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viernes, 3 de junio de 2011

Prensa 3 junio

Las pensiones de empresa piden valorar la renta fija a vencimiento


Las comisiones de control de los planes de pensiones de 23 empresas e instituciones han solicitado al supervisor que les permita valorar sus inversiones en renta fija a vencimiento. Afirman que la obligación de repreciarlas según la variación de mercado lastra los rendimientos que obtienen de los fondos encomendados.

Los planes de pensiones de promoción empresarial se sienten discriminados frente a otros instrumentos de previsión social complementaria como los seguros colectivos o las mutualidades de previsión social a causa de las normas contables que se les aplican.

Las comisiones de control de los fondos de 23 instituciones ha reclamado a la Dirección General de Seguros (DGS) que se les permita valorar sus inversiones en renta fija a vencimiento en vez de tener que repreciarlas periódicamente en función de las variaciones que sufren estos títulos en el mercado.

La iniciativa ha sido promovida en los últimos meses por los sindicatos CC OO y UGT, presentes en estos órganos de supervisión de los fondos de varios bancos y cajas de peso, así como de Telefónica, Enagás y algunos organismos públicos.

La misiva remitida al supervisor argumenta que los planes "instrumentan compromisos por pensiones nacidos de la negociación colectiva con un horizonte de inversión a largo plazo, con movilidad restringida y donde las aportaciones dependen de la negociación colectiva y no de la voluntad individual".

Para las comisiones de control "la inestabilidad financiera, agravada por la obligación de valorar a precio de mercado, lleva a posiciones de inversión basadas en duraciones cortas". Es decir, la gestión va en sentido contrario a la voluntad del ahorro puesto que "la rentabilidad de los plazos largos en renta fija es superior a la de los cortos".

Los promotores de la propuesta señalan que "debe favorecerse la compra de deuda pública y su mantenimiento a vencimiento para los inversores institucionales con movilidad restringida, desincentivando realizar plusvalías coyunturales que aumentan la tensión sobre los costes de financiación de la deuda soberana".

Los remitentes de la carta argumentan que el cambio normativo puede articularse a través de una orden ministerial y consideran que su postura está respaldada por los criterios divulgados por la Norma Internacional de Contabilidad (NIC), la Comisión Europea (CE) y el Financial Accounting Standards Board (FASB) de EE UU.

Los 'peros' del supervisor

Pero en el Ministerio de Economía no comparten este criterio. Fuentes oficiales de la DGS explican que la propuesta de valorar la renta fija a vencimiento presenta sus propios problemas. Si bien reconocen que es un sistema más estable de contabilidad, plantea dudas cuando es necesario liquidar un plan.

En estos casos es difícil dilucidar a quién se atribuye la plusvalía o la minusvalía generada por los títulos de renta fija liquidados en ese momento pero contabilizados a vencimiento. Como aclaran interlocutores del supervisor, "en estas ocasiones se producen problemas técnicos y tampoco es bueno cambiar los criterios contables solo porque la coyuntura de mercado no es buena".

Para concluir, en la DGS recuerdan que si a las mutualidades de previsión social complementaria y a las sociedades anónimas se les permite valorar a vencimiento las inversiones que en renta fija que se canalizan a través de sus productos es porque se trata de entidades con personalidad jurídica y un patrimonio propio, una característica de la que carecen los fondos de pensiones de promoción empresarial.

Ahorros con un margen de maniobra acotado

Al cierre del primer trimestre los fondos de pensiones manejaban en España cerca de 85.000 millones de euros. De esta cantidad, un 61% correspondía a los planes individuales, otro 37% a los de empleo y el 1% restante a los del sistema asociado. De acuerdo con la patronal Inverco, hay 1.295 fondos individuales, 1.885 empresariales y 210 asociados.

La propuesta lanzada por CC OO y UGT solo afecta a los planes de promoción empresarial porque son los únicos donde se limita el trasvase de fondos entre instrumentos idénticos. Es decir, un partícipe de un plan individual siempre puede mover sus ahorros de un plan de pensiones a otro, pero aquel que forma parte de un fondo de empleo solo puede movilizar su dinero cuando cambia de trabajo, se va al paro o se retira.

Entonces se abre un abanico de supuestos. Si el sujeto pasa a otra empresa con un plan de pensiones propio, puede traspasar ahí sus derechos consolidados. En cambio, si no existe un plan de destino y el sujeto sigue en activo solo puede redirigir el dinero a un plan de pensiones individual si así lo autorizan los estatutos del plan de pensiones que puso en marcha su antiguo empleador.

Los 23 planes de pensiones de promoción empresarial que suscriben la petición remitida a la Dirección General de Seguros (DGS) representan un tercio del patrimonio gestionado por estos instrumentos de previsión empresarial y agrupan a más de 210.000 partícipes.

Los planes de pensiones gozan con carácter general de ventajas fiscales pero son siempre productos ilíquidos. Es decir, no se puede rescatar el dinero ahí acumulado hasta que llega el momento de la jubilación, salvo que el partícipe se encuentre sin trabajo ni subsidio de paro o él o un familiar de primer grado sufran un accidente o enfermedad grave.

Las cifras

31.786 millones de euros manejan los 1.885 planes de empleo existentes en España, según Inverco. Los firmantes de la petición manejan un tercio de este patrimonio.

1,63% es la rentabilidad media anual a tres años de los fondos de empleo. A una década sube al 2,45% y a 20 años, hasta el 6,13%.



Trabajo acelera un decreto de mínimos para la reforma de los convenios


Dos no pactan si uno no quiere. Y, en este caso, los empresarios han decidido que la reforma acordada hasta el lunes pasado se les quedaba muy corta.

Querían más cambios y, sobre todo, más discreccionalidad a la hora de tomar decisiones en las empresas y los sindicatos no estaban, ni mucho menos dispuestos a bendecir sus demandas. El resultado: un nuevo fracaso del diálogo social, que el Gobierno tendrá que solventar llevando al Consejo de Ministros su propia reforma en solitario,

De hecho, los responsables del Ministerio de Trabajo esperaban ya el fracaso de estas conversaciones más tarde o más temprano y, por eso, tienen ya prácticamente redactado el texto de la reforma de la negociación colectiva que llevarán el viernes, 10 de junio, a la reunión ministerial.

La propia secretaria general de Empleo, Mari Luz Rodríguez, esbozó ayer, antes incluso de que se produjera la ruptura efectiva de la negociación, cuales serán los pilares de la futura reforma de los convenios. Según dijo, el Ejecutivo intentará recoger los puntos en los que ya había cierto nivel de consenso entre las partes.

En concreto articuló las nuevas medidas en torno a tres aspectos: en primer lugar el Gobierno quiere "fomentar que haya más negociación en la empresa pero mejor ordenada desde los sectores". Esto supondrá ampliar en la medida de lo posible los contenidos que regularán los convenios empresariales.

En segundo lugar, la reforma del Ejecutivo, propiciará "más flexibilidad interna, pero sin perder los instrumentos de participación de los trabajadores para gestionar dicha moviliad". De esta forma, el Gobierno apostará por las comisiones paritarias en el ámbito de la empresa para dirimir la toma de decisiones sobre la organización interna de la empresa así como los descuelgues salariales (incumplimientos de la subida salarial determinada en el convenio de referencia de ámbito superior).

Y, finalmente, la reforma dará "más dinamismo a la negociación coleciva sin perder cobertura. En este punto Trabajo se ha llegado a plantear incluso la "eliminación" de los convenios provinciales de sector, tal y como ha reconocido en alguna ocasión el ministro de Trabajo, si bien aún se desconoce si se tomará esta medida o simplemente se adelgazarán sus contenidos.

En cuanto a la prórroga de los convenios, todo apunta a que se establecerá un periodo de entre 6 y 18 meses, en función de la duración del convenio, para negociar su renovación y si en ese tiempo no hay acuerdo entre las partes se recurrirá a un mecanismo de arbitraje, similar al existente en la actualidad para la interpretación de los convenios.



Las cajas han destruido 10.000 puestos de trabajo desde principios de 2009


La reestructuración de las cajas de ahorros se ha convertido en una sangría de salidas de empleados. En 27 meses han sido dados de baja 10.000 empleados, que al final del proceso de reestructuración puede llegar a superar los 25.000 puestos de trabajo en menos de cuatro años.

Desde finaes de 2008, cuando empezó tímidamente la crisis en España, ya se han destruido casi 10.000 empleos directos, aunque una parte importante de estas salidas no están incluidas en los planes de ajuste aprobados por las entidades y el Banco de España para su recapitalización, ya que el pistoletazo de salida se produjo a raíz del Real Decreto 11/2010 de julio del año pasado.

De momento, y según los planes puestos en marcha hasta el momento y a los que se sumarán las salidas en CAM y de Unicaja con su fusión con Caja España y Duero, la reducción de plantilla afecta a más de 14.000 empleos, a los que habría que añadir las ampliaciones de los proyectos iniciales que ya están acometiendo varias cajas. Así, desde junio de 2010 y hasta marzo de este año, las salidas efectuadas alcanzan ya los 6.647 trabajadores. Es decir, algo menos de la mitad del ajuste aprobado, según datos de las cajas de ahorros. Esta cifra, no obstante, es aún muy inferior a la que está reclamando en estos momentos el Banco de España.

2008 fue el último ejercicio en el que las cajas seguían creando empleo, y en el que se batió todos los récord en el sector tanto de plantilla como de número de oficinas. Hasta entonces estas entidades habían optado por expandirse por todo el país acompañando a promotoras y constructuras en la etapa del boom inmobiliario. A diferencia de los bancos, las cajas tenían totalmente limitada su expansión fuera de las fronteras españolas.

A finales de 2008 trabajaban directamente en las cajas de ahorros 134.513 personas, según los datos de las propias entidades. A finales de marzo de este año (últimos datos existentes a nivel sectorial) el número se reducía ya a 124.882 empleados. Lo que significa que sin contabilizar aún todo el grueso del ajuste de plantilla y oficinas en el que están inmersas estas firmas, sobre todo las que deben buscar capital, han salido 9.631 trabajadores, lo que supone una disminución del 7,2%.

Pero en tan solo tres meses, de enero a marzo de este año, la destrucción de puestos de trabajo en las cajas se ha acelerado y alcanza los 3.300 empleos, lo que equivale a reducir 1.100 empleos al mes, o si se prefiere 37 trabajos menos diarios.

Bankia, fruto de la unión de Caja Madrid, Bancaja, Caja Ávila, Caja Segovia, Caja Insular de Canarias, Caja Insular de Canarias y Caixa Laietana, tiene previsto prejubilar a unos 4.000 empleados. Es el grueso de las salidas del sector. No en vano, se ha convertido en la tercera entidad financiera del sistema financiero español, adelantando a La Caixa.

Cajastur con CCM y sus socias Extremadura y Cantabria, está a la espera de que Trabajo apruebe su ERE para que salgan del grupo 1.227 empleados, el 17% de la plantilla. Mientras que de la Caja del Mediterráneo (CAM), anterior socio de este grupo, saldrán otros 800 trabajadores.

Otras salidas que aún están por especificar, pero que pueden ascender a unas 800 o 1.000, es en Unicaja y Caja España Duero, ahora en proceso de fusión. En la segunda entidad ya ha realizado un ajuste superior a los 800 empleados.

Catalunya Caixa, Banca Cívica y Novacaixagalicia tienen en marcha procesos para recortar más de 1.000 puestos de trabajo en cada una de ellas.

El ritmo de reducción de oficinas es aún mayor, según las mismas fuentes. Desde cierre de 2008 hasta marzo de este año se han clausurado 2.593 oficinas. Esto es, un 10,6% menos en 27 meses.

Como en el caso de la destrucción de empleo, de enero a marzo se ha acelerado el proceso de reestructuración por exigencia del Banco de España y se han cerrado 863 oficinas, lo que supone clausurar diariamente 10 sucursales.

Cada prejubilación en el sector tiene un coste de unos 350.000 euros por empleo (ver Cinco Días del 26 de mayo).



Leves descensos para el Ibex 35 a pesar de la buena colocación de deuda


El Ibex 35 ha terminado con leves descensos una sesión que pudo haber sido más bajista dado el castigo de la agencia de calificación financiera Moody's a Grecia.

La cosa no fue a peor porque la subasta española se saldó de forma positiva, pero los datos macro estadounidenses alejaron posteriormente la puerta a un cierre plano o positivo. El Ibex 35 ha terminado en los 10.261 puntos, un 0,76% a la baja, tras marcar mínimos del día en los 10.214 puntos.

En realidad, Grecia aportaba noticias negativas y positivas. Por un lado, la bajada de tres escalones del rating de Grecia por parte de Moody's y, por otro, el país heleno parece que tendría preparado un nuevo plan de austeridad por valor de 6.400 millones para este año, con bajadas de impuestos menores excepciones, con rápidas privatizaciones y recortes de gastos. Por otra parte, Reuters señala que mañana se presentará un informe sobre el cumplimiento de los compromisos de Grecia para recibir un nuevo tramo de ayudas del FMI.

Compensaba estas incertidumbres sobre el país mediterráneo la subasta de deuda española. El Tesoro ha adjudicado 2.752 millones a un tipo marginal del 4,051%. En la pasada subasta de abril los intereses se situaban al 3,061%. El importe solicitado ha ascendido a 6.847 millones. El incremento de la demanda ha sido significativo con un ratio de cobertura de 2,48 veces frente al 1,79 veces.

La prima de riesgo española se sitúa en los 229 puntos básicos, con el bund alemán ofreciendo una rentabilidad del 2,98% y el CDS español en los 252 puntos.

Desde el punto de vista macro, lo más destacado fueron los datos referentes al mercado laboral español. En este sentido, el número de parados registrados se situó al finalizar mayo en 4,18 millones de personas, tras bajar en 79.701 desempleados, con un descenso porcentual del 1,87% respecto al mes de abril.

No obstante, el peso de la agenda macro recaía sobre los datos de Estados Unidos. Los pedidos de fábrica bajaron en mayo un 1,2%, desde el repunte del 3,8% en abril y frente a una previsión del -1%; las peticiones semanales de subsidio por desempleo alcanzaron las 422.000 demandas la semana pasada desde las 428.000 anteriores y frente a las 417.000 previstas; y la productividad durante el primer trimestre se situó en el 1,8% frente al 1,6% anterior y el 1,7% estimado.

Como reacción a estos datos, la paridad euro/dólar favorece al euro en un 0,7%, hasta las 1,443 unidades, con el oro en los 1.539,50 dólares, un 0,37% más.

Por otro lado, los inventarios semanales de petróleo en EEUU subieron en 2,87 millones de barriles, los de gasolina 2,55 millones, en tanto que los de refinados cayeron en 970.000 barriles. Así, el contrato de futuros sobre el brent con próximo vencimiento tiene un precio de 115,5 dólares, un 0,8% al alza.

En lo que respecta a los valores más destacados del selectivo español, Abengoa fue el único con ganancias de más de dos puntos porcentuales, y Mediaset el único por encima del punto porcentual. Por el lado de los recortes, Bankinter, Arcelor Mittal y Gamesa superaron los dos puntos porcentuales.

Mañana viernes se publican los datos más esperados de la semana. Se prevé que la economía americana haya generado 200.000 puestos de trabajo en mayo, por debajo de la media de los últimos tres meses (233.000). La tasa de desempleo apenas se reduciría en -0,1 puntos porcentuales, hasta el 8,9%. Por su parte, el ISM de servicios debería avanzar en mayo, en contra de lo esperado en el componente manufacturero, hasta 54,5 (52,8 en abril), tras la caída recogida en servicios en abril. En la Eurozona también veremos los PMIs de servicios finales de mayo, sin que se espere variación frente al dato preliminar (54,8 estimado) y con las correspondientes publicaciones en España, Alemania o Francia. En China también conoceremos el PMI de servicios de mayo.



Wall Street minimiza sus pérdidas a pesar de Moody’s y el empleo


Los principales índices de Wall Street remontaron posiciones en el tramo final de la jornada aunque no evitaron cerrar con ligeras pérdidas. El mercado hacía frente a una difícil jornada que comenzaba con un decepcionante dato de paro semanal y terminaba con el aviso de Moody’s al Gobierno estadounidense y a la banca. Finalmente, los inversores optaron por la prudencia antes de conocer la tasa de paro que se publicará mañana.

Al cierre de la penúltima sesión de la semana, Wall Street suavizó sus pérdidas en el tramo final. El Dow Jones, que llegó a perder la cota de los 12.200 puntos durante la tarde, acabó con pérdidas del 0,34%, hasta los 12.248,55 puntos, mientras que el selectivo Standard & Poor’s, que también cayó por debajo de los 1.300 puntos durante la jornada, cedió un 0,12%, hasta los 1.312,94 puntos. El índice tecnológico Nasdaq avanzó un 0,15%, hasta las 2.773,31 unidades.

Aunque el mercado cerró prácticamente plano, en el último tramo de la jornada los indicadores neoyorquinos se desplomaban cerca de un punto porcentual al conocer que la agencia de calificación crediticia Moody’s advertía a la mayor economía del mundo del “pequeño pero creciente” riesgo de impago si el Gobierno y el partido republicano no llegan a un acuerdo para levantar el límite de deuda antes de julio.

Poco antes, la misma agencia también amenazaba al sector bancario. Citigroup (0,91%), Bank of America (0,44%) y Wells Fargo (0,74%) podrían sufrir una rebaja en su calificación si el Gobierno retira el inusual respaldo del que ahora disfruta el sector. A pesar del “susto”, las acciones los tres pesos pesados de la banca norteamericana terminaron la sesión al alza.

Sin salir del sector, Goldman Sachs también acaparó la atención de los inversores. La entidad cedió más de un 1% después de la demanda que le interpuso la Fiscalía de Nueva York por su actuación durante la crisis financiera.

Con estas malas noticias el dólar sufrió una nueva jornada de depreciación en el mercado de divisas. El euro cotizó por encima de los 1,45 dólares, mientras que el petróleo Texas protagonizó una sesión muy volátil para acabar con un leve repunte del 0,37%, en los 100,66 dólares el barril. El crudo de referencia en Estados Unidos llegó a cotizar por debajo de los 98 dólares en algunos momentos de la sesión. Por su parte, el barril de Brent subió más de un 1%, hasta los 115 dólares el barril. El oro, en cambio, cedió más de un punto porcentual, hasta los 1.528,35 dólares la onza, su mayor caída de las tres últimas semanas.

La agenda macro no acompaña

En el apartado macroeconómico, las cifras de desempleo no lograron convencer esta semana. Las solicitudes de subsidio por desempleo bajaron hasta las 422.000, y aunque son 2.000 menos que la semana pasada, no cumplen con las expectativas del consenso de analistas que esperaba que descendieran hasta las 417.000 solicitudes.

Por su parte, los pedidos a fábrica caían un 1,2% en el mes de abril frente al descenso de un punto porcentual estimado por los expertos tras la menor demanda de aviones que Japón ha hecho tras el terremoto. En cambio, la productividad de las empresas en Estados Unidos subió un 1,8% durante el primer trimestre del año frente al ascenso del 1,7% previsto por el mercado.

Movimientos

En el Dow Jones, destacaron los ascensos de Caterpillar (0,94%), Alcoa (0,68%), Boeing (0,45%), BofA (0,44%) e Intel (0,36%); mientras que los títulos de Wal-Mart (-,38%), Chevron (-1,34%), Coca Cola (-1,14%) y Kraft (-0,89%) fueron los más bajistas.

En el apartado empresarial, la noticia vino de la mano del portal de compras colectivas Groupon que prepara su salida a bolsa mediante una operación por la que pretende ingresar unos 750 millones de dólares, más de doble de los 352 millones recaudados por Linkedin en su debut.



El Nikkei cierra con una caída del 0,66%


El principal indicador de la Bolsa de Tokio, el Nikkei 225, ha terminado la sesión con una caída del 0,66%, arrastrado por el mal tono de Wall Street, donde los principales indicadores finalizaron a la baja. A media sesión, el Hang Seng de HOng Kong baja un 0,4%.

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