Bruselas cree insuficiente alargar la edad de jubilación en España para salvar las pensiones
La Unión Europea sostiene en un informe que la propuesta de España de retrasar la edad de jubilación va en la dirección correcta pero resulta insuficiente y reclama más medidas. De no hacerlo, Bruselas cree que el sistema actual resultará inasumible a partir de 2030.
La recomendación se incluye en un informe sobre pensiones elaborado por los comités europeos de Política Económica y de Protección Social, que fue respaldado ayer en Bruselas. El Gobierno español ha llevado al Pacto de Toledo la propuesta de elevar de los 65 a los 67 años la edad de jubilación. Además, también planteó medidas como elevar el periodo para calcular la pensión. Para la vicepresidenta económica, Elena Salgado, el informe "reconoce la solidez" del sistema de pensiones español, ya que resulta viable "hasta el año 2030". Con todo, reconoció la necesidad de acometer una reforma para garantizar el modelo a largo plazo.
La UE alerta de que España debe afrontar una situación complicada porque es el país con la segunda esperanza de vida más alta del mundo y donde el número de pensionistas se doblará entre 2010 y 2040.
Trabajar más tiempo
Además, el informe comunitario recalca que "la disminución de contribuyentes a la Seguridad Social debido a la alta tasa de paro supone un problema. Entre otras propuestas, recomienda reformar el mercado laboral y adoptar medidas "para permitir que los ciudadanos trabajen más tiempo", especialmente los jóvenes.
En cualquier caso, Bruselas insta a España a cumplir la consolidación presupuestaria prometida, que contempla reducir el déficit público al 3% del PIB en 2013 desde su nivel actual, que alcanza el 9,3%.
La intención del Gobierno es que el próximo mes de abril ya esté en vigor el nuevo sistema de pensiones, aunque, por ahora, el acuerdo se prevé difícil. Alargar el periodo para calcular la edad de jubilación será uno de los puntos más polémicos.
Zapatero reconoce que aún no hay un cambio de tendencia "irreversible" en el paro
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo hoy que la mejora del empleo es "tan débil" que no asegura un cambio "irreversible de tendencia" y que el número actual de desempleados sigue siendo "inasumible".
En un pleno extraordinario en el Congreso sobre empleo indicó que, aunque estamos en las menores cifras de destrucción de puestos de trabajo desde el inicio de la crisis, el Ejecutivo valora las últimas cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA) con la "máxima cautela".
Según Zapatero, dada la "magnitud" de la tarea que queda por delante para revertir las cifras de desempleo no se puede ser "complaciente". En su opinión, la recuperación va a ser "cierta y sostenida", pero aún es "lenta y también incierta en su progresión".
Por ello, consideró que en esta primera fase de recuperación sería "poco sensato prever una creación de empleo que no fuese aún reducida", que sólo supondrá una reducción "ligera" de la tasa de paro.
Los contratos con despido más bajo son ya el 30% de los fijos
Las primeras consecuencias de la reforma laboral comienzan a notarse. El contrato de 33 días por despido -la indemnización más barata si la rescisión es improcedente- gana terreno entre los indefinidos que se firman. A comienzos de año esta figura apenas suponía el 15% de todos los compromisos fijos que se contraían. El mes pasado ya alcanzaba el 29% de los 120.000 firmados, según fuentes gubernamentales.
Pero el avance de esta figura no implica que haya más trabajadores indefinidos. Mes tras mes, los datos de contratación demuestran que el peso de los compromisos fijos cae. Y la última encuesta de población activa volvió a situar la tasa de temporalidad por encima del 25%, cuota que ha caído con la crisis.
La reforma laboral pretendía impulsar la contratación indefinida y rebajar la alta temporalidad española, la vía que ha permitido una rapidísima destrucción de empleo sin parangón en Europa. Para lograrlo, el Gobierno intentó impulsar el contrato de 33 días -que también cuenta con bonificaciones en las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social- eliminando las pocas barreras que tenía y abriendo un periodo transitorio para la conversión de temporales en indefinidos hasta 2011.
Vistos los datos de los últimos meses, se puede concluir que, de momento, la reforma se queda a mitad de camino en este capítulo. El contrato de fomento, su nombre oficial, gana peso entre los indefinidos, como quería el Gobierno para abaratar las indemnizaciones por despido futuras por la vía de los hechos. Sin embargo, no consigue estimular la estabilidad en el empleo. En realidad, lo que sucede es que el contrato de 33 días está sustituyendo al ordinario (45 días de indemnización).
Además, el reverdecer de esta figura podría marchitarse una vez se acabe el periodo transitorio, como ya sucedió con la penúltima reforma laboral, la de 2006. Todo el incremento del contrato de fomento proviene de las conversiones de temporales en fijos, (unas 35.000 en octubre) y no de las nuevas contrataciones (unas 12.500, un número similar al de los primeros meses del año).
Esta evolución muestra que la recuperación del empleo llegará por la temporalidad, como lo ha hecho en crisis anteriores. Así que la estabilidad laboral tendrá que esperar, pese a la reforma, a la recuperación del mercado laboral, un hecho que ya ha sido asumido por el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, en alguna declaración pública.
Precisamente Gómez apuntó ayer que en enero su departamento tendrá lista la siguiente reforma que tiene en su agenda: la de las políticas activas de empleo. Para que los cambios sean consensuados en esta ocasión, la secretaria de Estado, María Luz Rodríguez, se reúne hoy por la tarde con representantes de CEOE y Cepyme, como ya hizo con los sindicatos la semana pasada con escaso éxito.
No cambio salario por días de vacaciones
Sólo un 8% de los trabajadores españoles estaría dispuesto a sacrificar parte de su salario a cambio de más días de vacaciones al año. Además, cerca de un 46% de los trabajadores españoles estaría dispuesto a sacrificar parte de su salario a cambio de incrementar las aportaciones que hacen las empresas a sus sistemas de jubilación complementarios al sistema público de pensiones, según se desprende de un estudio realizado por Aon Hewitt.
Entre las conclusiones del estudio realizado por Aon Hewitt, firma especializada en consultoría sobre capital humano, beneficios sociales y pensiones, destaca que sólo un 8% de los trabajadores españoles encuestados estaría dispuesto a sacrificar parte de su salario a cambio de más días de vacaciones al año, o dicho de otra forma, a comprar días de vacaciones extra a su empresa, siendo este último dato uno de los porcentajes más bajos entre los países participantes en el estudio.
Esta conclusión forma parte de la investigación "European Employee Benefits Benchmark", que Aon Hewitt ha realizado entre más de 7.500 trabajadores en Alemania, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Irlanda, Holanda, Noruega, Reino Unido y Suiza, diez de las economías líderes en Europa. El estudio se centra en las opiniones que trabajadores europeos tienen sobre asuntos como jubilación, beneficios sociales para empleados y otros temas relacionados con pensiones.
Los datos concernientes a los trabajadores españoles están en línea con los datos de nuestros homólogos europeos. La media europea sitúa al 49% -en el caso de España el 46%- de los trabajadores como dispuesto a sacrificar parte de su salario a cambio de un incremento en las aportaciones que realizan las empresas a sus planes de pensiones. Resulta sorprendente que la media española se sitúe tan cerca de la media europea dado el peso que tiene el sistema público de pensiones en los planes de jubilación de los trabajadores españoles en comparación con el peso que tienen las prácticas privadas en los planes de jubilación en Europa. Este dato muestra claramente el incremento de concienciación de los trabajadores españoles de cara a la importancia del ahorro para la jubilación ante los problemas de sostenibilidad que encara el sistema público de pensiones en España.
Jorge García-Perrote, Director en Aon Hewitt, afirma: "El hecho de que los trabajadores estén dispuestos a sacrificar parte de su salario actual para asegurarse una pensión en el futuro supone un cambio de tendencia claro ante la situación que veníamos viviendo en los últimos años. La revisión que se está llevando a cabo en Europa sobre los distintos sistemas públicos de pensiones, y cuyas conclusiones están forzando la toma de decisiones como el retraso de la edad de jubilación, está calando profundamente en la sociedad, haciendo que los trabajadores comiencen a pensar en vías de ahorro alternativas que aseguren el mantenimiento del nivel de vida y bienestar una vez se jubile".
"Todo esto debe llevarnos a replantear algunas de las estrategias en el área de recursos humanos dentro de nuestras empresas, pues aunque la guerra por el talento no ha vuelto al estado en el que se encontraba antes de la crisis, sí es cierto que las empresas deben reactivar sus políticas de retención, si alguna vez se alejaron de ello. Es en este escenario donde los planes de beneficios sociales ofrecen una amplia gama de alternativas. Los empleados claramente valoran los beneficios sociales, por lo que implementar una estrategia de compensación de este tipo no solo ayuda a captar y retener talento, sino que resulta altamente eficiente en costes".
Después del incremento en las aportaciones a los diferentes sistemas de jubilación como sacrificio salarial preferido por los trabajadores españoles y sus homólogos europeos, cabe destacar la relevancia de otros sistemas como los orientados a una mayor protección financiera en casos de enfermedad o invalidez, así como ayudas a gastos concretos como guardería, formación…
Toxo: si el Gobierno quiere acuerdo debe renunciar a subir la jubilación a los 67 años
El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha pedido al Gobierno que renuncie a su propuesta de elevar la edad legal de jubilación a los 67 años si quiere que haya acuerdo en torno a la reforma del sistema de pensiones.
"El Gobierno tiene ante sí la posibilidad de hacer las cosas más aceleradamente, pero sin precipitarse, a partir de que renuncie a subir la edad de jubilación a los 67 años. A partir de ahí las posibilidades de negociación y acuerdo serían mucho más amplias", ha comentado.
Toxo, en declaraciones a la prensa antes de participar en una asamblea de delegados sindicales en CCOO-Madrid, ha asegurado que ha leído "cosas contradictorias" sobre la extensión a los 67 años de la edad de jubilación: por un lado, "en algunos medios" se dice que el Gobierno se reafirma en esta propuesta, pero el portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, ha señalado que "igual había otras posibilidades".
"Si es la primera, tendremos un serio problema. Si es la segunda, nosotros ya hemos planteado que el sistema de jubilación flexible, implantado en España desde 2001, tiene margen de actuación para conseguir que se retrase de forma real la edad de jubilación y se aproxime a los 65 años, sin dañar de forma injustificada los intereses de la gente", ha indicado Toxo.
El dirigente sindical ha reiterado que los plazos dados por el Gobierno para la reforma de las pensiones y su cercanía con las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2011 "van a condicionar y mucho" cualquier negociación, no con los sindicatos, sino con los partidos políticos. En su opinión, para mayo o junio la legislatura estará prácticamente agotada porque siempre que hay en perspectiva un año electoral, de elecciones generales, la legislatura suele agotarse en realidad el verano anterior". "En estas circunstancias, se me antoja que va a ser el momento más complicado para fraguar un acuerdo", ha señalado.
Ayer, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, anunció que, entre marzo y abril de 2011, el Gobierno presentará al Parlamento su proyecto de ley para reformar el sistema público de pensiones.
Griñán plantea un marco común nacional para las políticas activas de empleo
Hay que solucionar el problema financiero, pero no nos podemos quedar esperando a que se resuelva sin antes atender el problema de la competitividad". Con esta frase, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, subrayó ayer la necesidad de acelerar las reformas en materia educativa y en formación continua a los trabajadores como una condición sine qua non para impulsar la recuperación. "Es imprescindible mejorar la competencia de las empresas y de los trabajadores y eso pasa por un pacto en el que las compañías se comprometan a invertir en I+D y en formar a sus trabajadores, y estos últimos se impliquen más en el desarrollo de las primeras", señaló.
Durante su intervención en el Foro CincoDías, patrocinado por Banco Santander, Griñán afirmó que esa es la única vía para ganar competitividad y salir de la crisis. "No debemos aspirar a salir rápido, sino a hacerlo a través de un modelo de crecimiento distinto y en el que la educación sea el eje fundamental", señaló.
Y en la consecución de ese objetivo pueden jugar un papel destacado las políticas activas de empleo, que van a sufrir una profunda transformación en los próximos meses. Aprovechando ese proceso, en el que participarán el Ministerio de Trabajo y las comunidades autónomas, Griñán reclamó una "normativa común y con el fin de que se usen mejor los fondos que se destinan a conciliar oferta y demanda laboral. "El mayor porcentaje de las partidas se gasta en la actualidad en convenios con el Inem o en bonificaciones a la contratación dirigidas en su gran mayoría a trabajadores de la construcción, que tan solo cuenta con conocimientos en ese campo, por lo que es necesario reorientar esas partidas a otros colectivos", recalcó el presidente andaluz, quién también exigió que se hagan cambios en la intermediación para que se ajuste de forma más eficiente la oferta de empleo con la demanda de los trabajadores. "Hay que diseñar recorridos personalizados para las personas que buscan empleo y en especial para favorecer la movilidad laboral y el espíritu emprendedor", aseguró.
El presidente andaluz no solo se fijó en las reformas a corto plazo, sino también en las que incidirán a más largo plazo, entre las que destacó la de las pensiones. "Es uno de los elementos fundamentales del modelo de bienestar. Debemos consolidarlo y eso pasa por reformas", arguyó Griñán, quién advirtió del impacto que tendrá en las cuentas públicas el recorte de la natalidad y el envejecimiento de la población (en 10 años más del 20% de los ciudadanos tendrá más de 65 años). "Se necesita del consenso del Pacto de Toledo y no negar la realidad", dijo en referencia a las reticencias del PP a retrasar la edad de jubilación. En su opinión, las reformas también son ineludibles en otros ámbitos como el sanitario o el de la dependencia. "Es necesario transformar el modelo social de forma paulatina. ¿Qué es mejor, dar una ayuda de 400 euros a cada dependiente o crear infraestructuras para que le atienda personal cualificado?", se preguntó.
Desmontando el teletrabajo
Parece claro que la orientación a objetivos y a proyectos tiene un peso mucho más importante que la mera presencia en las instalaciones de la compañía, pero algunas organizaciones empiezan a cuestionar ciertos aspectos del teletrabajo y abogan por la necesidad de un contacto personal en determinados "momentos clave". Sin contar con los agravios comparativos que en términos de promoción pueden sufrir los teletrabajadores.
Flexibilidad, conciliación, compromiso, nuevas fórmulas de trabajo, dispositivos móviles, PDA, tabletas, Skype... Si se mezclan las tendencias laborales copn las posibilidades tecnológicas resulta una realidad incuestionable: Una nueva generación de empleados hiperconectados exige acabar con el concepto tradicional de que, para trabajar, es necesario estar en la oficina.
Entre las virtudes del teletrabajo se cuenta el acceso a una cantera más amplia de talento, la mejora de la productividad, un menor gasto en espacio para oficinas, zonas comunes, seguros, mantenimiento, aparcamientos, ahorros de tiempo para los commuters o para aquellos que pasan entre una y tres horas diarias en atascos camino del trabajo... Este modelo laboral implica una mejora el estilo de vida de los empleados y los resultados de las empresas, e incrementa la competitividad global, la creación de empleo y el equilibrio entre la vida personal y laboral. La orientación a objetivos y a proyectos tiene un peso mucho más importante que la presencia en las instalaciones de la compañía.
La tecnología es hoy relativamente fácil de conseguir, pero también es condición imprescindible, ya que sin ella no se puede desarrollar la tarea; los procesos han de ir adecuándose para que se puedan desarrollar de modo remoto; y la cultura acaba materializándose en el jefe, porque es él quien impulsa el que los empleados hagan uso de la flexibilidad horaria y espacial, y también es quien la utiliza y anima a otros a que lo hagan.
David G. Javitch, especialista en liderazgo y presidente de Javitch Associates, explicaba recientemente en Entrepeneur.com que, si bien hay un estilo de trabajo presencial en declive, también lo está lo que llama un "viejo estilo de teletrabajo" que hace que cada vez más compañías reclamen a sus empleados trabajar en la oficina, incrementando la interacción personal cara a cara. A pesar de que las organizaciones más innovadoras y flexibles son las que cuentan con un mayor número de empleados que trabajan desde casa o fuera de la oficina algunas compañías defienden que hay "momentos clave" (core times) en los que la comunicación y el contacto personal fluye de manera más fácil y eficiente, reduciendo el "ruido" que provoca una multitud de mensajes de correo electrónico o en buzones de voz.
Momentos clave
Esos momentos clave en los que algunas compañías apuestan por el contacto personal reducen determinados problemas. Para empezar, Javitch cita la reintroducción del contacto persona a persona que se pierde en las comunicaciones electrónicas, o el hecho de que muchas comunicaciones fuera del trabajo no son claras: las imágenes, gráficos y textos en páginas y tablas transmitidos electrónicamente son muchas veces difíciles de descifrar.
El experto valora notablemente las posibilidades de colaboración espontánea que surgen de los encuentros y contactos con colegas en la oficina que, en el caso del teletrabajo se reducen a conversaciones telefónicas, correos electrónicos o chats. La interacción durante la jornada laboral (que incluye las comidas o los periodos después del trabajo) es un punto a favor para aquellos que defienden el contacto personal en esos "momentos clave", básico para establecer una relación de trabajo positiva que, según Javitch, no se puede crear electrónicamente.
Según un estudio de Korn Ferry realizado en 71 países, seis de cada diez ejecutivos opinan que el teletrabajo ralentiza la carrera, pese a que el 78 por ciento de los encuestados considera que los teletrabajadores son igual o más productivos que el resto de los empleados.
Para muchos, la soledad y la pérdida de networking que implica el teletrabajo es una desventaja evidente, aunque los déficit relacionales (existe cierta dificultad en contactar con personas que en la oficina sería sencillo abordar para solucionar asuntos de forma casi inmediata) se compensan en parte al estar en contacto con colaboradores de forma puntual entre semana.
Quienes consideran clave compaginar la actividad en remoto con la presencia física deben tener en cuenta también que para los profesionales que quieren ascender, pasar los cinco días de la semana fuera de la oficina no es el camino más adecuado. Muchos jefes y empresas aún no han asumido que la promoción es compatible con el teletrabajo.
Muchas empresas siguen manifestando desconfianza por el hecho de no controlar presencialmente el trabajo, y funcionan con esquemas antiguos para nuevos tiempos. En realidad, la confianza mutua es indispensable para que el teletrabajo funcione con eficacia.
Berlín: el aumento del empleo entre los mayores de 60 años justifica el retraso de la jubilación a los 67
El Gobierno alemán mantendrá la jubilación a los 67 años, tras ver corroborada tu tesis por los expertos que predicen un “boom” de empleo para los mayores de 60.
La ministra de Trabajo, Ursula von der Leyen, ha presentado hoy varios estudios que demuestran que el empleo de los trabajadores de entre 60 y 65 años se duplicó en la última década, hasta elevarse a una tasa de ocupados del 38% en ese tramo de edad. Además, los expertos pronostican que esa cuota subirá hasta el 50%.
Von der Leyen rechazó la petición de los sindicatos de aumentar las contribuciones sociales en un 0,6% para no tener que prolongar la vida laboral. "Eso sería una injusticia para las generaciones jóvenes que tendrían que pagar más para que nosotros nos jubilemos antes. Hay que compartir las cargas derivadas del aumento de la esperanza de vida", añadió la ministra.
En sus estudios, los expertos del Instituto para la Economía alemana (IW) y del Instituto de Mercado Laboral (IAB) defienden el retraso de la jubilación a los 67 años, que entrará en vigor en 2012 de manera progresiva, después de que la ley fuera probada por la gran coalición (CDU-SPD), bajo el anterior gobierno de Merkel.
Los economistas atribuyen la mejora del mercado laboral para los mayores a “la escasez de empleo cualificado entre los jóvenes por la evolución demográfica y a las reformas realizadas por gobiernos anteriores, que prácticamente eliminaron la jubilación anticipada”.
Este último cambio es muy importante en opinión de Hilmar Schneider, director del IAB, pues en crisis anteriores las empresas utilizaban incentivos fiscales o subvenciones para prejubilar, lo que fue posible hasta 2005; en la crisis actual el despido se ha repartido por igual entre generaciones y, gracias a las posibilidades del “kurzarbeit” (jornada reducida) las compañías han mantenido prácticamente intactas sus plantillas y al concluir la crisis, tenían una situación mejor que sus competidores en otros países.
Los economistas ponen de manifiesto, sin embargo, que pese a la tendencia positiva, Alemania no ocupa los primeros puestos en empleo para los mayores de 60 dentro de los países de la OCDE.
Por otra parte, von der Leyen manifestó que las pensiones aumentarán de promedio anual el 1,9%, lo que supone que en los próximos 15 años ganarán casi un 30%.
La titular de Trabajo animó a las empresas a adaptarse a los nuevos hábitos de trabajo. Ya hay algunas fábricas que ofrecen pausas a sus empleados para que hagan gimnasia de mantenimiento.
Irlanda agacha las orejas ante las presiones externas y permite el rebote del Ibex 35
El gobierno irlandés ha aceptado negociar con una misión de la CE, el BCE y el FMI un plan de rescate para su banca.
Irlanda sigue erre que erre con su argumento de que no necesita ayuda internacional. Sin embargo, hoy ha accedido a negociar con la Comisión Europea, el BCE y el FMI. Irlanda da a entender que no tiene una urgencia enorme ni la voluntad de aceptarlo de manera incondicional, pero a los mercados les ha bastado con ese pequeño avance. El Ibex 35 ha terminado en los 10.189,3 puntos, un 0,93% al alza.
En Renta 4 consideran que "acuerdos en este sentido serían positivos al frenar el efecto contagio sobre otras economías que sí necesitan acudir a financiarse al mercado (Irlanda tiene sus necesidades de financiación cubiertas hasta mediados de 2011), como Portugal (tiene que refinanciar cerca de 20.000 millones de euros hasta abril 2011) o España, que ayer colocó letras en la parte media de su rango objetivo (4.975 millones frente a un objetivo de 4.500-5.500 millones de euros) y a un coste superior al de anteriores subastas (aunque en línea con el mercado secundario)". En IG Markets, por su parte, apuntan que las declaraciones del Ministro de Finanzas irlandés de hoy llevan a pensar en que aceptarán un plan de rescate en términos descafeinados", lo que ha sido suficiente por ahora para los mercados europeos.
También para el euro/dólar fue suficiente, pues recuperó un 0,34%, hasta las 1,353 unidades. Pero no lo fue para el bono español, que cotizaba 202 puntos básicos por encima del alemán (2,59%). Los CDS o costes de asgurarse contra un posible impago de la deuda se mantienen estables para España, en los 260 puntos y bajan levemente para Irlanda, hasta los 522 puntos.
La jornada no contó con mucho más. Wall Street se mueve con leves alzas tras los descensos de la jornada precedente y la agenda macro del día tampoco dio para animar el mercado. En Europa, el PIB final de España registra un avance del 0,2% interanual en el tercer trimestre de 2010, aunque se confirma el estancamiento respecto al segundo trimestre de este mismo año (0,0%). Mientras, en EEUU, la Construcción de Viviendas en octubre bajó un 11,7%, quedando la tasa interanual en 519.000, mucho peor de lo esperado, al igual que los Permisos de Construcción y el IPC subió el 0,2% en octubre , menos del 0,3% esperado, quedando la tasa interanual en el 1,2%, menos de lo esperado también.
Los inventarios de petróleo bajaron en 7,29 millones de barriles la semana pasada, en tanto que las reservas de gasolina cayeron en 2,66 millones y las de refinados, en 1,11 millones. El contrato de futuros sobre el brent con próximo vencimiento revierte los descensos previos y tiene ahora un precio de 84,8 dólares, un 0,2% al alza.
En cuanto a los resultados empresariales del día, pues Chico´s FAS, Target y BJ´s Wholesale Club batieron las previsiones y Warner Music quedó por debajo de lo estimado.
Entre las empresas del Ibex 35, Repsol ha vendido un 0,6% de su filial argentina YPF en la bolsa de Nueva York, por un valor de 106 millones de dólares y Barclays mantiene infraponderar BBVA, rebajando el precio objetivo a 8 euros desde los 8,65 anteriores.
Lideraron las subidas las acciones de Renovables con más de tres puntos porcentuales, pero fueron las de Santander, con una ganancia de algo más de dos puntos porcentuales, las que tiraron del mercado. Sólo terminaron en rojo los títulos de Sacyr, Abengoa, BME y Criteria.
Por último, la onza de oro cerró hoy a la baja en el mercado de futuros de Londres, con un precio de 1.337,50 dólares, una bajada del 0,85% con respecto al cierre de ayer, cuando quedó fijado en 1.349 dólares.
Wall Street cierra con un descenso del 0,14% en el Dow Jones de Industriales
La Bolsa de Nueva York cerró hoy sin un rumbo claro y su principal indicador, el Dow Jones de Industriales, acabó con un descenso del 0,14% en una jornada en la que continuaban los temores sobre la marcha de la economía mundial.
Según datos provisionales al cierre, ese índice, que agrupa a treinta de las mayores empresas cotizadas de Estados Unidos, restó 15,62 puntos para acabar en 11.007,88 unidades, mientras que el selectivo S&P 500 subió un tímido 0,02% y el índice compuesto del mercado Nasdaq avanzó un 0,25%.
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