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viernes, 9 de diciembre de 2011

Prensa 9 diciembre

La crisis aúpa de nuevo a 30.000 millones el gasto por desempleo


El agravamiento de la crisis y la mayor destrucción de empleo han provocado que el gasto público por prestaciones de desempleo vuelva a repuntar y vaya a alcanzar los 30.000 millones, según los últimos cálculos del Gobierno en funciones para cierre del año.

Hace 18 meses, cuando se estaban elaborando los Presupuestos del Estado para 2011, los técnicos de los Ministerios de Trabajo y de Economía y Hacienda eran razonablemente optimistas, respecto a la evolución del gasto en protección por desempleo. En un entorno que se presuponía de constante recuperación económica, era de esperar una menor factura de esta partida presupuestaria respecto a la etapa más dura de la crisis (2009), en donde se había superado ampliamente los 34.000 millones de euros anuales. La evolución en los primeros meses de 2011 albergó cierta esperanza de que esto se fuera a producir así. De hecho, el gasto mensual en prestaciones pasó de los 2.691 millones de enero a 2.363 millones en junio, debido tanto al freno en la destrucción de empleo como a que, lamentablemente, a una parte creciente de beneficiarios se les empezaba a agotar su derecho a prestación. Este "ahorro" de 300 millones al mes era muy importante para las arcas del Estado por cuanto, de haberse prolongado un año habría dado un colchón de casi 4.000 millones a las cuentas de la administración central, vital en momentos en los que flanquean los recursos tributarios y el superávit de la Seguridad Social se tambalea.

Este optimismo, sin embargo se ha venido abajo en los últimos meses. El jarro de agua fría que han supuesto los datos de septiembre, octubre y noviembre tanto de afiliación a la Seguridad Social como de paro registrado en los servicios públicos de empleo, vislumbra un panorama sombrío que ya está empezando a afectar a la partida de prestaciones. Aunque Trabajo solo tiene computados datos acumulados de enero a octubre (25.000 millones), los técnicos de la administración ya han elaborado un informe de estimaciones para fin de año en donde admiten que el gasto volverá a alcanzar los 30.000 millones en términos acumulados a 31 de diciembre.

Inversión, sin hueco

Para hacerse una idea de la sangría que ello supone basta con recordar que el Estado dedica ahora tres veces más al gasto por desempleo que a inversiones productivas como las infraestructuras. Es más, las partidas para actuaciones de "carácter económico" (excluido el gasto comprometido) apenas alcanzan los 32.000 millones anuales, similar a la factura por desempleo.

En el último mes del que se dispone de datos desagregados (octubre), el gasto en prestaciones fue de 2.461 millones, de los que la mitad va a prestaciones contributivas y el resto a subsidios y a financiar la renta activa de inserción (los 420 euros que se suministra a los que han agotado la prestación ordinaria, a cambio de formación). La prestación media contributiva apenas llega a 858 euros al mes.

El aumento de beneficiarios, un 2,6% en octubre, hasta los 2,8 millones, muestra la nueva fase destrucción del empleo en que se encuentra España, que no afecta por igual a la población activa. Así, la mayor parte de los nuevos perceptores son hombres. Por edades, los jóvenes siguen siendo los más débiles. Con todo, la peor parte se lo llevan los 1,7 millones de parados que no tienen cobertura. De hecho, la tasa de cobertura, según la mide Trabajo, cayó en octubre al 67,7% ocho puntos menos que el 75,3% de un año antes. El drama continúa.



España es el país de la UE con más trabajadores sobrecualificados para su puesto


El 31% de los trabajadores españoles están sobrecualificados, es decir, tienen un nivel de formación superior al que exige su empleo. Se trata de la tasa más alta de toda la UE y supera ampliamente la media comunitaria, que se sitúa en el 19%.

Tras España, Irlanda (con el 29%) y Chipre (27%) son los Estados miembros con mayor porcentaje de trabajadores sobrecualificados, frente a República Checa y Eslovenia (7%), que registran las tasas más bajas, según un estudio de la focina estadística Eurostat.

En los grandes países de la eurozona, la tasa de sobrecualificación entre los adultos de edades comprendidas entre 25 y 54 años se sitúa alrededor de la media de la UE, excepto en el caso de Italia donde es muy inferior (13%). Alemania y Reino Unido alcanzan el 20%, y Francia registra el 19%. Los datos de Eurostat corresponden al año 2008.

La sobrecualificación es todavía más grave en el caso de los trabajadores extranjeros en España, colectivo en el que alcanza el 58%. Sólo los trabajadores extranjeros en Grecia sufren una tasa de sobrecualificación superior (62%).

El informe de Eurostat resalta las grandes diferencias en España -y también en el resto de Estados miembros- entre los trabajadores nativos y los extranjeros, no sólo en materia de sobrecualificación sino en cuanto a riesgo de pobreza (que afecta al 18% de los nativos y al 32% de los extranjeros) o la probabilidad de residir en una vivienda hacinada (3% frente a 12%).



El BCE quiere salarios de menos de 400 euros en España y 'minijobs' frente al paro juvenil


El pasado mes de agosto el Banco Central Europeo (BCE) exigió al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero una “devaluación competitiva” de los salarios, así como la creación de una nueva categoría laboral con un sueldo máximo de 400 euros y acciones contra el paro juvenil.

El presidente entrante del Gobierno, Mariano Rajoy, desveló el pasado jueves el contenido de la misiva que el BCE envió en verano al Ejecutivo de Zapatero. En dicha carta se exigía a España una serie de medidas de ajuste presupuestario y económico a cambio de reactivar el programa de compra de deuda española. Entre las medidas que el regulador europeo pretendía implantar destaca la implantación de ‘minijobs’ (mini empleos), con un sueldo máximo de 400 euros, cantidad inferior a los 641,4 euros del actual Salario Mínimo Interprofesional en España. Se trataría de empleos de “escasa consideración” donde el trabajador no paga impuestos y cotiza en la seguridad social de forma voluntaria.

Rajoy aseguró que tuvo conocimiento de la carta por distintas fuentes del Ejecutivo socialista y que en su momento transmitió su intención de usar el documento del BCE como hoja de ruta durante su gestión al frente del Gobierno. El objetivo del líder popular es entrar en el grupo de cabeza del euro.

PSOE y PP empezaron a aplicar las medidas exigidas por el BCE en la reforma de la Constitución para limitar el déficit que ambos partidos políticos pactaron y cuyo desarrollo legislativo será una de las primeras normas que los populares aprobarán una vez se constituya el Gobierno de Rajoy a finales de diciembre.

Contrato de indemnización creciente

De cara a la reforma laboral, Rajoy siempre se ha mostrado partidario de ligar salarios y productividad, una de las principales fuentes de disensión entre patronal y sindicatos, dentro de su apuesta por la 'flexibilidad' de la negociación colectiva, para lo que además considera necesario priorizar los convenios empresariales sobre los sectoriales.

El PP ya ha anunciado su intención de simplificar la tipología de contratos laborales. En este sentido, son partidarios de estimular el uso del contrato a tiempo parcial, el del fomento del empleo de indemnización de 33 días y de crear una nueva modalidad en el que la compensación por extinción de contrato sea creciente, hasta los 20 días, en función de la antigüedad.



El coste por hora trabajada se dispara hasta el 4,5% en el tercer trimestre


El coste por hora trabajada, corregido el efecto calendario y estacionalidad, subió un 3,3% en el tercer trimestre respecto al mismo periodo de 2010, según el Índice de Coste Laboral Armonizado (ICLA) que publica hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Sin corregir los efectos de calendario y esatcionalidad, el coste por hora trabajada aumentó un 4,5% entre julio y septiembre, respecto al mismo periodo de 2010.

El crecimiento del coste por hora trabajada registrado en el tercer trimestre del año contrasta con la caída de casi un 2% que experimentó en el mismo periodo de 2010 y con el repunte de algo más de un 1% del segundo trimestre de este año.

La actividad que registró la mayor subida del coste laboral fue el comercio al por mayor y al por menor, con un alza interanual del 8,4% (un 8,8% si no se eliminan los efectos de calendario).

Estos costes solo bajaron en las actividades profesionales, científicas y técnicas, el 1,1% y en las sanitarias y de servicios sociales, el 0,1%; aunque si no se eliminan los efectos de calendario subieron el 1,6%.

En las actividades financieras y de seguros, el coste laboral subió un 5,3% respecto al tercer trimestre de 2010, un 7,7 % sin eliminar el efecto de la estacionalidad; en las administrativas y servicios auxiliares el 4,9% (6,3%) y en la Hostelería el 4,7% (5,4%).

El coste laboral en las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento aumentó el 4,5% (6,5%); en la construcción el 3,9% (5,4%); en el suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación el 3,8% (5,4%) y en las industrias extractivas y las actividades inmobiliarias el 3,1% respectivamente (1,1% y 4%).

Por detrás se situó el coste de la industria manufacturera, que subió el 2,7% (4,1%); de otros servicios, el 2,3% (3,1%) y en el suministro de energía eléctrica, gas vapor y aire acondicionado y en información y comunicaciones, el alza fue del 1,6% en cada caso (2,8% y 3,5%, respectivamente, sin corregir el efecto calendario).

Las actividades que registraron las menores subidas del coste laboral se registraron en la Administración pública y defensa; Seguridad Social obligatoria, el 1% (3,5%); en la Educación, el 0,6% (3,6%) y en transporte y almacenamiento, el 0,5% (1,4%).

Según el INE, el principal objetivo del Índice de Coste Laboral Armonizado es proporcionar una medida común, comparable y oportuna de los costes laborales para toda la Unión Europea que permita un seguimiento de la evolución de dichos costes.



UGT asegura que más de 1,7 millones de parados carecen de cobertura económica


Más de 1,7 millones de parados no tienen cobertura económica según UGT, que alerta además de que en octubre aumentaron un 2,4 % los beneficiarios de prestaciones de desempleo contributivas, lo que provoca que se esté produciendo una segunda fase de destrucción de empleo en el mercado de trabajo.

UGT ha elaborado un informe sobre desempleo, colocaciones y prestaciones en el que se destaca que en octubre pasado se registraron 1.303.150 perceptores de prestaciones por desempleo contributivas, frente a los 1.272.296 de septiembre de 2011.

De esos más de 1,3 millones de beneficiarios, 636.773 se convirtieron en perceptores porque fueron despedidos (el 21,8% más que un mes antes), 12.573 por sentencia del juzgado (el 32,2% más) y 4.693 por acta de conciliación (el 30,3% más).

UGT también resalta que no sólo aumentó en octubre el volumen de beneficiarios, sino también las altas iniciales de prestaciones contributivas (un 14,3%), hasta las 180.790.

Al respecto, el sindicato que lidera Cándido Méndez explica que la mayor parte de los perceptores son hombres, mientras que siguen siendo los jóvenes los más perjudicados por el paro.

Otro de los datos que destaca el sindicato de su informe es que la tasa de cobertura por desempleo sigue descendiendo peligrosamente más de 7,2 puntos en un sólo año, hasta el actual 60,5%.

Ante este escenario, UGT considera que la prioridad del nuevo Gobierno es, desde el diálogo y la concertación, colocar al empleo en el centro de su política, así como la protección de los desempleados.



La ortodoxia de Draghi hunde un 2,12% al Ibex pese al recorte de tipos


La tensión que se vive en los mercados en esta semana crucial para la supervivencia de la zona euro se ha dejado sentir hoy en las bolsas europeas hoy con una gran intensidad. El Ibex 35 se ha desplomado un 2,12% en la antesala de la madre de todas las cumbres, perdiendo el nivel de los 8.500 puntos, después de que el Banco Central Europeo descartara que una mayor integración fiscal de la zona del euro vaya a desembocar en un programa más ambicioso de compra de deuda soberana por parte del instituto emisor (el bazuca que desean los mercados para acabar con la crisis de la deuda). De poco ha servido el recorte del precio del dinero en un cuarto de punto a ojos de los inversores, que han optado por vender en todas las plazas europeas.

Las bolsas europeas han vivido las primeras horas de la jornada de hoy en una especie de calma chicha, cotizando prácticamente planas, a la espera de la evolución de los acontecimientos en Fráncfort, Marsella (donde se celebra la cumbre previa de líderes del Partido Popular) y Bruselas.

Pero tras la calma, ha llegado la tempestad. La fiesta ha comenzado pasada la una de la tarde, cuando el BCE ha anunciado un recorte de tipos de un cuarto de punto, medida que los mercados han acogido con frialdad debido a que ya la daban por descontado. Poco después, el líder del Eurobanco, Mario Draghi, ha comparecido ante la prensa para explicar el resultado de la reunión y ha anunciado nuevas medidas para facilitar el acceso del sector bancario europeo a la liquidez. Este segundo anuncio sí ha servido para calentar un poco los ánimos, pero enseguida se ha visto desinflado cuando Draghi ha enfriado las expectativas de mayores compras de bonos soberanos por parte del organismo, argumentando que no lo impiden los tratados europeos.

En ese momento, ha comenzado la fiebre vendedora, que no ha hecho más que acelerarse a última hora de la sesión, cuando se la agencia Reuters ha filtrado las necesidades de capital de la banca, que en el caso de las cinco entidades sistémicas españolas (Santander, BBVA, Popular, BFA-Bankia y La Caixa) asciende a 26.200 millones.

En este contexto, los títulos de BBVA perdieron un 3,13% y los de Santander, un 2%. También dentro del Ibex, Iberdrola se dejó un 2,49%, Telefónica cedió un 1,83% y Repsol, un 1,56%. Los únicos valores que salvaron el rojo fueron Sabadell, que se disparó un 4,27% tras adjudicarse la CAM por un euro, Grifols (+0,28%), IAG (+0,06%) y OHL (+0,03%).

Las caídas se extendieron en el resto de parqués de Europa, con el Cac de París a la cabeza de las pérdidas, al dejarse un 2,4%. El Dax de Franfort cedió un 1,9% y el Footsie de Londres, un 1%.

Las tensiones también se han disparado en los mercados de deuda, donde la prima de riesgo italiana volvía a superar ampliamente los 400 puntos, situándose en los 444 puntos, mientras que la española se colocaba en 379.

Asimismo, el euro perdió posiciones respecto al dólar, y al cierre de la jornada el cambio se estableció en 1,3302 billetes verdes.



Wall Street recela de Europa, pierde un 1,63% y abandona los 12.000 puntos


Venía sucediendo durante toda la semana: los inversores norteamericanos se encuentran muy pendientes de los movimientos que se reproducen en el seno de la Unión Europea. Y en esta ocasión, no ha sido menos. Si entre el lunes y el miércoles, el Dow Jones se contenía a la hora de adquirir títulos, hoy, los invesores han preferido deshacer posiciones a la espera de lo que finalmente se decida mañana viernes, cuando, precisamense, se hace público un importante dato de desempleo en EE.UU.

El principal índice de Wall Street se ha dejado finalmente un 1,63%, y finalizó la sesión en los 11.997 puntos. El Dow Jones pierde, de nuevo, la referencia psicológica de los 12.000, que había recuperado precisamente hace siete días. Solamente en esta última sesión, el índice estadounidense ha perdido más que las plusvalías generadas desde que comenzara el mes de diciembre. Mantiene, por ahora, un saldo negativo en este último mes del ejercicio.

En ningún momento de la sesión, los inversores norteamericanos optaron por las compras. De hecho, a medida que avanzaba la jornada, la caída del Dow Jones se hacía más patente. Todos los sectores que componen el "industrial" perdieron posiciones. Y, en especial, los relacionados con materias primas, que llegó a ceder casi un 3,50%. En el caso de la banca, los títulos financieros se dejaron, en su conjunto, más de un 2,60%.

Los valores que más terreno cedieron fueron precisamente los financieros, con JP Morgan (-5,24%) a la cabeza, seguidos por los de otro banco, Bank of America (-5,09%). Ambos títulos rompen con la buena evolución registrada en sesiones anteriores. También cayeron con fuerza otros como Alcoa (-4,34%), Intel (-3,74%) y Du Pont (-3,29%).

El único valor que se situó en positivo fue el de McDonald´s (0,49%). Mientras que los que menos perdieron fueron los de Coca-Cola (-0,07%), Kraft (-0,55%) y Boeing (-0,61%).

En el resto de índices del mercado norteamericano, el S&P-500 también cedió un 1,62%, mientras que el Nasdaq industrial cayó casi un 2%. El precio del barril de West Texas (de referencia en EE.UU.) cedió más de un 2% hasta caer por debajo de los 99 dólares. Y el euro se cambiaba por 1,34 dólares.



El Nikkei baja por las dudas sobre papel del BCE en la crisis de la eurozona


La Bolsa de Tokio cerró la semana con una pronunciada caída en medio de la renovada inquietud ante la situación en la zona euro y las dudas sobre el papel del Banco Central Europeo (BCE) en la resolución de la crisis.

El selectivo Nikkei cayó 128,12 puntos, o el 1,48 por ciento, hasta situarse en 8.536,46 puntos, mientras el Topix, que reúne todos los valores de la primera sección, cayó 6,99 puntos, o el 0,94 por ciento, hasta 738,12 puntos.

A la cabeza de las pérdidas el sector de las aseguradoras; seguido del inmobiliario y el de las casas de valores; entre los pocos que ganaron terreno estuvieron el de transporte aéreo, el textil y el de la construcción.

El hecho de que el presidente del BCE, Mario Draghi, se mostrara el jueves reacio a la posibilidad de adquirir más bonos de la zona euro redujo las expectativas del mercado sobre el papel de la entidad a la hora de solventar la crisis en la región.

"Había muchas esperanzas de que el BCE hiciera movimientos más agresivos, especialmente después de que los seis principales bancos centrales del mundo acordaran a finales del mes pasado una acción concertada para inyectar liquidez en los mercados", indicó Masatoshi Sato, analista de Mizuho Investors, a la agencia local Kyodo.

En la segunda mitad de la sesión, los inversores recibieron con cautela las informaciones desde Bruselas que apuntaban al acuerdo de los miembros de la eurozona para fortalecer la disciplina fiscal durante la Cumbre de la UE.

"Hasta ahora la Cumbre no ha logrado cumplir las expectativas, pero los inversores no van a comprar o vender de forma activa hasta que se conozcan las conclusiones finales", indicó a Kyodo por su parte Hiroichi Nishi, de SMBC Nikko Securities.

Entre los valores exportadores, cayeron con fuerza grupos como Sony, que perdió un 3,3 por ciento, o Panasonic, que se dejó un 2,8 por ciento.

Las financieras también retrocedieron y Nomura Holdings cedió un 3 por ciento, mientras Daiwa Securities se dejó un 3,4 por ciento.

A contracorriente, el grupo textil Teijin avanzó un 1,2 por ciento entre informaciones de un acuerdo con General Motors sobre tejidos de fibra de carbono.

En la primera sección perdieron terreno 950 valores, al tiempo que subieron 553 y otros 160 concluyeron sin variación.

El volumen de negociación ascendió a 2.570,42 millones de acciones, por encima de los 1.737,81 millones de la víspera.

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