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jueves, 29 de septiembre de 2011

Prensa 29 septiembre

El IPC eleva una décima su tasa anual en septiembre, hasta el 3,1%


El Indice de Precios de Consumo (IPC) situó en septiembre su tasa anual en el 3,1%, una décima más que en el mes anterior, según el indicador adelantado sobre la evolución de precios en España publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

De esta forma, la tasa anual del IPC avanzó en septiembre tras cuatro meses consecutivos a la baja. Según ha explicado el INE, esta subida de los precios se ha debido al encarecimiento de los carburantes y lubricantes y del tabaco.

De hecho, las principales compañías tabaqueras han elevado tras el verano los precios de sus marcas más relevantes para descontar una posible subida de impuestos al tabaco que, finalmente y hasta la fecha, no se ha producido. Por su parte, el Indice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) alcanzó el pasado mes de septiembre el 3%, tasa tres décimas superior a la registrada en agosto.

El INE inició a principios de año la difusión del indicador adelantado del IPC tras introducir una serie de cambios en el IPC armonizado, que han hecho que las diferencias entre ambos, antes mínimas, se acentúen. El organismo estadístico ha recordado que los indicadores adelantados sólo proporcionan información orientativa, de tal forma que no tienen por qué coincidir con los datos definitivos, que se publicarán el próximo 11 de octubre.



El rechazo de trabajadores y empresarios marca el estreno del contrato temporal


Cuando puso límite al encadenamiento de los contratos temporales, en 2006, el Gobierno lo hizo con la intención reducir la precariedad laboral. Tan solo cinco años después, esa inestabilidad se ha convertido en un deseo, en el reflejo de un mercado laboral gravemente enfermo necesitado de terapias de choque, sobre todo para los jóvenes. Pero el remedio que el Ejecutivo ha pretendido insuflar en el sistema con la reforma laboral que resucita la interinidad indefinida (al menos hasta el 31 de diciembre de 2013) no ha gustado a casi nadie y hasta ha puesto de acuerdo a empresarios y trabajadores en su rechazo frontal. A falta de conocer cómo repercutirá en las dramáticas estadísticas del paro, EL PAÍS inicia hoy una serie de entrevistas a los principales afectados por esta medida, aprobada también gracias a la abstención del PP en el Congreso.

El objetivo del ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, es claro. Lo anunció la última semana de agosto, cuando el Consejo de Ministros adoptó la reforma. “Preferimos tener un trabajador temporal antes que un parado”, dijo, y CEOE y Cepyme ya tenían lista su reacción. El mensaje de los empresarios también es sencillo. El Gobierno ha “perdido una oportunidad” de reactivar el mercado laboral al no contemplar modificaciones relativas al contrato a tiempo parcial. Fuentes de la patronal insisten en que este modelo permitiría “acercarnos a la regulación de otros países y de manera que se presente como una alternativa adecuada a la contratación temporal", que consideran "menos justificada”.

Los autónomos también han rechazado la reforma por carecer de medidas que fomenten el autoempleo. Desde la Federación de Trabajadores Autónomos (ATA) apuntan que, por ejemplo, “se debería haber establecido una bonificación del 100% de la cuota a la seguridad para los jóvenes” que quieran abrir una actividad. Según Lorenzo Amor, presidente de la organización, “se ha echado en falta un plan que facilite la incorporación de los jóvenes al empleo autónomo”. Por ello, consideran, “no conseguirá reducir el número de parados ni generar empleo estable”.

Muchos expertos tampoco ven muy acertado este cambio en el modelo de contratación. El análisis del economista Florentino Felgueroso, docente de la Universidad de Oviedo e investigador de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), es sintomático porque refleja una opinión bastante difundida. En primer lugar, explica, “la reforma supone un paso en una dirección contraria a la que venimos siguiendo, y también un paso en una dirección equivocada”. A su juicio, se trata de un retroceso en la contratación ("se empleaba ya antes de la crisis y no funcionó") y “una forma de forma de evitar lo ineludible, es decir, la reforma de la negociación colectiva y el contrato único”. La medida puede convertirse, en definitiva, en una “forma para mantener precario el empleo”.

Menos estabilidad

La postura de los sindicatos, si bien varía en los matices, comparte fondo y pesimismo. Las centrales no cuentan, de momento, con una estimación de las consecuencias concretas de la recién aprobada reforma laboral, aunque sí vaticinan que, como han defendido desde el inicio, ni ayudará a la creación de más puestos de trabajo, ni dará estabilidad al empleo. Tanto para CC OO como para UGT es prematuro y resulta complicado saber cómo repercutirá exactamente.

Para el secretario de Acción sindical de UGT, Toni Ferrer, el único dato referenciable es el de los cuatro puntos en los que se rebajó la temporalidad tras la reforma de 2006, cuando se limitó el encadenamiento de contratos temporales. Sin embargo, la situación económica era muy diferente a la actual y, a su juicio, no se puede pensar que la consecuencia de la nueva reforma únicamente será la de la subida en cuatro puntos de la temporalidad porque, tal como apunta, el “stock” actual de temporales ya es de más de un millón y las medidas no llevarán a los empresarios a recuperar todos estos puestos.

Ferrer sostiene además que la nueva reforma “externaliza los costes empresariales y los desvía al erario público” por lo que, a su juicio, incluso podría existir una competencia desleal entre los empresarios que se acojan a la reforma, con un coste social cero, y los que lo hicieron acarreando con un gasto social. “Es tanto como hacer una llamada a que todo el empleo sea temporal”, sentencia.

Para CC OO, la reforma solo contribuirá que el “fraude” que estaban cometiendo los empresarios (despidiendo después de un año y diez meses de contratos temporales para no tener que convertirlo en indefinido y volviendo a contratar poco después) desaparezca. “Ahora ya podrán seguir encadenando”, señalan fuentes del sindicato. La secretaria de Empleo de CC OO, Paloma López, sostiene que aunque los contratos temporales que se convertían en indefinidos no son muchos, “algunos había”. Según los datos que maneja el sindicato, en 2011, hasta el mes de agosto, se habían convertido en indefinidos 294.000 contratos que, en parte, proceden de la limitación del encadenamiento de los temporales y que, con la aplicación de la reforma, seguirían como temporales. Sin embargo, López indica que no es posible conocer exactamente cuántos contratos temporales se han convertido en indefinidos por el límite del encadenamiento.



El Gobierno plantea incentivar a los desempleados de más de 55 años que acepten un sueldo inferior al paro


El Ejecutivo plantea incentivos en la cotización o en el salario a los parados mayores de 55 años que acepten un trabajo con un sueldo inferior a la prestación del desempleo.

PlayEl Gobierno va a despedir la legislatura con una batería de medidas para combatir el paro de los trabajadores de mayor edad; de 55 años en adelante. Un grupo social muy afectado por el desempleo de larga duración –con más de un año sin trabajo¬– debido a las enormes dificultades que tiene su inserción laboral. La mayoría procede de los expedientes de regulación laboral (ERE) y las empresas se resisten a contratar a gente de tan elevada edad y que llevan uno o más años sin la disciplina y el hábito de trabajar.

Todas las reformas para colocar a estos trabajadores forman parte de la Estrategia Española del Empleo 2012-2014 que el Gobierno está discutiendo con las comunidades autónomas, la patronal y los sindicatos. El Ejecutivo tiene previsto aprobar este plan, al que ha tenido acceso EXPANSIÓN, antes del próximo 31 de octubre, según la secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez.

Precisamente, en relación con los expedientes de regulación de empleo, el Gobierno quiere implantar una medida relevante. Se trata de “prohibir” en los ERE las cláusulas que hacen incompatible que el trabajador despedido por una empresa no pueda tener empleo en otra compañía de la competencia o determinadas ocupaciones por su cuenta. En estos casos, la cláusula suele penalizar al trabajador con la pérdida de las prestaciones que recibe por estar en el ERE.

Un absurdo

Esta fórmula es relativamente frecuente. Sobre todo, en compañías de sectores teconológicos o especializados, como Telefónica o RTVE. Hasta el punto de que el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, se ha convertido en un acérrimo defensor de su supresión porque considera que, en muchas ocasiones, “se da el absurdo de que una persona no puede trabajar cuando es perfectamente válida y con un nivel de profesionalidad muy bueno”.

El Ejecutivo señala, además, que “este tipo de cláusulas pueden dar lugar a situaciones de economía irregular porque desincentivan que el trabajador busque colocación ante el riesgo de que sea temporal y no pueda retornar a los derechos adquiridos en el ERE”.

Precisamente, el Ejecutivo plantea una reforma importante en los convenios en relación con los propios obstáculos que ha levantado la misma legislación para impedir la continuidad de la vida laboral. El Gobierno pide a la patronal y a los sindicatos que estudien la eliminación de las cláusulas de los convenios colectivos que obligan a los trabajadores a jubilarse a los 65 años.

Trabajo se da cuenta ahora de que esta cláusula, que exige a las empresas que, a cambio, creen empleo o transformen temporales en indefinidos, no tiene sentido cuando se trata de retrasar la edad de jubilación. Precisamente, la reciente reforma de la Seguridad Social regula que, a partir de 2013, y hasta 2027, la jubilación pasará, de forma paulatina, desde los 65 a los 67 años.

Claro que también hay muchos casos de parados que no aceptan una oferta de trabajo porque el salario es un poco superior, o inferior, a la cuantía de la prestación contributiva del paro que están percibiendo. Para estos casos, el Gobierno plantea varias alternativas. La primera, completar la cotización del parado que acepte un empleo de este tipo para que no pierda pensión en el futuro.

Hay que tener en cuenta que cuando una persona está en el paro, los Servicios Públicos contribuyen por ella a la Seguridad Social por la base mínima. El Ejecutivo plantea también complementar el salario que perciba el trabajador en su nueva empresa hasta una cuantía equivalente al 125% de la prestación que recibía.

Arsenal de medidas contra el paro

Terminar con la prohibición de trabajar después del ERE. El Gobierno quiere “prohibir” las cláusulas que en algunas regulaciones de empleo impiden trabajar en la competencia a los despedidos durante un cierto tiempo.

Eliminar la jubilación obligatoria de los convenios. Trabajo plantea a la patronal y a los sindicatos suprimir las cláusulas de los convenios que establecen la jubilación obligatoria a los 65 años.

Aceptar un trabajo con un salario más bajo que la prestación. Para ello, el Ejecutivo plantea complementar la cotización del parado que acepta este tipo de trabajo o elevar el salario hasta un 25% por encima de la prestación.

Fomento del autónomo. Los desempleados mayores de 55 años que se conviertan en autónomos podrán cobrar de una vez, y con este fin, toda la prestación por desempleo.

Asesores de jóvenes emprendedores. Los desempleados de amplia expriencia profesional podrán asesorar a los jóvenes emprendedores que quieran montar un negocio.

La prestación para fundar un negocio

La dificultad de los parados de mayor edad para colocarse lleva al Gobierno a dar un paso sin precedentes en los últimos veinte años. Autorizar a estas personas a percibir –capitalizar– la totalidad de la prestación por desempleo a la que tengan derecho para “autoemplearse como trabajadores autónomos”.

Actualmente, para este fin Trabajo sólo autoriza a percibir el 80% de la prestación.En esta línea, el Ejecutivo quiere que las cooperativas que incorporen como socios trabajadores a mayores de 55 años tengan el mismo trato en cuanto a las bonificaciones de cotizaciones sociales que tienen el resto de las empresas. Precisamente, las compañías que contratan a trabajadores entre 55 y 59 años ya tienen fuertes ayudas en la contribución a la Seguridad Social, incluida la exoneración total.

Junto a todo ello, el Gobierno quiere que los Servicios Públicos de Empleo de las comunidades autónomas –el antiguo Inem– puedan contar “con la colaboración voluntaria” de los desempleados “que dispongan de amplia experiencia profesional, como asesores y tutores de nuevos proyectos empresariales promovidos por jóvenes”. Incluso, piensa en corresponderles “con compensaciones o estímulos económicos de acompañamiento a la prestación que ya tienen”.



El crédito será más escaso y caro tras Basilea III, según S&P


La nueva regulación bancaria sobre riesgos y requisitos de capital contenida en Basilea III tendrá un impacto más negativo sobre las empresas europeas que sobre las estadounidenses dada la mayor dependencia de las primeras de los bancos como fuente de financiación. Así lo asegura Standard & Poor's (S&P) que cifra ese incremento de costes entre un 10% y un 20% en el caso de Europa, frente a una banda estimada de entre el 8% y el 15% para Estados Unidos.

Peor aún pueden ser sus consecuencias si su entrada en vigor, prevista para 2018, se precipita. "Si la presión de los mercados hace que su implementación se haga más rápido de lo previsto y las autoridades no lo manejan con cuidado, existe el riesgo de que se corte el grifo del crédito", advierte Blaise Ganguin, jefe de crédito para Europa de la agencia de calificación.

El informe de la agencia de calificación subraya que esa normativa, así como la que se aplicará a las aseguradoras -conocida como Solvencia II-, "provocará un cambio sustancial en el comportamiento de prestamistas y acreedores y provocarán profundos cambios en los mercados de capitales".

Recorte de plazos

Entre esos cambios, Ganguin augura un considerable recorte en los plazos de los créditos, un factor de estabilidad decisivo para empresas de materias primas, transporte o eléctricas, entre otras. "Dudo que vayamos a ver en el futuro préstamos con un horizonte de 10 años o superior", señala el analista, "y si están disponibles serán muchísimo más caros".

Basilea III aumenta considerablemente los requisitos de capital exigidos para los acreedores de menor "calidad" crediticia, lo que puede llevar a bancos y aseguradoras "a pensarse si prestan a determinados segmentos del mercado", como pueden ser las pequeñas y medianas empresas, algo que ya está sucediendo. De ahí que en Standard & Poor's estén observando que cada vez más pymes solicitan una calificación del riesgo por parte de la agencia, con el fin de poder recurrir al mercado o a inversores institucionales en lugar de depender solo de los bancos.

Asimismo, S&P advierte que los bancos tendrán que aumentar considerablemente el precio de esos préstamos para mantener la misma rentabilidad con un sobrecoste para las empresas.



Francia suprime 30.000 empleos públicos y eleva los impuestos a las rentas altas


Tras los severos planes de austeridad, aumento de impuestos y recortes sociales de Grecia, Portugal, Irlanda e Italia, ahora Francia someterá a sus ciudadanos a un duro ajuste para 2012.

Ni las economías más desarrolladas como la francesa que parecían haber resistido el envite de la crisis financiera por su menor exposición inmobiliaria están a salvo de los planes de recortes que planifican los gobiernos para reducir el déficit público y dar credibilidad a los inversores en plena crisis de deuda en la zona euro.

La decisión politica de realizar ajustes e imponer recortes con subidas de impuestos practicada por los gobiernos europeos, en lo que se denominan planes de austeridad, ha recibido críticas por parte de los analistas financieros que comparan estas politicas –a su juicio erróneas- con el fracaso de las mismas medidas tomadas por Japón a comienzos de la década de los noventa donde tras los ajustes no pudo retomar el crecimiento económico porque los ajustes impidieron la reactivacion de la demanda interna y del consumo.

Ante este panorama, el gobierno francés del primer ministro conservador François Fillon ha cumplido su promesa y hoy ha presentado un duro ajuste presupuestario para el ejercicio de 2012, entre los que se encuentran medidas como la supresión de más de 30.000 empleos en el sector público

Subida de impuestos, nuevas tasas para los que ingresen más de un millón de euros al año, nuevos gravámenes para las industrias contaminantes...son algunos de los planes de ajuste anunciados hoy por la ministra del presupuesto, Valérie Pécresse, en Paris.

"Nuestro objetivo con el presupuesto de 2012 es dar confianza a los mercados para que Francia mantenga su nota de solvencia financiera situada en la triple A y para ello debemos situarnos en un plan de austeridad", ha comentado a este redactor un alto cargo del ministerio de Finanzas de Bercy.

La idea que se ha instalado en el último gobierno del presidente Nicolas Sarkozy en un año 2012 en que se celebrarán las elecciones presidenciales es clara: Francia no puede gastar ni un euro de forma inútil. Para cumplir con este objetivo los principales indicadores macroeconómicos del país se basan en que el déficit presupuestario se sitúe en 80.800 millones de euros el año que viene, lo que se reduciría respecto de los 95.000 millones de 2011.

Cabe destacar que Francia no ha presentado ningún presupuesto con superávit desde el año 1974. En cuanto al déficit público, el gobierno francés pretende que se reduzca desde el 5,7% del Producto Interior Bruto (PIB) este ejercicio al 4,5% en 2012 y al 3% en 2013 en consonancia con los mandatos de la Comisión Europea. Estos datos no serán suficientes para reducer la deuda pública de Francia que a finales del año próximo representará casi el 88% del PIB, en un país donde el crecimiento se ha basado en las últimas décadas en el Estado como motor de la economía y el incremento de la deuda como base para financiar el crecimiento, las inversiones públicas y la protección social.

Para lograr estos objetivos, el Estado prevé reducir el gasto y aumentar los ingresos con más y nuevos impuestos que reportaran alrededor de 45.000 millones de euros a las arcas públicas. El aumento de los impuestos directos que deberán soportar los contribuyentes supondrán unos ingresos para el Estado de 2.800 millones de euros, lo que seguramente afectará al ánimo de las clases medias y trabajadoras que en pleno año electoral podrán castigar a Sarkozy si éste finalmente se presenta a la reelección.

Por su parte, lo socialistas ya han anunciado que se oponen a fijar un techo de gasto como pretendía el presidente porque comprometería futuras partidas sociales. De hecho, con el giro histórico hacia la izquierda del Senado, Sarkozy no podrá aprobar la reforma constitucional sobre este techo de gasto como pretendía al necesitar una mayoría de tres quintas partes en el Parlamento.

Principales medidas en el presupuesto de 2012

El proyecto presupuestario para el año próximo incluye una nueva tasa del 3% de forma escalonada que se aplicará a los contribuyentes que ingresen mas de 500.000 euros por año para un soltero y para un millón de euros para una pareja. Además se incluyen otros aumentos impositivos como: una nueva tasa para las bebidas carbonatadas y azucaradas (no se incluyen las bebidas light o bajas en calorias) y esta tasa será de un céntimo de euro por una lata de 33 centilitros. Una nueva tasa que alcanzará hasta el 0,12% de la facturación para las empresas industriales más contaminantes se pondrá en marcha en 2012 y también se subirán impuestos especiales como los que gravan el Tabaco en una media del 6%.

La economía francesa no crece

El proyecto presupuestario se ha conocido el mismo día en que el gobierno ha hecho publico que el segundo trimestre no ha significado ningún crecimiento, en contraste con la fuerte expansión del 0,9% observada en los tres primeros meses del año, según los datos revisados del Instituto Nacional de Estadística de Francia (INSEE).

El principal motivo para este mal dato se encuentra en el retroceso (-0,7%) experimentado por el gasto de los consumidores, frente a la expansión del 0,4% del primer trimestre. En total, la demanda interna (excluidas las existencias) contribuyó negativamente a la evolución del PIB este trimestre (-0,3 puntos, frente a los 0,5 puntos del primer trimestre).

Las importaciones disminuyeron un 0,9%, en contraste con el incremento del 3,2% registrado en los tres primeros meses del año, mientras que las exportaciones se mantuvieron estables. En consecuencia, la contribución al crecimiento fue positiva en el segundo trimestre (0,3 puntos frente a -0,5 puntos del trimestre anterior). Por último, los cambios en las existencias de las empresas no contribuyeron a la variación de la actividad económica, al contrario que en los tres primeros meses del año, cuando aportaron ocho décimas.



El Ibex 35 intenta consolidar los 8.500 puntos con el empuje de Wall Street


Wall Street, tras unos minutos de indefinición, se decanta por las subidas y ponen a las bolsas europeas en verde. El Ibex 35 intenta consolidar el nivel de 8.500, clave para proseguir el rally.

Los inspectores de la UE y el FMI regresan a Atenas, la canciller alemana expresa su apoyo a Grecia y el presidente de la Comisión Europea dice que el país no saldrá de la zona euro. La puntilla la daba un portavoz del Ejecutivo comunitario, al anunciar que habrá una reunión extraordinaria del Eurogrupo "pronto" para decidir si desbloquea el próximo tramo de ayuda a Grecia. Los inversores acogían con entusiasmo estas noticias a media sesión, pero el pesimismo ha ido extendiéndose a primera hora de la tarde. Las bolsas se mueven a golpe de titular de los líderes políticos.

A Nueva York, también le ha costado definirse. Los principales índices suben alrededor de un 1%, lo que está permitiendo al Ibex y al Dax Alemán volver a las subidas. Solo el Footsie permanece en rojo.

En ese contexto, la prima de riesgo española subía ligeramente y se situaba en 305 puntos tras haber bajado hasta los 300 puntos básicos a media sesión.

El mercado de divisas también se veía afectado por estos titubeos, aunque por el momento el euro seguía en verde respecto al dólar, en torno a los 1,3635 'billetes verdes'.

A media sesión, el Banco Santander y BBVA tiraban del selectivo con repuntes del 0,45% y del 0,3%, respectivamente. Telefónica se anotaba un 0,49% y Bankinter, un 0,05%. Sin embargo, OHL es la compañía que mejor se está comportando, con subidas por encima del 3% tras anunciar un contrato por 1.000 en el túnel del Bósforo.

En el terreno del rojo, Mediaset cedía un 1,61%, Amadeus, un 0,85% y Técnicas Reunidas, un 0,74%, IAG, un 0,73%, y Abengoa caía un 0,25%.

Desde el punto de vista técnico, Josep Codina, analista de finanzas.com destacaba que el Ibex "no pondrá en riesgo el avance en tanto no se pierdan los 8.200 puntos".

Más allá de cualquier noticia relacionada con Grecia, los inversores estarán atentos en las próximas horas a Estados Unidos, donde se publicarán las solicitudes de hipotecas durante la semana pasada, así como los pedidos de bienes duraderos del mes de agosto, donde se espera un descenso del 0,2%, que contrasta con la subida del 4% que marcó en julio. El Departamento de Energía dará a conocer los inventarios de petróleo correspondientes a la semana pasada.



Wall Street baja el 1,61% en el Dow Jones de Industriales


Wall Street se deshizo hoy totalmente de las ganancias que registró durante la primera mitad de la jornada y finalmente el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, bajó el 1,61% mientras se sigue con cautela la situación de la zona euro.

Ese índice, que agrupa a treinta de las mayores empresas cotizadas en Estados Unidos, restó 179,79 puntos para terminar en 11.010,9 unidades, a las puertas de la barrera psicológica de los 11.000 puntos.

Incluso mayores fueron las pérdidas de las otras dos principales referencias de Wall Street: el selectivo S&P 500 perdió el 2,07 % (-24,32 puntos) hasta 1.151,06 y el índice compuesto del mercado Nasdaq cedió el 2,17 % (-55,25 puntos) para terminar en las 2.491,58 unidades.

El parqué neoyorquino, que había iniciado la jornada con sólidos ascensos cercanos al punto porcentual, fue perdiendo ese rumbo a medida que fue avanzando la jornada y se afianzó en terreno negativo en la recta final de la sesión, con lo que interrumpió la tendencia alcista de los tres últimos días.

El cambio de rumbo en la jornada se produjo mientras los inversores se decantaron por mantener la cautela respecto a la situación de la crisis de deuda de la zona euro, un día en el que la "troika" comenzó a verificar si Grecia cumple con sus compromisos de ahorro para desbloquear el tramo de ayudas que evite la suspensión de pagos del país.

Los inversores se encuentran además a la espera de que mañana el Parlamento alemán (Bundestag) someta a votación la ampliación el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, que hoy ratificó el parlamento finlandés.

Por otro lado, el protagonista de la jornada en Wall Street fue Amazon, que revolucionó hoy el mercado de las tabletas electrónicas al presentar su "Kindle Fire", un dispositivo que se puede comprar a partir de 199 dólares y que busca competir con otras tecnologías del mismo tipo como el iPad de Apple.

La presentación de la nueva tableta de la tienda por internet provocó una subida del 2,36 % de sus acciones en el mercado Nasdaq, mientras que Apple bajó el 0,59 % y Barnes & Noble, creador del lector Nook, cayó el 6,89 %.

Todos y cada uno de los componentes del Dow Jones cerraron en terreno negativo, liderados por Bank of America (-4,94 %), el productor de aluminio Alcoa (-4,91 %), el grupo 3M (-3,51 %), el banco JPMorgan Chase (-3,48 %), el fabricante de maquinaria pesada Caterpillar (-3,33 %) y la química DuPont (-3,24 %).

En otros mercados, el precio del barril crudo de Texas bajó un 3,83 % hasta 81,21 dólares, el oro bajó con fuerza hasta los 1.618,1 dólares la onza, el dólar subía frente al euro (que se cambiaba por 1,3558 dólares) y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a diez años avanzaba hasta el 1,99 %.



El Nikkei sube el 0,99 por ciento, hasta los 8.701,23 puntos


El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró hoy con una subida de 85,58 puntos, el 0,99 por ciento, y quedó en 8.701,23 puntos.

El índice Topix, que agrupa a todos los valores de la primera sección, ganó 8,23 puntos, el 1,09 por ciento, hasta 762,30 enteros.

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