

 
El presidente del PP, Mariano Rajoy, aseguró que lo verdaderamente «prioritario» en estos momentos para salir de la crisis es volver a crear puestos de trabajo, en lugar de manifestarse contra la posible subida de la edad de jubilación.



 
Gurría aconseja a España que vincule las pensiones a la esperanza de vida



Lo cómodo es decir: después de mí, el diluvio". El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, utilizó esta analogía para referirse a las críticas a los planes del Gobierno de retrasar la edad de jubilación. Gurría, que participó en el Foro CincoDías, patrocinado por Accenture y Banco Sabadell, incidió en la necesidad de la reforma al afirmar que "las decisiones hay que tomarlas hoy, y suponen una señal que mejorará la calificación crediticia y ofrecerá ventajas también hoy".


Ante un nutrido grupo de empresarios, el máximo responsable de la OCDE se felicitó por los trabajos del Pacto de Toledo y los acuerdos de la negociación colectiva, y reiteró su deseo, expresado el lunes a la vicepresidenta económica, Elena Salgado, de que se logre un pacto sobre economía entre los grupos políticos.

 
El que fuera ministro de Finanzas de México en el primer gobierno de Vicente Fox aportó una explicación sencilla sobre la necesidad de una reforma en el sistema público de pensiones. "No es un tema ideológico, ni moral, aunque tenga implicaciones en dichos ámbitos; es un simple problema aritmético: hace algunas décadas, los españoles vivían unos siete años después de jubilarse; hoy viven cerca de 20. Hay que resolver el cálculo actuarial, porque, si no, no se sostiene".

Respecto a la propuesta concreta del Gobierno al Pacto de Toledo, de elevar la edad de jubilación desde los 65 hasta los 67 años, Gurría explicó que "no sólo todos los países de la OCDE se están moviendo en esa dirección, sino que algunos empiezan a pensar en vincular las pensiones percibidas a la esperanza de vida una vez cumplidos los 65 años". Esa es una de las propuestas que aparece en el informe Perspectivas OCDE: España. Políticas para una Recuperación Sostenible, que el propio Gurría presentó ayer al auditorio. En el documento se insta, además, a ampliar el periodo mínimo de cotización, el plazo para el cálculo de la pensión y los incentivos para las aportaciones a los planes privados.

 
Según argumentó Gurría, los criterios de los sistemas de pensiones públicos se fijaron hace 40 años, y toda su generación "creció con la lógica de que cuanto antes se pudiera jubilar, mejor. Pero en 2050 habrá dos trabajadores por cada pensionista, frente a los cuatro actuales. Estamos en una discusión sobre cómo ha cambiado la vida y el enorme retraso que llevamos en adaptarnos", advirtió, si bien reconoció que el fenómeno de la inmigración ha otorgado a España "una década de rescate que difiere algo el problema".

 
Reformas en tiempos de crisis

 
El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (que asesora a la treintena de países más industrializados) se reunió el lunes con los líderes sindicales y la vicepresidenta económica, y ayer, después del Foro, hizo lo propio con los responsables de CEOE, para cenar posteriormente con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Durante su intervención, Gurría celebró "el valor, el coraje y la determinación del Gobierno español para atajar la situación", desde el plan de austeridad hasta "proyectos y reformas sociales y laborales más necesarias que nunca".

 
El economista mexicano lamentó que tenga que llegar una crisis con las dimensiones de la actual para que se decida adoptar reformas estructurales que serían menos duras en tiempos de bonanza. "Claro, que es más fácil pensar que, si las cosas van bien, ¿por qué arreglarlas?"


"La excesiva protección a los trabajadores fijos conspira contra las contrataciones"

 
Gurría desgranó en su discurso algunas de las fortalezas de la economía española (sobre todo, su sector financiero y su red de protección social), pero también sus desafíos, entre los que destacó la pérdida de competitividad acumulada y el vertiginoso crecimiento del desempleo, "que impone una carga financiera a la Seguridad Social". Por eso, destacó, "la prioridad debe ser la reforma laboral". Una reforma que debería llevar a un mercado laboral "más dinámico, para no decir más flexible, que esa palabra para algunos es un insulto". Gurría explicó que "la excesiva protección de los trabajadores fijos conspira contra la contratación de nuevo personal. Se trata de llegar a una media razonable para todos".



El líder de la OCDE celebró "algunas señales interesantes", como los acuerdos de moderación salarial, aunque reclamó que la negociación colectiva se adapte mejor a las circunstancias de la empresa "para que el ajuste se realice vía salario, no vía despidos". Por último, consideró que existe "un amplio margen de mejora" para los servicios públicos de empleo, que, a su juicio, deberían centralizarse para mejorar la información sobre vacantes a nivel nacional.

 

El Congreso tumba el nuevo 'contrato joven' propuesto por el PP



La alianza del PSOE con el PNV, IU, ERC y el BNG echó ayer por tierra la propuesta del Partido Popular de crear el llamado contrato joven dirigido a parados menores de 30 años y que incorporaba bonificaciones para las empresas de hasta 1.200 euros anuales durante el tiempo de vigencia: entre nueve meses y tres años.

El diputado del PP Ignacio Uriarte defendió ayer en el pleno del Congreso esta nueva modalidad de contratación, que hubiera operado para los jóvenes que buscan su primer empleo y que han estado durante al menos dos años inscritos en las oficinas del paro.

Uriarte recordó que el paro juvenil supera el 40% y que sólo el 8% de este colectivo procede de la construcción, un dato que, en su opinión, contradice las informaciones facilitadas por José Luis Rodríguez Zapatero al Congreso hace una semana en el sentido de que el mayor problema laboral español procede de que la mayoría de los empleos destruidos en este colectivo proviene de dicho sector. El 32,7% de los parados con menos de 30 años proceden del sector servicios.

 
En la propuesta del PP constaba también la intención de bonificar a las empresas los costes de la Seguridad Social derivados de contingencias comunes durante los dos primeros años de contrato, siempre que éste se transformara en indefinido.

 
Apoyos para el PSOE


El PSOE consiguió frenar la aprobación de esta nueva modalidad de contrato con el acompañamiento del PNV, IU, ERC y el BNG. Argumentó para oponerse a la moción del PP que el diálogo social está en marcha y que es a los sindicatos y a empresarios a quienes corresponde abordar las nuevas iniciativas en el terreno laboral, aunque la posición inicial del Gobierno es oponerse a cualquier nueva fórmula de contrato "para no recortar derechos a los trabajadores".

 
El Partido Socialista recordó que algunas de las comunidades autónomas gobernadas por el PP, entre ellas la valenciana, "son las que registran mayores índices de paro juvenil".

 
Enmienda light para no obstruir el diálogo social


La iniciativa pactada ayer por el PSOE con el PNV y buena parte del Grupo Mixto para frenar el nuevo contrato joven defendido por el Partido Popular alberga un catálogo de intenciones muy genérico con el que se pretende no entorpecer la marcha del diálogo entre sindicatos y empresarios.

En la enmienda socialista se apuesta por una "mejora" de los contratos para la formación y en prácticas, el impulso a la contratación indefinida, el apoyo a los emprendedores "con medidas financieras, administrativas y laborales" y el reforzamiento de los servicios de empleo destinados a apoyar a los jóvenes en la búsqueda de empleo.

Los socialistas defienden también en su enmienda la necesidad de focalizar la atención sobre los jóvenes parados de larga duración y los discapacitados.



La OCDE pide a España rebajar la protección a los trabajadores fijos para fomentar la contratación



El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, ha destacado que la reforma laboral en España "es y debe seguir siendo una de las prioridades" y, como parte de ella, ha aconsejado reducir la protección de los trabajadores fijos como vía para fomentar la contratación.



Gurría ha defendido "una relajación de las prestaciones excesivamente proteccionistas" que disfrutan los empleados fijos en España para impulsar nuevas contrataciones cuando se consolide la recuperación. "La excesiva protección de los empleos existentes conspira contra la contratación de nuevo personal", ha asegurado el secretario general de la OCDE durante su intervención en el Foro Cinco Días.



En su opinión, la pérdida de competitividad de los últimos diez años, el moderado crecimiento de la productividad y las cifras de paro -por encima de los cuatro millones en el mes de enero-, confieren carácter de urgencia a la puesta en marcha de una reforma laboral.



El secretario general de la OCDE ha aprovechado además para abogar por una actualización del sistema de pensiones, ya que cree que "deben estar vinculadas a la expectativa de vida".



En ese sentido, ha valorado que el Gobierno haya planteado la reforma del sistema de pensiones para "asegurar los derechos en un futuro", y ha añadido que lo más "cómodo" sería no hacer nada dado que el problema se planteará en unos años.



Además, Gurría ha añadido que hay que prestar especial atención a los jóvenes porque, con una tasa de desempleo en este segmento que ronda el 40%, el riesgo de la "generación perdida" es muy real en España. En palabras del secretario general de la OCDE, la elevada tasa de desempleo impone un coste "tremendo" a la Seguridad Social y una alta carga financiera, tanto para el presupuesto del Estado como para la sociedad en general.



Por este motivo, Gurría ha abogado por incentivar que los jóvenes alarguen su formación y retrasen así su incorporación al mercado de trabajo.



Otra área a la que ha apelado el secretario general de la OCDE como punto de mejora es el servicio público de empleo que, en lugar de optar por las subvenciones a la contratación, podría "privilegiar" una política integral de activación de empleo, con la inclusión de un asesoramiento más personal y eficaz.


 
España no es Grecia



Durante su participación en el Foro Cinco Días, Ángel Gurría ha querido marcar las distancias entre la situación de la economía española y la griega. Los problemas de Grecia y su deuda son "un tema griego" y a España hay que analizarla "en su propio contexto y méritos".


A su juicio, el problema de la deuda en España es "manejable" y su peso, un 55% del PIB en 2009, es "todavía moderado" en comparación con el de otros países de la OCDE o de la Unión Europea. España tiene problemas "importantes, pero no insuperables", ha sentenciado.


Respecto a las previsiones de España, Gurría ha augurado un 2010 "flojo" con una mejora de la situación en 2011, cuando "el entorno internacional será mejor". Sin embargo, ha recalcado que el principal objetivo no debe ser sólo salir de la recisión, sino propiciar "un crecimiento sostenido para generar empleo".



 
La banca arrastra al Ibex, que cae un 2,44% y regresa al nivel de los 10.300 puntos



El parqué madrileño cerró la sesión de hoy con una fuerte caída del 2,44%, el mayor descenso desde el pasado 4 de febrero, que situó al Ibex 35 en el nivel de los 10.312,9 puntos.



La sesión sólo terminó con cuatro valores en positivo y los valores más castigados fueron los bancos, arrastrados por decisión de Moody's de revisar a la baja las participaciones preferentes de 18 entidades.



El Ibex abrió en positivo, pero no pudo mantener las ganancias hasta el cierre, en una jornada bajista en toda Europa, aunque Madrid fue la plaza que registró un peor comportamiento. En concreto, Francfort retrocedió un 1,48%, seguido de París (-1,46%) y Londres (-0,69%).



La decisión de Moody's, que no afecta a BBVA, Santander y 'La Caixa', caló a los inversores, que se lanzaron a las ventas por temor a que esta decisión pase factura al sistema. En concreto, Banco Santander perdió un 4,10%, seguido de BBVA (-3,59%), Banesto (-2,37%), Bankinter (-2,28%), Banco Popular (-2,22%) y Banco Sabadell (-1,85%).



El Ibex perdió ayer la senda alcista que mantuvo durante los últimos cinco días y volvió a sumar una nueva sesión en negativo, en la que, además de los descensos de la banca, también influyó el tono negativo de Wall Street.



En el mercado español, también se situaron en negativo BME (-4,84%), por delante de Sacyr Vallehermoso (-4,10%), Gamesa (-3,59%), ArcelorMittal (-2,45%), Telecinco (-2,37%), Telefónica (-2,25%) y Repsol (-1,29%). En el lado positivo sólo se situaron: OHL (+1,46%), Iberia (+1,17%), REE (+0,70%) y Ebro Puleva (+0,63%).

 
En el mercado de divisas, el euro pierde posiciones frente al dólar y al cierre de la sesión bursátil de hoy el cambio entre las dos monedas quedó fijad en 1,3546 unidades.



Wall Street baja 0,97% tras mermar la confianza de los consumidores en EE.UU.



La Bolsa de Nueva York cerró hoy en negativo por segundo día consecutivo y el Dow Jones de Industriales perdió un 0,97%, al percibirse un fuerte descenso en la confianza de los consumidores de Estados Unidos en la economía.

Ese indicador bursátil, que incluye a 30 de las mayores empresas estadounidenses, descendió 100,97 puntos y se situó en 10.282,41 unidades, al tiempo que el selectivo S&P 500 perdió el 1,21% (13,41 puntos) y finalizó en 1.094,60 enteros.

El índice compuesto del mercado Nasdaq bajó el 1,28% (28,59 puntos) y terminó en 2.213,44 unidades.

Los inversores dejaron patente su desánimo al conocer que los consumidores mostraban este mes una actitud más pesimista respecto de la marcha de la economía que en enero, lo que tomó un tanto por sorpresa al mercado.

El índice de confianza que elabora The Conference Board se situó este mes en 46 puntos, el nivel más bajo desde el pasado abril, frente a los 56,5 puntos de enero y a los 55 puntos que se esperaban.

El mercado bursátil presta notable atención al nivel de confianza de los consumidores, pues de su ánimo comprador dependen dos tercios de la actividad en este país y puede influir de manera sustancial en los beneficios de las empresas.

También se conoció que el precio de la vivienda en las 20 mayores áreas metropolitanas de EE.UU. descendió un 0,2% en diciembre respecto a noviembre, excluidos factores estacionales, aunque el descenso anual, del 3,1%, es inferior al de los dos meses anteriores.

Los sectores de empresas de materias primas (-2,08%) y de energía (-1,67%) estuvieron entre los que registraron descensos más agudos, lo que coincidió con un fortalecimiento del dólar ante el euro y otras divisas.

Por esa divisa europea se pagaban 1,35 dólares al cierre del mercado bursátil, un centavo de dólar menos que el día anterior.

Los sectores de empresas de equipamiento y maquinaria y el industrial perdieron en torno al 1,7%, en tanto que el financiero y el tecnológico retrocedieron alrededor del 1,5%, entre otros.

Las acciones de Alcoa (-2,66%) y de American Express (-2,57%) lideraron el grupo mayoritario de empresas en el Dow Jones que se negociaron a la baja y también registraron pérdidas destacables el banco JPMorgan Chase (-2,37%), además de la empresa de maquinaria pesada Caterpillar y de la tecnológica Intel, cuyas acciones se depreciaron en torno al 2,3%.

Tan sólo tres componentes de ese índice lograron terminar la sesión en territorio positivo y el mayor avance lo consiguió la cadena de tiendas para reformas en el hogar Home Depot (1,42%).

Esa compañía presentó este martes resultados más favorables de lo que esperaban los analistas y que reflejaron un alza del 17,7% en su beneficio en el ejercicio de 2009.

En el último trimestre (noviembre-enero) consiguió una ganancia de 342 millones de dólares (20 centavos por acción), frente a una pérdida de 54 millones (3 centavos) en igual periodo del año anterior.

También se revalorizaron las acciones del grupo alimentario Kraft Foods (0,62%) y de McDonald´s (0,15%).

Fuera del Dow Jones, los títulos de la compañía japonesa de automóviles Toyota que se negocian en la Bolsa neoyorquina bajaron el 1,89%, lo que coincidió con la comparecencia del presidente de ventas en EE.UU., James Lentz, ante un subcomité del Congreso.

Allí Lentz reconoció que la empresa no había cumplido en meses recientes con las máximas normas de calidad que sus clientes esperan.

La deuda pública estadounidense a diez años subía de precio y ofrecía una rentabilidad del 3,68%.





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