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lunes, 10 de enero de 2011

Prensa 10 enero

La jubilación a los 67 años vuelve a reunir hoy al Gobierno con los sindicatos


Los sindicatos y el gobierno volverán a reunirse hoy después de que ayer terminará la negociación sobre la reforma de las pensiones sin acuerdo. La cita, que tuvo lugar entre el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, y los secretarios generales de UGT y CC OO, Cándido Méndez y Ignacio Fernández Toxo, respectivamente, fue la tercera sobre este asunto.

El principal elemento de discordia entre Gobierno y representantes de los trabajadores sigue siendo la edad de jubilación a los 67 años. El Gobierno pretende aumentar en dos años el retiro de los trabajadores, establecido ahora en los 65 años, aunque de manera flexible. De hecho, podría mantener los 65 años para todos aquellos trabajadores que hubieran cotizado un total de 40 años.

Los sindicatos, por su parte, rechazan frontalmente esta ampliación de la edad de jubilación e incluso han amenazado con convocar una nueva huelga general, que sería la segunda tras la del 29 de septiembre en contra de la reforma del mercado de trabajo. Hoy se reunirá el Consejo Confederal de UGT, y el martes lo hará el de CC OO, para analizar su respuesta al proyecto del Gobierno sobre la reforma de las pensiones.

El vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, subrayó la voluntad del Ejecutivo de lograr el consenso en la reforma del sistema de pensiones, y aseguró que las reuniones con los sindicatos se prolongarán con este objetivo "mañana, pasado y al otro", si es necesario.

Rubalcaba, que hizo estas declaraciones en Gijón, en la clausura de un foro, aseguró que el Gobierno aprobará "solo o acompañado" una reforma que garantice la prestación para los jubilados en 2030. La propuesta del Ejecutivo se presentará el último viernes de enero, día 28.

Aunque las pensiones son el tema más importante de las negociaciones de Ejecutivo y sindicatos, también tenían previsto abordar en las reuniones el desarrollo de la reforma laboral y la negociación colectiva.



Las «líneas rojas» de la reforma de las pensiones


Quedan tres semanas justas para que se alcance la fecha límite que el Gobierno puso sobre la mesa para mandar al parlamento su propuesta definitiva de reforma de las pensiones. 21 días en los que el Ejecutivo tratará de convencer a los sindicatos y a los partidos de la oposición de que es imprescindible efectuar la reforma para garantizar la sostenibilidad futura del sistema y, más a corto plazo, para tratar de aplacar la ira de los «mercados», que son los que prestan el dinero a nuestro país. El próximo 28 de enero hay Consejo de Ministros y esá previsto que ese día se apruebe el anteproyecto de ley.

Es poco probable que esta reforma se alcance con un acuerdo. UGT y Comisiones se han mostrado totalmente en contra e incluso amenazan con otra huelga general. Por su parte, el principal partido de la oposición tampoco va a colaborar en una reforma impopular y sobre la que es mucho más rentable electoralmente postularse en contra. Estos son los puntos clave. En algunos hay acuerdo. Otros son auténticas «líneas rojas» que producirán conflictividad.

- Retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años. Es la línea roja que los sindicatos no van a tolerar que se traspase y tampoco el PP. Zapatero considera que es «imprescindible» y apuesta porque se haga de forma progresiva hasta 2027.

- Periodo de cálculo de la pensión. Actualmente se cogen los últimos 15 años de la vida laboral y aquí si hay un acuerdo para ampliar el periodo de cálculo, aunque sólo un acuerdo parlamentario ya que los sindicatos están en contra. Aumentar el periodo de cálculo produciría en general una rebaja de las pensiones pero más equidad en el sistema. Si la ampliación fuera a 25 años, la rebaja media sería de un 6% (según USO), mientras que si fuera toda la vida laboral, sería de un 20% (según UGT).

- Ampliación del número de años para cobrar la pensión completa. Sería otra manera de hacer que haya que trabajar más sin necesidad de ampliar la edad de jubilación. Por el momento, los cotizantes deben cumplir 15 años trabajados para acceder a la pensión mínima, del 50%; a la prestación completa, hoy, se llega con 35 años cotizados.

- Pensiones de diputados y senadores. La reforma de este privilegiado sistema quedará con toda seguridad fuera de la reforma. Permite a estos acceder a una pensión del 80% con solo siete años de actividad parlamentaria y al 100% de la misma con 12 años cotizados y 60 años de edad cumplidos.

- Jubilaciones anticipadas. Aquí también parece haber acuerdo entre las distintas formaciones políticas sobre la necesidad de poner control en las jubilaciones anticipadas, que se pueden producir desde los 52 años y que generan mucho gasto al sistema. La Comisión del Pacto de Toledo dice sobre este tema que «la jubilación anticipada se ha convertido, básicamente, en una fórmula de regulación del empleo», por lo que debe modificarse ya que sólo debería afectar a «aquellos trabajadores que cuenten con largas carreras de cotización y, voluntariamente, opten por acogerse a ella».

- Pensiones privadas. El Pacto de Toledo recomienda que los ciudadanos hagan uso de ellas. En el borrador del documento de trabajo hecho público a finales del año pasado, se recomienda «dotar de estabilidad y garantizar la neutralidad del actual sistema de previsión social complementaria, regular un seguro de dependencia complementario de carácter privado y potenciar los sistemas complementarios de la Seguridad Social en el marco de la negociación colectiva». Es decir, se pretenderá fomentar el ahorro privado en pensiones tal y como hacen los propios miembros del Gobierno.



La jubilación anticipada sube el 17% por la crisis y la legal, el 34%


Los trabajadores que se retiran cuando toca son la mayoría desde el 2004 y ya llegan al 60%

El Seguro dio 112.427 pensiones a menores de 65 años en el 2009 y 68.042 hasta julio pasado

La crisis también ha impactado en las cuentas de la Seguridad Social. Aunque conserva el superávit, ha visto como dejaban de cotizar y se jubilaban anticipadamente un total de 112.427 trabajadores en el 2009, lo que supone un aumento del 17% desde el inicio de la recesión en el 2007. Sin embargo, ese repunte coyuntural, en el que se incluyen prejubilaciones y abandonos forzosos del mercado laboral de parados de larga duración, no ha podido con la tendencia de fondo del sistema de pensiones de un fuerte incremento de las jubilaciones cuando tocan, es decir, a los 65 años.

Al inicio de la crisis, en el 2007, se jubilaron entre los 60 y los 64 años 96.040 personas, algo menos que en el 2006. Pero en el 2008 y el 2009 se incrementaron las altas prematuras de jubilación hasta las 112.427 del ejercicio pasado. El 2010 va camino de igualar el 2009 al registrar 68.042 jubilaciones de enero a julio, según los datos de la Seguridad Social.

Cuando un trabajador se jubila antes de los 65 años, tiene que asumir un recorte de su pensión que puede llegar a una horquilla máxima del 24% al 32% en función de los años cotizados. Por ello, la nueva secretaria de Ocupació del Govern y exprofesora de Esade Esther Sánchez asegura que, «excepto los que tienen un plan de prejubilación que compensa la pérdida, los trabajadores tienden a retrasar su jubilación al máximo».

NUEVO RÉCORD Desde el 2004, las jubilaciones con 65 años o más son mayoría y, aunque el porcentaje sufre oscilaciones, este año se ha llegado a un récord de casi el 60% de las altas del ejercicio. Frente al crecimiento del 17% de las jubilaciones anticipadas, los empleados que han dejado de trabajar a los 65 años se han incrementado el 34% desde el 2007.

Esta diferencia de velocidad explica el acercamiento de la edad efectiva de jubilación, situada ahora en 63,8 años, hacia la edad legal de 65 años. En este terreno, España obtiene una de las mejores notas en comparación con sus vecinos europeos. En otros países, el mayor peso de las jubilaciones antes de hora elevan la distancia entre la edad media efectiva en que se retiran los empleados y la edad ordinaria fijada por ley.

Algunos acuerdos de prejubilaciones firmados recientemente pueden aumentar la cifra de jubilados prematuros en España. Sin embargo, la Seguridad Social advierte de que los pactos en las cajas de ahorros, que pueden sumar unos 20.000 casos, según las estimaciones, «no afectarán a las cuentas del Seguro».

Esos acuerdos prevén que la empresa siga cotizando por el trabajador hasta que empiece a cobrar la pensión a los 65 años. En cambio, sí generan un gasto a las arcas públicas porque incluyen el cobro del de-sempleo durante dos años.

En algunos casos, la Seguridad Social puede salir ganando con las prejubilaciones porque, aunque empieza a pagar antes, abona menos pensión, explica la profesora Esther Sánchez, y en otros se produce un efecto neutro o desfavorable para el Seguro. Sin embargo, «el juego de ingeniería jurídica de las prejubilaciones -afirma- supone imputar un coste adicional al Estado a través del cobro de la prestación de desempleo».

REGULACIÓN DE EMPLEO / El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, se opone a las prejubilaciones masivas. Las recomendaciones del Pacto de Toledo alertan de que «la jubilación anticipada se ha convertido, básicamente, en una fórmula de regulación del empleo» que debe modificarse. La propuesta es limitarla «a aquellos trabajadores que cuenten con largas carreras de cotización y, voluntariamente, opten por acogerse a ella».

La aplicación de esta recomendación equivaldría a un veto a las prejubilaciones con el que no están de acuerdo los sindicatos. Para el líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, no se puede «criminalizar» a las jubilaciones anticipadas y considera que «sería un error llevárselas por delante» porque complicarían las negociaciones de muchos expedientes de regulación de empleo (ERE).

En las últimas semanas, además de las cajas otras empresas como Comesa (filial de Iveco) y un buen número de farmacéuticas han incluido prejubilaciones en sus acuerdos de reestructuración.



El 90% de la «hucha de las pensiones» está en deuda española


Cuanto más caros se colocan los bonos del Tesoro, más rentabilidad obtiene el Fondo de Reserva de la Seguridad Social

El Fondo de Reserva de la Seguridad Social o «hucha de las pensiones», que a finales de octubre contaba con 62.677 millones de euros, ha incrementado considerablemente sus inversiones en deuda pública española en el último año, pasando del 55% del total al 88% actual. Esto quiere decir que casi nueve de cada diez euros de la «hucha de las pensiones» está en letras, bonos y obligaciones del Tesoro.

El Fondo de Reserva se nutre de las dotaciones aprobadas por el Consejo de Ministros (con cargo a los excedentes presupuestarios de las entidades gestoras y servicios comunes de la Seguridad Social), de los excedentes derivados de la gestión de las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales de la Seguridad Social y de la propia rentabilidad que va generando el Fondo (9.272 millones de euros desde su constitución en 2000».

Sólo zona euro

De los 62.677 millones que tenía el Fondo de Reserva a finales de octubre, 54.886 millones (87,57%) están invertidos en deuda española. El resto, 7.791 millones (valor nominal), está exclusivamente en manos de tres países de la zona euro: Francia (2.986 millones, según su precio de adquisición), Países Bajos (2.614 millones) y Alemania (1.981 millones).

En cuanto a los plazos de estas inversiones, el 33,81% del total (21.190 millones de euros) están colocados a tres años; el 26% (16.321 millones), a diez años; el 24% (15.177 millones), a cinco años; y el 16% (9.989 millones), a corto plazo o menos de un año. Como se observa, el 50% de la cartera está invertida a cinco y diez años.

El cambio de estrategia sobre las inversiones del Fondo se puso en marcha en 2009, año en el que se llevaron a cabo tres importantes operaciones de venta de deuda de países europeos para su reinversión en deuda nacional que, unidas a otros movimientos de la caja del Fondo con el mismo destino, hicieron que de los 58.017,3 millones en deuda pública en 2009 —el Fondo alcanzó los 60.022 millones en 2009—, un 76,7% correspondiera a España, hasta 20,3 puntos porcentuales más que un año antes.

Concretamente, la primera operación supuso la venta de 5.194,6 millones en valor nominal de deuda francesa y alemana, de los que 1.629,6 millones se destinaron a la caja del Fondo y 3.565 millones a la compra de deuda pública. En una segunda operación, se vendieron 1.045,7 millones de deuda pública francesa y holandesa para adquirir deuda pública española y que se completaron con la compra de otros 5.600 millones con el saldo en caja. Por último, el Fondo de Reserva adquirió 1.640 millones en deuda española con la venta de deuda francesa y holandesa y otros 4.515 millones a partir del saldo en caja y flujos procedentes de amortizaciones y cupones.

«Nacionalismo» inversor

Esta nueva estrategia ha provocado las críticas de algunos expertos, que califican el hecho como «auténtico nacionalismo» del Gobierno de Rodríguez Zapatero, ya que entienden que la Seguridad Social ha salido en ayuda del Tesoro público en un momento en que la deuda española aparece ya entre las diez con mayor riesgo a nivel mundial, según refleja el informe trimestral de riesgo soberano elaborado por la consultora CMA.

También consideran que las inversiones del Fondo están poco diversificadas, máxime cuando España sufre frecuentes castigos en su prima de riesgo, que el pasado viernes volvió a alcanzar los 26 puntos básicos.

Hay que recordar que el Tesoro emitió el año pasado 62.100 millones, casi 15.000 millones menos de lo previsto inicialmente. Las emisiones netas previstas para 2011 son de 47.200 millones, según Economía. Además, la inversión del Fondo de Reserva en deuda pública española no puede superar, según la legislación, el 11% de la deuda pública en circulación. A finales de octubre, el porcentaje era del 10,3%, según el Tesoro.

Otros expertos cuestionan que la «hucha de las pensiones» siga aumentando sus inversiones en deuda española cuando ésta perdió hace unos meses la calificación de «triple A (AAA)» y una de las directrices de la Seguridad Social es la de invertir en títulos de «calidad crediticia elevada». En cualquier caso, el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, ha reiterado en varias ocasiones que el Fondo de Reserva seguirá invirtiendo en deuda española.

Se da la paradoja de que cuanto más caros se coloquen las letras, bonos y obligaciones del Tesoro, más rentabilidad obtiene el Fondo con esas inversiones. Octavio Granado dijo en su comparecencia en la comisión del Pacto de Toledo que «la directora del Tesoro debe tener una “muralla china” en medio de su cabeza porque toda su actuación política se realiza para conseguir emitir la deuda más barata y, el día del semestre que dedican a la gestión del Fondo, su obligación es conseguir que saque más rentabilidad a la deuda».

El secretario de Estado de Seguridad Social también sugirió a esa comisión la conveniencia de que el Fondo de Reserva tenga un consejo privado de asesores, «algo complicado —reconoció— porque los buenos asesores, si están en el sector privado, tienen intereses privados».

En 2010, 65.000 millones

Este Fondo podría alcanzar al cierre de 2010 los 65.000 millones, cantidad que se tenía que haber registrado ya en 2009, según los Presupuestos del Estado. Sin embargo, el Consejo de Ministros no hizo aportación alguna en 2009, a pesar de que la Seguridad Social tuvo un superávit de 8.500 millones. Ello se debió, según Granado, a que «la capacidad de convertir el excedente en provisiones es limitado dadas las necesidades de liquidez que tiene la Seguridad Social en un momento en el que los aplazamientos de cuotas de las empresas siguen aumentando». Esos aplazamientos sumaban unos 8.000 millones de euros en el tercer trimestre del año pasado.



El paro de la eurozona se mantuvo en noviembre en el 10,1%


El desempleo en la zona euro durante el pasado mes de noviembre se mantuvo estable en el 10,1%, aunque dos décimas por encima del dato de noviembre de 2009. España sigue a la cabeza con una tasa de paro del 20,6%, frente al 19% del año anterior, según informó Eurostat.

En el conjunto de la Unión Europea (UE) la tasa de desempleo se mantuvo estable respecto a octubre en el 9,6%, un dato dos décimas por encima del 9,4% registrado en noviembre de 2009.

La agencia estadística europea calcula que 23 millones de personas carecían de empleo en la UE, de los que 15 millones se encontraban en la zona euro, lo que supone un descenso mensual de 35.000 parados en el conjunto de la UE y de 39.000 en la zona euro. Aunque respecto a noviembre de 2009 la cifra de desempleados entre los Veintisiete aumentó en 606.000 personas, de los que 347.000 personas correspondieron a la zona euro.

Entre los países miembros cuyos datos estaban disponibles, la menor tasa de paro se registró en noviembre en Países Bajos (4,4%), Luxemburgo (4,8%) y Austria (5,1%), mientras que la más alta se registró en España (20,6%), Lituania (18,3% en el tercer trimestre de 2010) y Letonia (18,2% en el tercer trimestre de 2010).

La tasa de paro masculino en la eurozona se situó en noviembre en el 9,9%, una décima menos que en octubre, y se mantuvo en el 9,6% en la UE, mientras que el desempleo femenino se mantuvo en el 10,2% y el 9,6%, respectivamente. Por su parte, la tasa de paro entre los menores de 25 años subió al 20,7% en la zona euro y al 21% en la UE.

En las tres categorías España volvió a registrar en noviembre las cifras más altas de desempleo con un paro del 43,6% entre los jóvenes, cuatro décimas más que en octubre, mientras que el desempleo masculino se mantuvo en el 20,4% y el paro femenino mejoró dos décimas, hasta el 20,8%.



Ventajas fiscales para planes de retribución flexible


Es conveniente que una empresa desarrolle un plan de retribución flexible, ya que ofrece beneficios fiscales a los empleados. Así lo explican Marta Álvarez Novoa, Rubén Sánchez y Pablo Álvarez, socia y asociados, respectivamente, de Ernst & Young Abogados. El foro completo sobre la planificación fiscal de la retribución de empleados se puede consultar en www.expansion.com.

¿A partir de qué sueldos es conveniente para una empresa hacer un plan de retribución flexible?

Desde un punto de vista puramente fiscal, el plan de retribución flexible siempre resultará conveniente, puesto que, a través del mismo, rendimientos dinerarios del trabajo pueden ser sustituidos por otro tipo de retribución en especie que disfrutará de un tratamiento fiscal más favorable para el empleado.

Lógicamente, el efecto absoluto del beneficio fiscal será mayor en contribuyentes que se encuentren tributando al tipo marginal superior de la escala del impuesto que en aquellos otros que no alcancen dicho nivel, pero, en todo caso, como señalábamos anteriormente, en todos los niveles se podrá obtener un beneficio.

¿Qué consecuencias fiscales se derivan de la concesión de préstamos o anticipos de salario a los empleados?

Entendiendo por anticipo que la empresa adelante al trabajador un importe de dinero sin gastos ni intereses para el mismo, podríamos pensar que estamos ante uno de los supuestos calificados como retribución en especie por la Hacienda española.

Por ello, es necesario analizar el importe y la naturaleza del anticipo del que estamos hablando en cada caso en concreto, ya que en principio no constituye renta en especie el anticipo al que se refiere el Estatuto de los Trabajadores, donde se nos indica que “el trabajador y, con su autorización, sus representantes legales, tendrán derecho a percibir, sin que llegue el día señalado para el pago, anticipos a cuenta del trabajo ya realizado”. Se entiende que tampoco constituye renta en especie el anticipo sobre la mensualidad corriente, siempre que se reintegre al finalizar ésta. Lo cual nos lleva a considerar que todo anticipo que excediera de las condiciones señaladas se considerará renta en especie.

En el caso de los préstamos del empresario a sus trabajadores, existirá retribución en especie sólo cuando el tipo de interés sea inferior al normal de mercado del tipo de préstamo concedido, con independencia de la cuantía que pueda alcanzar el interés legal del dinero.

En cuanto la valoración de dicha retribución en especie, cabe distinguir dos casos. En primer lugar, cuando el interés legal del dinero sea inferior al normal de mercado, la valoración de dicha retribución en especie será la diferencia entre el interés efectivo del préstamo pagado y el interés legal del dinero. Y cuando el interés legal del dinero sea superior al normal de mercado, se valorará por la diferencia entre el interés efectivo del préstamo pagado y el interés de mercado.

Es importante no olvidar las normas de valoración ya que, en base a la Ley 39/2010, de 22 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 2011, el interés legal del dinero se fija en un 4%, lo cual es sin duda un tipo muy superior a los actuales de mercado.

Viajo frecuentemente al extranjero ya que trabajo en una multinacional. Me encargo de hacer crecer el negocio de las filiales extranjeras. ¿Las retribuciones correspondientes al trabajo que realice fuera de España podrían no tributar en España?

El artículo 7.p) de la Ley del IRPF establece una exención en relación con los rendimientos del trabajo obtenidos como consecuencia del trabajo realizado en el extranjero, siempre y cuando concurran unos requisitos: que los trabajos se realicen físicamente en el extranjero; que se hagan en beneficio de una empresa o entidad no residente fiscal en España o en el de un establecimiento permanente radicado en el extranjero, y que en el país dónde se desarrollen exista un impuesto de naturaleza idéntica o análoga al IRPF español y que no tenga la consideración de paraíso fiscal. Se entiende que este requisito concurre cuando España tenga suscrito con dicho país un Convenio para evitar la doble imposición con cláusula de intercambio de información fiscal.

Esta exención tiene un límite anual de 60.100 euros. En la medida en que se cumplan estos requisitos, las retribuciones tendrían la consideración de exentas de tributación en el IRPF español, con independencia del lugar desde el que se satisfagan dichas retribuciones.

¿Cuál es la forma fiscalmente más eficiente de subvencionar los desplazamientos de los empleados al trabajo?

Hasta la aprobación del Real Decreto-Ley 6/2010, de 9 de abril, de medidas para el impulso de la recuperación económica y el empleo la forma más habitual es implantar los “transportes de empresa”, entendiendo por tal el transporte gratuito al lugar de trabajo, en tanto se efectúe mediante vehículos dedicados al transporte colectivo cuya capacidad exceda de nueve plazas incluida la del conductor. Además, cuando esté organizado en forma de “rutas” con puntos fijos de subida y bajada, de manera que no sea un “servicio a domicilio”, ya que se considerará un servicio social y, por tanto, no se considerará retribución en especie. Con la aprobación de la norma se abre una nueva posibilidad desde 1 de enero de 2010, ya que están exentas las cantidades satisfechas a las entidades encargadas de prestar el servicio, con el límite de 1.500 euros anuales para cada trabajador.



Un día en la vida de un empleado de 2022


Bien mirado, once años no es nada. Hay quien piensa ya en el Mundial de Qatar y, con esa referencia, el mercado de trabajo y las profesiones emergentes tendrán poco que ver con lo que hoy vivimos. Así puede ser el mundo...

La decisión era sorprendente, pero el Mundial de 2022 en Qatar (por entonces ya se escribía con “c”) resultaba la excusa perfecta para reunir a los expertos del planeta en una cumbre que resolviera un problema que ocupaba las portadas de los diarios en los cinco formatos de tableta que se habían impuesto en el mercado.

Él también había llegado a Qatar para la gran reunión. Desde hacía años trabajaba en la industria de la mejora del rendimiento humano, un sector que se había desarrollado al calor de los avances biomédicos, genéticos y tecnológicos y que era ya el mayor mercado del mundo, con unas necesidades crecientes de profesionales y nuevas profesiones, entre las que se contaban los selectores y consejeros genéticos, los mecánicos del ADN, integradores bioregenerativos, especialistas en creación de partes humanas, nanotecnólogos, neurotecnólogos...

El floreciente negocio de las clínicas e institutos de mejora y los tratamientos de alto rendimiento, así como los mercados de intercambio de ADN –en los que se compraban y vendían aptitudes atléticas, habilidades técnicas e incluso artísticas– habían hecho fracasar definitivamente los Juegos Olímpicos de Dubai, en 2020. Cualquiera podía invertir en su cuerpo y los records y medallas carecían de mérito y de sentido.

Además, ni siquiera los intereses económicos de los derechos televisivos pudieron salvar el evento. La audiencia global ya no respondía a esta adulteración y, de la mano de los narrowcasters, consumía contenidos en internet, radio y televisión absolutamente personalizados y adecuados a sus preferencias.

En Qatar se iba a discutir la supresión de la Copa del Mundo. El mercado en el que los seres humanos podían adquirir extensiones de su propia vida había quitado competividad y emoción a cualquier competición, liga o torneo.

Algo similar había ocurrido con la industria del cine, cuando el sector de los hologramas y los actores virtuales desplazaron a las caprichosas y carísimas estrellas, generando nuevas profesiones y un nuevo negocio, pero no tan glamuroso, ni digno de un Oscar.

Sin contar con el floreciente filón descubierto por los simuladores de sensualidad, profesionales que, como médicos o farmacéuticos, controlan las dosis exactas de realidad virtual aplicable a la vida real.

Y allí estaba él. Era científico bioinformático y se dedicaba a complementar la información genética con el desarrollo farmacéutico y las técnicas clínicas. Había entrado en el mundo del rendimiento humano después de que la investigación y el desarrollo fueran más allá de los muros de las universidades e implicara a cualquier ciudadano de toda condición social. Quienes generaban y poseían conocimiento se convirtieron en los protagonistas de la vida económica y social, que buscaba nuevos modelos de crecimiento basados en la innovación que el mundo académico, ajeno a las necesidades reales de las empresas, no podía ofrecer.

Estos nuevos modelos provocaron una atractiva competencia para generar conocimiento que pudiera ser aplicado en el mundo real, y algunos científicos e investigadores abandonaron el mundo académico para tener más tiempo y otras posibilidades. Los títulos universitarios “tradicionales” quedaron devaluados y comenzaron a surgir nuevas carreras y profesiones adaptadas a las nuevas necesidades.

- En busca de la felicidad

Para entonces el trabajo se había convertido en una actividad cada vez menos rutinaria. Las actividades que no podían ser automatizadas, como las ventas, el liderazgo o la innovación empezaron a dominar el empleo: En 2015, más de un 40% de la actividad en una organización era “no rutinaria”, y en eso tuvo mucho que ver el empuje de movimientos que propagaban el happyshifting –que implicaba la máxima defensa de la idea de que se vivía una era única, en la que se debía buscar la felicidad a través del trabajo, en vez de resignarse a pasar ocho horas diarias en un empleo que no aportaba nada– o la influencia del downshifting –propio de aquellos que decidieron que no merecía la pena trabajar semejante número de horas, porque lo que se obtenía a cambio era difícil de disfrutar– en un entorno sociolaboral en el que la mayor parte de los trabajos que eran una garantía de éxito a comienzos del milenio habían desaparecido ya en la primera década del siglo XXI de las listas de las ocupaciones que más crecían, y la dificultad para encontrar un empleo seguro era un hecho cierto.

- Decisión y frustración

Además, resultaba prácticamente imposible aconsejar sobre qué carrera se podía escoger, y la manera de elegirla era tremendamente primitiva. Eran fenómenos que frustraban a cada vez más personas en todo el mundo, y cada vez más gente que odiaba lo que hacía, aborrecía para qué lo hacía.

El desempleo, el subempleo y el desánimo se convirtieron en un cóctel letal con un impacto negativo a largo plazo entre los jóvenes que comprometía sus posibilidades de trabajar en el futuro, aunque esta situación deprimente de nuevas generaciones inactivas tuvo otra cara de la moneda en las nuevas hornadas de emprendedores que decidieron reaccionar a las dificultades con una actitud emprendedora.

La gente tendía a equivocarse con facilidad de profesión, y el común de los empleados solía tener entre siete y diez ocupaciones a lo largo de su vida, un factor que llevó a que la marca personal se convirtiera en algo tan importante para los individuos como lo es hoy para el buen nombre y reputación de los productos. Esto provocó la emergencia de un nuevo perfil, el de los managers de marca personal, que comenzaron a competir con los agregadores y los broker de talento en ayudar a la gente a planificar sus carreras e identificar su potencial, habilidades y preferencias.

El lugar de trabajo se convirtió en algo cada vez más virtual. Una nueva generación de empleados exigía acabar con el concepto tradicional de que, para trabajar, era necesario estar en la oficina, porque el teletrabajo permitía acceder a una cantera más amplia de talento; mejorar la productividad; un menor gasto en espacio para oficinas, zonas comunes, seguros, mantenimiento, aparcamientos; una mejora del estilo de vida de los empleados y los resultados de las empresas; y un incremento de la competitividad global, de la creación de empleo y del equilibrio entre la vida personal y laboral.

También permitía ahorros de tiempo para los commuters, a pesar de que los transportes ofrecían una rapidez inimaginable, que desdibujaba fronteras y llevó a la creación de una nueva clase de commuter internacional que trabajaba y vivía en diferentes países.

Esta revolución de los transportes implicó nuevos requerimientos, y la aparición de una nueva clase de pilotos para satisfacer las demandas del turismo espacial, un sector que exigió la llegada de nuevos especialistas que iban desde guías y turoperadores hasta arquitectos.

Y a medida que el trabajo y los trabajadores se convirtió en móvil, se transformó el espacio y los conceptos de oficina, y surgieron profesiones como la de consultor de espacios y tiempos, una especie de asesor que aconsejaba sobre la oficina en casa, la posibilidad de alquilar espacio para un periodo determinado, conociendo y satisfaciendo las necesidades puntuales de las compañías.

En el nuevo escenario se incrementó la volatilidad y el hecho de que los profesionales estaban hiperconectados: la tecnología permitía ya una disponibilidad plena las 24 horas. En vez de los equipos tradicionales de trabajo en los que había cierta familiaridad o relación, se empezaron a crear grupos ad hoc y para proyectos concretos en los que no existía una experiencia previa trabajando conjuntamente.

- Nuevas profesiones

Ya en 2018, uno de cada diez empleos en el mundo tenía que ver con el sector de la salud o la tecnología. Los coordinadores personales de salud se desarrollaron después como una profesión indispensable, un puente entre los individuos y los sistemas sanitarios. También se convirtieron en relevantes los consultores de la Tercera Edad, o los especialistas en aumento de la memoria.

El empleo verde llegó en dos grandes áreas: los enfocados hacia la reducción real del impacto ambiental provocado por el hombre y las profesiones que tienen que ver con un “lavado verde” de la imagen de las compañías. Los managers de trazabilidad, que examinan las cadenas de suministro globales y vigilan qué proveedores suponen un coste ecológico inasumible son un ejemplo, igual que los granjeros verticales, que en 2022 resultan cruciales para asegurar el suministro de alimentos que crecen en mitad de las ciudades, en los rascacielos. O los manipuladores meteorológicos, que acabaron con los hombres del tiempo, pero crearon una nueva profesión que lleva la lluvia o el sol allá donde se necesite.



El Ibex 35 arranca el año con una caída del 3% en la semana


El Ibex 35 arranca el año tal como lo dejó 2010, con pleno contagio de la crisis de deuda soberana. El selectivo pierde en la primera semana de 2011 un 3%. Hoy el dato de empleo de diciembre en Estados Unidos ha limitado algo las pérdidas.

La subasta de Portugal a mitad de semana ha recordado a los inversores que en bolsa no se cumple el dicho de “año nuevo, vida nueva”. La emisión se colocó al completo pero con altos intereses que dispararon los diferenciales respecto a l bund alemán y volvieron a desatar los rumores del inevitable rescate a Portugal. El Ibex 35 ha demostrado su debilidad con el sector financiero arrastrando al índice que pierde en la semana un 3% por debajo de los 9.600 puntos.

La jornada de hoy ha sido una prolongación de las dos anteriores con el riesgo país de España y Portugal aumentando hasta máximo de cinco semanas. Las caídas han llegado a ser del 2% cuando el spread de la deuda ha superado los 260 puntos.

El dato de paro de Estados Unidos de diciembre y la robustez de las bolsas estadounidenses han impedido que la cosa fuera a peor. La cifra de empleo ha sido peor de la prevista aunque la tasa de paro se sitúa al 9,4%; pero la revisión al alza de empleo anteriores ha permitido abrir al alza a Wall Street y recuperar los 9.600 puntos al Ibex 35. Al final el descenso es del 1,46%.

En la primera semana el selectivo español se ha convertido en el peor de Europa. El resto de plazas se han anotado subidas en la semana, encabezadas por París, con más de 1,5% al alza.

Sólo tres valores han cerrado en positivo la semana con Iberia registrando una subida del 16%. Los inversores están poniendo en valor la fusión con British Airways y durante estos días los analistas han revisado al alza al valor. En la parte de los descensos destaca la caída de FCC del 10 y de Amadeus del 8%.

La crisis de deuda europea no ha sido ajena a la divisa europea. El euro ha encajado un retroceso del 3% desde que comenzó el año, perdiendo los 1,30 dólares y situándose en mínimos de cuatro meses. Mientras el petróleo Brent rebota con fuerza rozando los 90 dólares el barril tras el fuerte retroceso vivido por las materias en estas primeras jornadas del año .



Wall Street cierra con recortes pero suma un 0,84% en la primera semana del año


La Bolsa de Nueva York despide la semana subiendo un ligero 0,84% a pesar de perder un 0,19% en la sesión. El dato de empleo de diciembre y la caída de los dos principales bancos del país lastran al mercado. La crisis de deuda que vuelve a atormentar a Europa pone la guinda a un pastel con sabor amargo.

Al cierre de la sesión el Dow Jones de Industriales se dejó un 0,19%, hasta los 11.674,76 puntos, mientras que el selectivo Standard & Poor’s cayó un 0,18%, hasta los 1.271,50 puntos. El mercado tecnológico Nasdaq Composite recortó un 0,25%, hasta los 2.703,17 puntos

El mercado neoyorquino no logra sacudirse la tendencia bajista en la última jornada de la semana pero consigue un balance semanal positivo. El Dow Jones despide la primera semana del año con una subida del 0,84%, mientras que el S&P 500 se apunta un 1,10% y el Nasdaq Composite casi logra un ascenso del 2%. Bien distinta fue la situación que se vivió en el Viejo Continente donde el Ibex 35 firmó un mal inicio de año cayendo un 3,03%.

Wall Street hacía frente hoy a la publicación del dato de empleo del mes de diciembre. Y aunque en un primer momento gustó al mercado que la tasa de paro bajara al 9,4%, los inversores no terminaron de digerir que se creara menos empleo del esperado. El Departamento de Trabajo anunció que la economía estadounidense creó 103.000 puestos de trabajo durante el mes pasado que, aunque superan los 71.000 creados en noviembre, no llegan a los 175.000 esperados por el mercado.

Precisamente uno de los protagonistas del día era el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, que tomó la palabra para lanzar un mensaje de calma pero realista. Según sus palabras, “la recuperación económica que comenzó hace un año y medio continúa, aunque de momento, a una tasa insuficiente para reducir significativamente la tasa de desempleo”. Además, también añadió que espera que en los próximos dos años se alcance una tasa cercana al 8%.

De momento en el mercado de divisas sus palabras tuvieron impacto y el euro cedió un 0,7% frente a la moneda norteamericana con lo que se paga a 1,29 dólares. En la otra cara de la moneda el oro volvió a caer situándose en los 1.367 dólares la onza mientras que el crudo caía a ambos lados del Atlánticos de forma que el barril de Brent se dejó un 0,70% hasta los 93,26 dólares y el barril de Texas un 0,40% hasta los 88 dólares.

En el Dow Jones, las farmacéuticas Pfizer (0,88%) y Merck (0,78%) y las petroleras Chevron (0,55%) y Exxon Mobil (0,55%) fueron los mejores valores del día junto con Boeing, que subió un 0,84%. Entre los más bajistas del selectivo destacaban las depreciaciones de los dos principales bancos estadounidenses, JP Morgan y Bank of America que se dejaban un 1,95% y un 1,32% respectivamente que junto con la caída de Travellers (-1,95%) colocaban al sector financiero (-1,56%) como el peor del día. Esos retrocesos se produjeron después de que la corte suprema de Massachussets invalidara ejecuciones inmobiliarias de Wells Fargo y Bancorp.

En el lado empresarial, las redes sociales Facebook y Linkedin se llevaban toda la atención. Facebook comenzará a publicar información financiera para preparar su salida a bolsa en abril de 2012 mientras que Linkedin tiene previsto hacerlo en 2011.



El Nikkei gana 11,28 puntos, el 0,10 %, hasta los 10.541,04 puntos


El índice Nikkei de la Bolsa de Valores de Tokio ganó hoy al cierre 11,28 puntos, o el 0,10 %, hasta situarse en los 10.541,04 puntos.

El índice Topix, que agrupa a todos los valores de la primera sección, subió por su parte 1,91 puntos, el 0,20 %, hasta los 926,42.

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