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miércoles, 16 de febrero de 2011

Prensa 16 febrero

Gobierno y patronal reivindican la moderación salarial ante el tirón del IPC


El IPC escaló otras tres décimas en enero, para situar su tasa interanual en el 3,3%, el máximo desde 2008. En este contexto, CEOE apostó por la moderación salarial, mientras que el titular de Trabajo, Valeriano Gómez, consideró que ésta ya se está consiguiendo con la reforma laboral y el acuerdo en negociación colectiva.

Los precios de consumo siguen su particular escalada en España. La inflación se situó en enero en el 3,3%, según confirmó ayer el Instituto Nacional de Estadística, empujada por la subida del recibo de la luz decretada por el Gobierno. La tasa interanual creció tres décimas respecto a diciembre, y 2,4 de ellas se deben al capítulo de vivienda, que engloba la factura eléctrica de los hogares.

Tras conocerse el dato, CEOE hizo público un comunicado en el que recomendaba seguir con la moderación de los salarios de los últimos meses. Para la patronal sería un "grave error" en términos de competitividad tomar como referencia para la actualización de los salarios la subida "puntual" del IPC en los últimos meses, en clara sintonía con la propuesta presentada por la canciller alemana Angela Merkel. Por su parte, el titular de Trabajo, Valeriano Gómez, reconoció que "España necesita un clima de moderación salarial". Sin embargo consideró que esa contención ya se está propiciando gracias a "la flexibilidad que introduce la reforma laboral y el acuerdo sobre negociación colectiva".

Impacto fiscal

En solo dos meses, el índice de precios de consumo se ha disparado en un punto, recogiendo el alza de los impuestos sobre el tabaco y el encarecimiento de la energía. Según el INE, el IPCA de diciembre, del 2,9%, se hubiera quedado en el 1,7% sin el aumento de los impuestos especiales.

La inflación subyacente, que no recoge en su cómputo la evolución de los alimentos frescos ni la de los energéticos, avanzó una sola décima en enero, hasta el 1,6%, lo que, según las Cámaras de Comercio, "parece indicar que, hasta ahora, los efectos indirectos del incremento de los precios de las materias primas sobre otros productos no están siendo tan pronunciados". Esos temidos efectos de segunda vuelta se podrían concretar por la vía de las negociaciones salariales, que el Banco de España pretende desligar en el futuro de la inflación.

El índice de precios de consumo armonizado (IPCA), que se elabora para su comparación con el resto de países de la Unión Europea, repuntó una décima en enero, hasta situarse en el 3%. El diferencial de inflación respecto a la UE se sitúa así en 1,6 puntos porcentuales, puesto que el IPCA del grupo se encuentra en el 2,4% (dos décimas más que en diciembre).

Este nuevo repunte inflacionista no parece preocupar, de momento, al Banco Central Europeo, que lo circunscribe a la subida de precios energéticos, lo que difiere una posible subida de tipos de interés para la zona euro.

Nuevas ponderaciones

El INE concretó ayer las nuevas ponderaciones de los productos en la cesta de cálculo de la inflación. La vivienda gana medio punto en ponderación global, hasta situarse en 11,7 puntos, mientras que el capítulo de hoteles, cafés y restaurantes cae otro medio, hasta quedar en el 12% del total.

 

La indexación salarial, un mal difícil de atajar


Económicamente, tienen razón. Francia y Alemania querían que la eurozona detuviera la indexación salarial en función de la inflación, con el fin de impulsar la competitividad de los países miembros. Por desgracia, su torpe enfoque no ha hecho más que destrozar lo que era una buena idea. Ojalá no hubiera parecido un intento de las dos grandes potencias de la EU por imponer su voluntad sobre países más pequeños.

En la mayor parte de la eurozona, la indexación es un salto atrás a tiempos aparentemente distantes, cuando los mercados laborales eran rígidos y las economías relativamente inmunes a la competencia extranjera. En los últimos 20 años, las cláusulas que vinculaban automáticamente los salarios a los precios al consumidor han caído poco a poco, primero en el sector privado, luego en el público. Pero se mantienen vigentes en muchos de los llamados países de la periferia, que están o podrían entrar en graves dificultades de deuda. Los mismos que obstaculizan el progreso en Grecia, Italia y España, por ejemplo. La indexación causa enormes problemas de competitividad en estos países. Entre 2002 y 2006, según cifras de la UE, los costes laborales unitarios aumentaron en promedio un 1,6% al año en la eurozona. Cayeron en Alemania, mientras que Francia estaba en consonancia. Pero subieron un 3% al año o más en Grecia, Irlanda, España e Italia.

El fracaso se resume por los brutales intentos de presión franco-alemanes. En primer lugar, los miembros de la eurozona, naturalmente, no quieren cambiar sus leyes para cumplir con lo que ven como una imposición alemana. En segundo lugar, el acuerdo franco-alemán disimula convenientemente el hecho de que el salario y las pensiones mínimas francesas están vinculadas a la inflación. En tercer lugar, el enfoque de "talla única" ignora las amplias diferencias entre los sistemas de indexación de los miembros de la eurozona.

Con los precios empezando a crecer en Europa, la ironía es que el argumento del abandono de la indexación se refuerza, ya que las subidas de los pagos indexados añaden leña al fuego de la inflación. Políticamente se vuelve más difícil, con los Gobiernos y los empleadores afrontando demandas de salarios más altos. Lo ideal sería que la indexación se hubiera retirado hace años, cuando la inflación no se consideraba una amenaza. No es demasiado tarde para actuar, pero tras sus torpes intentos para abordar el problema, franceses y alemanes tendrán que esperar hasta que sus socios de la eurozona sientan la necesidad de acabar con la obsoleta y destructiva práctica.



El 45,3% de los trabajadores que hacen horas extras no las cobran


La proporción de trabajadores que no las cobran supera el 70% en el caso de los profesionales de la información y las comunicaciones.

El 45,3% de los trabajadores asalariados que realizan horas extras en sus empresas no las cobran a final de mes y otro 4,8% perciben sólo una parte, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al cuarto trimestre de 2010.

La proporción de trabajadores que no cobran las horas 'extras' incluso supera el 70% en el caso de las industrias extractivas o en el de los profesionales de la información y las comunicaciones, mientras que en el de las actividades financieras, inmobiliarias o en la educación este porcentaje supera el 85%.

La proporción de trabajadores que se encuentran en esta situación de entre todos los que trabajan más allá de los horarios pactados se incrementó al cierre de 2010 en casi cuatro puntos porcentuales respecto al 41,5% registrado en el mismo periodo del año anterior.

Además, los trabajadores que no cobran las horas extras suponían el 33,8% al cierre de 2007, en los primeros compases de la crisis. Además, el coste medio de cada hora extraordinaria alcanzó en el tercer trimestre (último dato disponible) su nivel más bajo en los tres últimos años (primeros datos publicados por el INE), hasta situarse en 15,06 euros, frente a los 16,3 euros con los que arrancó el año 2010.

De acuerdo con el Estatuto de los Trabajadores, "mediante convenio colectivo, o, en su defecto, contrato individual, se optará entre abonar las horas extraordinarias en la cuantía que se fije, que en ningún caso podrá ser inferior al valor de la hora ordinaria, o compensarlas por tiempos equivalentes de descanso retribuido". Además, añade que "en ausencia de pacto al respecto, se entenderá que las horas extraordinarias realizadas deberán ser compensadas mediante descanso dentro de los cuatro meses siguientes a su realización".

Faltan horas libres para compensar las 'extras'

Por tanto, el 45,3% de los trabajadores asalariados que realizan horas extras en sus empresas sin cobrarlas deberían 'librarlas'. Según el INE, la jornada fijada en convenio durante el tercer trimestre (último dato disponible) fue de 154,2 horas semanales, y las extraordinarias --a recuperar en cobro o en días libres-- fueron de media 0,65 horas por empleado.

Si bien, durante ese periodo se contabilizaron 29,31 horas no trabajadas por empleado, de las que solo un 0,03 se contabilizaron como no trabajadas por compensación de horas extras, una cifra de media muy inferior al promedio de horas 'extras' trabajadas. Por el contrario, cada trabajador perdió en promedio 21 horas en vacaciones, 4,18 por incapacidad temporal, 1,82 en festividades o 1,06 horas por maternidad.

Por último, entre aquellos que cobran las horas y los que deberían librarlas, los datos del INE sumaron un total de 674.000 trabajadores al cierre de 2010, un 4,4% del total, lo que a simple vista parece una cifra baja. Según fuentes sindicales, son más las personas que hacen horas extras, pero que no las cobran y las hacen fuera de lo que marcan los convenios colectivos o los contratos individuales, contraviniendo el Estatuto de los Trabajadores.



La tasa de paro en la OCDE cayó al 8,5 % en diciembre de 2010


La tasa de paro en el conjunto de la OCDE cayó al 8,5% de la población activa el pasado diciembre, un 0,1 punto porcentual menos que el mes anterior, según informó esa organización.

"La tasa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) -que ahora incluye a Chile, Estonia, Israel y Eslovenia- se ha mantenido estable alrededor del 8,5% desde febrero de 2010, a pesar de las tendencias divergentes a nivel nacional".

En el conjunto de la zona euro, la tasa de desempleo fue del 10%, igual que en el mes de diciembre y ligeramente superior al 9,6% del conjunto de la Unión Europea (UE), que también se mantuvo inalterada respecto al mes de noviembre.

En Estados Unidos, el paro registrado en diciembre fue del 9,4%, menor que el 9,8% de noviembre aunque lejos aún del 5,8% registrado de media en 2008.

Alemania fue el único país de la OCDE que registró en diciembre de 2010 una tasa de paro (6,6%) inferior a la alcanzada de media en 2007 (7,3%), dato que se mantuvo inalterado respecto al mes de noviembre y que situó la media anual en el 6,9.

La tasa de España, el país con mayor número de parados de la OCDE, el dato cayó del 20,4% en noviembre al 20,2% en diciembre, por debajo del máximo del 20,6% y cerró con una media anual del 20,1%, lejos del 11,4% registrado de media en 2008 o del 18,1% de 2009.

Para México, el dato fue del 5%, 0,2 puntos porcentuales menos que el 5,2 registrado un mes antes.

Los niveles más elevados de desempleo, además de los de España, se dieron dentro de lo que se conoce como el Club de los países desarrollados en Eslovaquia (14,5%), Irlanda (13,8%), Grecia (12,9% en septiembre, último dato disponible), Hungría (11,7 %) y Portugal (10,9 %).



Jornada de ida y vuelta en el Ibex 35 ante el tropezón macro en EEUU


La jornada prometía más, mucho más de lo que concedió, ante la sorpresa negativa de los datos macro estadounidenses.

El selectivo del mercado español arrancó con alzas, ante la esperanza de que las dos subastas del día, la española y la portuguesa permitieran un nuevo salto hacia arriba. Los datos macro europeos se saldaron mixtos, pero con sesgo positivo y permitieron las subidas hasta los 10.899 puntos que fueron máximos del Ibex 35 a media mañana. Sin embargo, los datos macro de EEUU fueron peores de lo estimado y provocaron los recortes en Wall Street, lo que se tradujo en esa debilidad final del selectivo. El Ibex 35 ha terminado en los 10.826,2 puntos, un 0,48% al alza, con un volumen de negocio bajo, inferior a los 2.000 millones de euros.

Sobre las subastas de deuda explican los analistas de IG Markets: "de nuevo España logra reducir rentabilidades, coloca la cantidad inicialmente prevista y además mejora el ratio de de demanda conocido como “bid to cover”. La subasta de Grecia en línea con la de España, a estas dos se ha unido la de Bélgica que también ha sido positiva. Con esto quitamos un poco de hierro al asunto de la deuda periférica, aunque mañana tenemos la de Portugal y el jueves repite España con lo que estaremos pendientes también de ellas".

La prima de riesgo española cae hasta los 210 puntos con el bund ofreciendo una rentabilidad del 3,28%.

El PIB preliminar del cuarto trimestre en la zona euro, Alemania, Italia y Francia creció, pero menos de lo previsto. Sin embargo, en Alemania, el índice de expectativas económicas ZEW se situó en los 85,2 puntos en el mes de febrero, mejor de lo previsto, lo que compensó de largo el flojo dato de PIB. Además, se conocieron el IPCA en España, que se incrementa hasta el 3,3% en enero, impulsado principalmente por la energía, y el déficit comercial en el área euro aumenta en diciembre tras más de año y media de superávit consecutivos. Por último, Suecia subió tipos hasta el 1,5%, tal y como se esperaba.

Al otro lado del Atlántico hemos tenido numerosos datos macro: quedaron mejor de lo esperado el indicador de manufacturas de la Fed de Nueva York y el informe Redbook de ventas. Por otro lado el importante dato de ventas minoristas ha quedado peor de lo esperado, al igual que los precios de importación. La confianza de los constructores se mantuvo en febrero en los 16 puntos de enero y en línea con las previsiones y los inventarios de negocio subieron en diciembre una décima más de lo estimado.

La paridad euro/dólar se sitúa en las 1,351 unidades, un 0,16% a favor de la moneda única, mientras que el contrato de futuros sobre el brent con próximo vencimiento tiene un precio de 103,2 dólares, un 0,18% al alza.

Por el lado corporativo, los buenos resultados de Barclays animaron al sector bancario europeo y las buenas ventas de Danone, al sector consumo. El banco holandés ING ha vendido por más de 740 millones gran parte de su división de inversión inmobiliaria. Por último, Deutsche Börse y NYSE votaron sí a su fusión, de la que nacerá la mayor compañía gestora de bolsa del mundo, con un valor en bolsa de las empresas que cotizan en ellas que ascendería a 27.926 millones de euros.

Las mayores alzas del selectivo español fueron para los títulos de Sacyr, con más de cuatro puntos porcentuales de subida, seguidos por los de Bankinter, con más de dos puntos y los de BME, con más de punto y medio de gananacias. Por el lado de los recortes, Telecinco perdió más de tres puntos porcentuales, seguida por Abengoa, con más de punto y medio.



Wall Street cierra con mayor descenso en febrero tras fusión con Fráncfort


La Bolsa de Nueva York cerró hoy con su mayor descenso porcentual del mes un día clave para su historia, después de que la empresa gestora del parqué anunciase su acuerdo de fusión con la Bolsa de Fráncfort.

El índice Dow Jones de Industriales, la principal referencia de Wall Street, cerró la jornada con un descenso del 0,34 por ciento, su mayor bajada porcentual de un mes de febrero que había comenzado con una racha alcista que le llevó a avanzar durante ocho jornadas consecutivas.

Algo parecido ocurrió con el selectivo S&P 500 y el índice compuesto del mercado Nasdaq, que cerraron la sesión con sendos descensos del 0,32 y el 0,46 por ciento.

Aunque la noticia que este martes estuvo en boca de todos era la anunciada fusión entre la Bolsa de Nueva York y la de Fráncfort, para crear así la mayor plaza financiera del mundo, el tono bajista de la sesión estuvo determinado por los datos macroeconómicos publicados hoy tanto dentro como fuera de Estados Unidos.

Desde antes de la apertura de la sesión regular en Wall Street los inversores habían recibido con decepción el tímido aumento del 0,3 por ciento de las ventas de los minoristas en Estados Unidos el mes pasado, que supone su incremento más débil desde junio de 2010.

El incremento en ventas, el séptimo mensual consecutivo, fue inferior al esperado por los expertos, que vaticinaban un aumento similar o superior al registrado en diciembre, que fue del 0,5 por ciento.

Ese impulso en el consumo se esperaba por el recorte en las contribuciones a la seguridad social, que se hizo efectivo en enero para aliviar el bolsillo de los consumidores, cuyo gasto representa más de dos tercios del producto interior bruto de este país.

No convenció a los inversores el argumento de que ese tímido avance en las ventas de los minoristas se pudiera haber visto afectado por el aumento del precio de la gasolina y de los fuertes temporales en gran parte del país durante ese mes.

Ese mismo argumento fue utilizado por la mayor empresa de mensajería urgente del mundo, FedEx, que advirtió a Wall Street que las cuentas que presentará mañana estarán afectadas por esos dos factores. Sin embargo, la compañía logró acabar la sesión con un avance del 2,12 por ciento.

Las noticias desde el exterior tampoco animaban a Wall Street, ya que este martes se renovaban los temores sobre la inflación china después de que se conociera que el Índice de Precios al Consumo (IPC) de China aumentó un 4,9 por ciento en enero, respecto al mismo mes del pasado año, tres décimas más que en diciembre.

En un día ya de por sí difícil en el parqué neoyorquino a causa de esos datos macroeconómicos, la noticia de la fusión entre la Bolsa de Nueva York y la de Fráncfort no hacía sino reafirmar la tendencia bajista de la jornada.

Los inversores recibían con reticencia la noticia de que NYSE Euronext, la empresa gestora del parqué neoyorquino, y su competidora alemana Deutsche Börse, que opera la Bolsa de Fráncfort, han llegado a un acuerdo para fusionarse.

A raíz del acuerdo, Deutsche Börse tendrá el 60 por ciento de la nueva empresa -que tendrá una capitalización bursátil de 9.990 millones de dólares-, mientras que NYSE Euronext se quedará con el 40 por ciento restante.

Algunos vieron en esa noticia una señal de que los alemanes se han hecho con el símbolo del capitalismo norteamericano, por lo que el máximo responsable ejecutivo de NYSE Euronext, Duncan Niederauer, no tardó en afirmar que ésta es una "fusión entre iguales".

Las acciones de la empresa gestora del parqué neoyorquino que se negocian en la Bolsa de Nueva York terminaron así el día con un descenso del 3,37 por ciento.

En una jornada en la que no se conocieron resultados empresariales de relevancia en este país, los inversores estuvieron a la espera de que el grupo informático Dell (-1,28 por ciento) presentara los suyos tras el cierre de la sesión.

La tecnológica sorprendió a Wall Street al revelar que ganó 2.635 millones de dólares (1,35 dólares por acción) durante su último ejercicio fiscal, lo que supone un avance del 84 por ciento respecto al anterior, por lo que en las operaciones electrónicas posteriores al cierre subía un 6,04 por ciento.


 
El Nikkei cierra con un avance del 0,57%


El principal indicador de la Bolsa de Tokio, el Nikkei 225,. ha terminado la sesión con un rebote del 0,57%. A media sesión, el Hang Seng de Hong Kong sube un 0,6%.

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