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lunes, 14 de mayo de 2012

Prensa 14 mayo


Sociólogos y economistas proponen la jubilación progresiva


El presente y el futuro de la jubilación es un debate de realidades e intereses dispares. La crisis, la situación del mercado laboral, los puntos de vista en muchas ocasiones contrapuestos entre el Estado y los empresarios llevan a análisis excesivamente apegados al presente. Se arrincona el planteamiento a futuro y el impacto de una sociedad que envejece. Y también se orilla el lado psicológico, sociológico y la repercusión de la pérdida de capital intelectual que supone el abandono del trabajo por parte de los mayores.

Hay coincidencia entre los sociólogos a la hora de considerar absurda la obligatoriedad de la jubilación (las edades varían en función de cada país de la UE). Pau Miret, sociólogo e investigador del Centre d'Estudis Demogràfics (UAB), señala que se tendría que eliminar la edad máxima para que fuese el trabajador el que eligiese cuándo abandona el mercado laboral. La jubilación supone una pérdida de capacidad adquisitiva y un cambio importante en la trayectoria vital, que convendría pilotar -en un escenario de normalidad ahora inexistente- personalmente.

Pero no sólo desde la sociología se defienden estas tesis. En una Unión Europea caracterizada por una mayor y mejor esperanza de vida, la edad media real de jubilación es de 61 años. Es una foto con algo de movimiento, ya que la crisis económica está llevando a los gobiernos a modificar esta realidad, pero un movimiento insuficiente según los analistas económicos. En un nuevo y prolijo estudio realizado desde el Iese por el profesor Antonio Dávila para la Comisión Europea se señala que los trabajadores mayores que elijan mantenerse en activos laboralmente van a ser vitales para la economía. Bajo el título Golden workers (trabajadores dorados, o de oro), el informe advierte de la necesidad de mejorar los entornos -en todos los niveles- laborales para retener a esta población mayor, que ahora las empresas quieren quitarse de encima por su mayor coste.

No se trata de hacer una apología del trabajo, ya que lo que muchos desean (en el caso de que conserven su empleo) es jubilarse y cobrar una pensión, sino de mirar hacia un futuro próximo: la economía y la sociedad han cambiado y se necesitan fórmulas flexibles. El descenso de la natalidad, el aumento de la esperanza de vida y el incremento de su calidad dejan obsoleta la relación trabajo-cronología. Desde que se creó la Seguridad Social (1967) esta esperanza ha aumentado más de un lustro -hoy los 70 años se corresponden a los 65 de no hace tanto-. Entendida la jubilación como un derecho, y no una obligación, lo ideal, señala Pau Miret, es que se camine hacia una jubilación flexible; es decir, que el profesional siga aportando conocimiento aunque sea a tiempo parcial. Legalmente, la posibilidad existe -en España se puede trabajar hasta los 70 años y aplicar una reducción de jornada-, el problema es que casi no se practica -salvo los autónomos-.

El estudio del Iese parte de la constatación de que en el 2050 un tercio de la población europea tendrá 60 años o más, lo que puede impactar profundamente en la sostenibilidad del sistema de pensiones. Ante esta proyección, se intentan aportar ideas para desarrollar y se desmontan los "mitos discriminatorios" que vinculan a los mayores con falta de eficacia y productividad. Además de defender el aumento la edad de la jubilación, se apuesta por introducir de facto el retiro por fases o parcial, así como reducir el coste de la seguridad social de los más mayores para las empresas. Esto choca con el menú de los últimos años, que ha sido el de las prejubilaciones masivas -actualmente los gobiernos han puesto coto-, el interés de las empresas por quitarse de encima a los trabajadores más caros, que son normalmente los veteranos.

El estudio del profesor Dávila indica que la discriminación por edad es una de las mayores barreras para la empleabilidad de los mayores, cuando en realidad las investigaciones no han encontrado diferencias relevantes con respecto a lo que aportan los trabajadores jóvenes. Si bien la capacidad de realizar algunas labores físicas y algunas funciones mentales pueden menguar, señala el informe, las personas mayores son mejores en el uso del lenguaje, a la hora de procesar problemas complejos en situaciones extremas y en el control de las emociones. También se subraya que el absentismo no aumenta con la edad. Se reclama así un entorno físico adecuado en el trabajo y que se ofrezca formación en lo que se refiere a las nuevas tecnologías para evitar unas de las principales causas de retiro: la desmotivación al verse relegado.

Puede parecer que el informe del Iese es excesivamente economicista, pero, sea casual o no, muchos planteamientos coinciden con aquellos en los que el individuo es el centro del análisis. El grupo de investigación de Sociología del Envejecimiento de la Universitat Jaume I ha elaborado un estudio en el que defiende la opción de retirarse temporalmente de la vida laboral en el momento que cada persona considere más oportuno (estudios, paternidad, viajes...) y no obligatoriamente al final del ciclo. O sea, propone combinar el trabajo con ciclos de descanso en el que se "consuma" parte de la pensión.

La flexibilidad es clave para afrontar el futuro, pero las teorías chocan con los rígidos usos y costumbres. Las estructuras vitales están cambiando o, por lo menos, el anhelo de tener una vida en la que se equilibre simultáneamente el trabajo, la familia, la educación y el ocio y que estos no sean tramos secuenciales. Aquí está la propuesta de los Golden workers.



El paro en la OCDE creció en 13 millones entre 2008 y 2011


El número de desempleados en los 34 países de la OCDE aumentó en 13 millones entre el cuarto trimestre de 2011 y el segundo trimestre de 2008, momento que precedió el inicio de la crisis financiera, según informó hoy la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

En total, 528 millones de personas tenían un empleo en la zona OCDE en el cuarto trimestre de 2011, dos millones menos que en el segundo semestre de 2008, precisó en un comunicado.

Grecia, Irlanda y España fueron los países en los que el índice de desempleo creció más notoriamente y perdió ocho puntos o más de porcentaje, mientras que Estados Unidos cayó más de cuatro puntos, Canadá y la zona Euro algo menos de dos, y Japón medio punto.

Los únicos países que mostraron un índice de empleo sensiblemente superior a finales de 2011 respecto al inicio de la crisis fueron Chile (4,2 puntos), Alemania (3,4) y Turquía (3,8), resaltó la OCDE.

Subrayó, igualmente, que en ese mismo período, la población en edad activa -de 15 a 64 años- aumentó en 17 millones y el número de personas sin empleo que no buscaba empleo, la "población inactiva", aumentó en seis millones.

Lo que se tradujo en una baja de 1,6 puntos del porcentaje de empleo en el cuarto trimestre del año, con un 64,9 por ciento de la población activa de la OCDE empleada, respecto al segundo trimestre de 2008, cuando trabajaba un 66,5 por ciento.

En la zona euro esta tasa era a finales de 2011 de 64,1 %, en contraste con España (56,8 %) y Francia (73,2 %), mientras que en México era de 60,9 %, en Canadá de 71,8 %, en Japón de 70,4 % y en Estados Unidos alcanzaba el 66,8 %.

De otro lado, el índice de desempleo juvenil bajo más de 15 puntos de porcentaje en Irlanda y España y un 10 por ciento o más en Dinamarca, Grecia, Islandia y Portugal, precisó la OCDE.

Agregó que en casi todos los países de la zona, la crisis del empleo afectó más severamente a los hombres, al bajar desde su inició en 2008 2,6 puntos de porcentaje, frente al 0,7 de las mujeres.

Tuvo igualmente más repercusiones en los jóvenes, entre quienes el empleo retrocedió 3,3 puntos de porcentaje, que en las personas en edad "muy activa", de entre 25 y 54 años, para las que el retroceso fue de 1,7 de puntos de porcentaje.



Un mundo con trabajo


Aquí hay trabajo de sobra. ¡Varios de mis amigos han venido y a los dos días lo han encontrado!". Carlos M. tiene 26 años y un empleo que le encanta en una tienda londinense. Cansado del paro y de un país que no deja de destruir puestos de trabajo, este mallorquín aficionado al fútbol se despidió de España en 2011. Todavía no ha vuelto. "Me animó a venir un amigo", recuerda desde Inglaterra. Llegó y empezó el reparto de currículos. Sin apenas inglés y sin un título universitario. Con ganas, muchas ganas. Y a la tercera entrevista, llegó la vencida: "Entré en la plantilla de Hamleys, una juguetería muy famosa".

Carlos es un número más en una estadística que no deja de crecer. Con una tasa de paro del 24,44%, la mayor de Europa, y un máximo histórico de 5.639.500 desempleados en la última Encuesta de Población Activa, la opción de emigrar gana enteros: ya viven en el extranjero 1,8 millones de españoles, cuando en 2009 había 1,4 millones, según los últimos datos disponibles en el Instituto Nacional de Estadística (INE), que elabora este censo desde hace cuatro años. Otras dos estadísticas confirman la tendencia de España, que de país inmigrante pasa a ser un país de emigrantes: la de población, cada vez más estancada, y la de remesas recibidas desde el exterior.

Tras un crecimiento fortísimo en los últimos años de la década de los noventa, España solo ganó en 2011 22.497 residentes, hasta situarse en 47.212.990 personas, con una caída del número de extranjeros del 0,7%. Y el dinero que los trabajadores que residen en otros países envían hacia España batió su máximo en 2011, al alcanzar 5.702 millones de euros, casi un 6% más, según el Banco de España.

"El mundo demanda españoles", asegura María José Martín, directora de atracción y gestión de talento de Manpower, empresa de trabajo temporal de Estados Unidos con 130 oficinas en España. Pese a que se han perdido alrededor de 50 millones de empleos desde el inicio de la crisis, según un informe de la Organización Mundial del Trabajo, al igual que el resto de expertos consultados para este reportaje, Martín observa oportunidades en un mercado laboral cada vez más globalizado. "La economía no deja de moverse", explica en una conversación telefónica. "Las empresas se extienden y, por eso, necesitan talento. Lo buscan allí donde lo haya y saben que España, con más de cinco millones de parados, tiene una gran cartera de profesionales disponibles".

¿Y dónde hay trabajo?, le preguntamos. "Tanto en empresas internacionales como en multinacionales españolas", asegura la ejecutiva de Manpower. "Los candidatos deben saber idiomas".

Martín explica que el mundo demanda, sobre todo, licenciados y técnicos -el 80% de los parados españoles carece de título universitario-. "Ingenieros, informáticos, enfermeros, profesionales del sector aeronáutico y electromecánico, expertos en tecnologías de la información…", enumera. Más difícil lo tienen los trabajadores sin formación. "El 80% de los que se van fuera tienen titulación universitaria. Al resto le diría que lo tiene muy mal si quiere marcharse y que nunca es tarde para formarse. Les recomendaría que no miren solo páginas de ofertas de España, sino de otros países, sobre todo de la Unión Europea".

"Hay reclutamientos masivos en países europeos para empleos temporales", confirma Pepa Moleón, jefa del servicio de orientación profesional Eures, la red de movilidad profesional de la Unión Europea. "Se piden agricultores para la vendimia francesa, por ejemplo, y desde Alemania se solicitan empaquetadores de octubre a diciembre", informa.

La red Eures conecta a los servicios de empleo de los países del Espacio Económico Europeo (los 27 Estados de la Unión Europea más Islandia, Noruega y Liechtenstein). Es una opción para los españoles que quieran emplear su derecho a la libre circulación y trabajar en la Unión. Moleón recomienda que antes consulten la página web de Eures y que se acerquen a su oficina de empleo más cercana. Allí le pondrán en contacto con un consejero de la red que le informará sobre las ofertas que surgen en los distintos países -no hay datos sobre el número anual que gestiona este servicio-. "Eso sí", concluye la directiva de Eures, "las ofertas suelen ser para empleos cualificados, y el candidato difícilmente encontrará trabajo sin nociones de una lengua extranjera".

Otras migraciones

Tras empujar durante años de la economía, la construcción ha perdido alrededor de 1,5 millones de empleos en España, según datos oficiales. El país que llegó a iniciar 900.000 viviendas en 2006 acumula ahora 800.000 inmuebles sin vender. César Castel, director de operaciones de Adecco Profesional, admite que los albañiles sin títulos que justifiquen su formación también tienen "muy complicado" encontrar un trabajo más allá de la frontera. Los países con grandes construcciones demandan arquitectos e ingenieros, no obreros. "Esa es la gran diferencia con migraciones anteriores (en referencia a las que se produjeron durante todo el siglo XX, hasta finales de los ochenta)", explica el alto cargo de la empresa de trabajo temporal, con oficinas en 60 países. "En situaciones desesperadas, uno puede plantearse pillar la mochila y marcharse, aunque es casi inútil sin formación".

Castel señala que países europeos como República Checa y Polonia y africanos como Senegal y Argelia viven "unos años de gran desarrollo de sus infraestructuras públicas". Carreteras, aeropuertos, edificios... "Eso da oportunidades profesionales a los parados de la construcción: al ingeniero, al arquitecto, al oficial, al encofrador...". ¿Por qué no al albañil? La respuesta es sencilla: "Ya los tienen en casa".

Como el resto de los expertos consultados, Castel defiende que emigrar no es la respuesta a todos los problemas pese a que la televisión se empeñe en lo contrario. "Desde Adecco no recomendamos a todo el mundo que se marche. Eso de llegar y triunfar no es habitual", explica. Primero hay que superar las fronteras, los visados, los permisos de trabajo. Luego, conseguir un empleo en tiempos de crisis. "En todos los países abunda la destrucción de puestos de trabajo. El que se va tiene que competir con el local en formación o experiencia. No es nada fácil".

Universitarios

Marie Anne Reynell, coordinadora del área internacional de la Fundación Empresa de la Universidad de Navarra, recibe "todos los días" en su despacho a estudiantes que quieren dejar España, algo que antes era solo para "aventureros", recuerda. Reynell les asesora, les explica las ofertas disponibles y les recomienda los mejores destinos. "Y les digo: 'Muy bien, es buena idea eso de marcharse, pero que sepas que es muy duro. Los primeros días lo pasarás mal. Tendrás que buscar otro empleo para las noches porque es carísimo vivir en Londres o en París. Y no sabes cómo de intenso es el ritmo de trabajo en Nueva York".

El número de solicitudes de becas que llegan a su departamento para emplearse en el extranjero se ha triplicado. Reynell recibe ofertas de trabajo para becarios de empresas de Chile, Perú, Malasia, Indonesia, Catar, Sudán, Uganda, Polonia, Rumanía... Alrededor de 500.000 jóvenes han salido de España en los últimos años, según datos de Adecco. "Es duro, sí", concluye la coordinadora de la Fundación Empresa de la Universidad de Navarra; "pero si se van, volverán con más habilidades, aprenderán a trabajar, a ser flexibles, a ser tolerantes... Y no solo porque habrán mejorado su inglés".

No tan idílico como en la televisión

Los programas de televisión que muestran la vida de españoles en el extranjero dan una imagen deformada de la realidad. Así lo señalan desde las empresas de trabajo temporal Adecco y Manpower. "Nadie debe pensar que por el mero hecho de ser español será apreciado y recibirá ofertas de trabajo", dice César Castel, director de operaciones de Adecco Profesional.

María José Martín, directora de atracción y gestión de talento de Manpower, observa que estos programas "venden" solo la "imagen del que tiene éxito". "No todo el mundo se adapta. Algunos piden regresar. Por eso les recomendamos mesura ante una oferta del extranjero. Hay que leer las condiciones, ver la remuneración, tener en cuenta el nivel de vida del país...", explica.

Marie Anne Reynell, coordinadora del área internacional de la Fundación Empresa de la Universidad de Navarra, pide a los que quieran emigrar que tengan en cuenta que "por el gran éxodo de españoles" países como Brasil han endurecido los requisitos de entrada. "La crisis mundial es un gran enemigo de la emigración", señala esta experta. De ahí que recomiende que los que se marchan planifiquen su salida, se informen de los tipos de visados que necesitarán y completen los trámites burocráticos antes de salir.



"Para trabajar no hacen falta grandes lujos"


El consejero delegado del grupo financiero independiente Atlas Capital asegura que en época de austeridad no son necesarios objetos suntuosos en los despachos.

No es nada habitual abrir la puerta del despacho de un directivo y encontrarle cuidando de su pequeño huerto. Pues así, metido en faena, nos recibe Jorge Sanz, consejero delegado del grupo financiero Atlas Capital. En un pequeño balcón de la calle Montalbán de Madrid crecen las hojas de menta que le echa a su té de media tarde y los tomates que él mismo siembra y cuida. "Es como en la empresa, las ves crecer y luego dan su fruto". En ese espacio con vistas al Retiro es donde consigue la paz y la concentración.

Y al otro lado queda su despacho: sobrio y dominado por una mesa cuadrada, "de trabajo, no de despacho". Sanz dice que siempre tiene las puertas abiertas a su equipo, y no va desencaminado cuando habla en plural, porque su despacho, además del acceso de entrada, está separado del área comercial por una puerta corredera. "Pedí que me la pusieran para estar en contacto con ellos. Y si pudiera, pondría las paredes de cristal". La falta de privacidad no le supone un problema al directivo: "Todos venimos a lo mismo, a trabajar, y todos entendemos que hay momentos en los que miras el Marca o te relajas, ni es malo ni hay nada que ocultar".

En las estanterías guarda libros profesionales y dos detalles personales: la foto en la que sale practicando una de sus pasiones, el golf (junto al ciclismo) y una caja de puros. "A la hora de la comida voy al Retiro y aprovecho para fumarme alguno". También hay espacio para demostrar sus colores con una pequeña bandera del Real Madrid y objetos para darle un toque simpático. "En Austria, el cerdo es el símbolo de la buena suerte, por eso lo compré y me ha acompañado en toda mi trayectoria profesional". De Morgan Stanley, donde fue consejero delegado, guarda una fotografía firmada que le regalaron los empleados cuando le nombraron director general.

Su despacho actual no tiene nada que ver con el que ocupaba en la entidad financiera. "Era cuatro veces más grande que éste, con unos muebles de diseño italiano fantásticos y una terraza espectacular. Sin embargo, a mí no me costó ningún esfuerzo pasar a algo más sencillo porque las ventajas de trabajar en Atlas Capital superan a los inconvenientes. Además, no puedes pedir a tus empleados que recorten gastos y luego comprarte un jarrón chino carísimo para tu despacho. Para trabajar, no hacen falta grandes lujos".

Hecho a la medida

Mi rincón favorito: El balcón donde me asomo a contemplar a la gente para relajarme.

Un objeto familiar: Mis puros, hacen que me sienta como en casa.

Quitaría... El tabique para convertirlo en una pared de cristal.

Echo de menos...Más medios tecnológicos en el despacho.

Mi toque personal: Una mesa cuadrada, apta para trabajar en equipo.



El Ibex pierde un 0,71 % tras el anuncio de la nueva reforma financiera


El principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, ha cedido hoy un 0,71 %, lastrado por las pérdidas de los bancos tras el anuncio de la nueva reforma financiera, aunque ha repuntado un 1,74 % en la semana. El principal indicador español no ha conseguido recuperar los 7.000 puntos, al quedarse en 6.996 y, a pesar del avance de la semana, acumula unas pérdidas del 18,34 % desde principios de año.

La prima de riesgo española repuntaba poco antes del cierre hasta los 451 puntos básicos, afectada por la previsión de la Comisión Europea de que España incumplirá su objetivo de déficit este año y el próximo. El optimismo que han despertado los avances en las negociaciones para la formación de un nuevo Gobierno en Grecia animaban a las grandes plazas europeas, pese a la apertura en negativo de Wall Street y a la cotización a la baja del euro. La bolsa de Fráncfort ha subido un 0,95 %; Londres, un 0,57 %, y Milán, un 0,29 %, mientras que París ha caído un 0,01 %.

Bajo la sombra de la incertidumbre

El Índice General de la bolsa de Madrid perdía hoy 5 puntos, un 0,72 %, aunque avanzaba un 1,85 % en la semana. La bolsa española amanecía este viernes bajo la sombra de la incertidumbre por el contenido de la nueva reforma financiera y los malos resultados trimestrales de Telefónica, el mayor valor del IBEX, que ha caído un 1,33 % en la sesión de hoy.

La banca ha profundizado en sus pérdidas a medida que avanzaba la sesión, en especial tras conocer que tienen que aumentar las provisiones para los activos inmobiliarios "sanos" hasta el 45 %, lo que supondrá un total de 30.000 millones de euros adicionales.

Al cierre de la sesión, Bankia ha caído un 1,62 %; Banco Popular, un 1,48 %; BBVA, un 1,26 %; Caixabank, un 1,05 %; Banco Santander, un 1 %; Banco Sabadell, un 0,92 %, y Bankinter, un 0,03 %.

Cotización bajista del euro

Sobre la bolsa también pesaba hoy la cotización bajista del euro, que se situaba en torno a los 1,294 dólares poco antes del cierre, y la apertura en negativo de Wall Street después de que unos errores "mayúsculos" hicieran perder a JPMorgan 2.000 millones de dólares (1.545 millones de euros) en el primer trimestre del año.
Con el bono alemán en mínimos, los mercados de deuda ignoraban los avances en las negociaciones políticas en Grecia y la prima de riesgo española repuntaba hasta los 451 puntos básicos poco antes del cierre. En el IBEX, Sacyr Vallehermoso e Indra se desplomaban un 7,3% y un 6,12%, respectivamente, tras presentar sus resultados trimestrales, lo que suponían las mayores caídas del selectivo.

Por el contrario, los avances más destacados eran para DIA, un 4,91 %, seguido de Mediaset (1,89 %) y Técnicas Reunidas (1,51 %). Por lo que respecta al resto de grandes valores, Inditex repuntaba un 1,39 %, mientras que Repsol YPF perdía un 1,2 % e Iberdrola, un 0,62 %. En el mercado continuo, destacaba el retroceso de La Seda de Barcelona (-12,5 %), así como los avances de Montebalito (10 %) y Sotogrande (7,37 %).

Bankia cayó un 15,6% esta semana
En la semana, la mayor caída ha sido la de Bankia (-15,64 %) tras la entrada del Estado en su capital, seguida de Gamesa (-8,55 %) e IAG (-5,83 %), mientras que las subidas más destacadas han correspondido a DIA (6,99 %), Técnicas Reunidas (6,01 %) y Acerinox (5,76 %). En la sesión de hoy se han negociado títulos por valor de 7.591 millones de euros, de los que 486 correspondían a Telefónica y 413 a Banco Santander.



Wall Street cierra con un descenso del 0,27 % presionado por JPMorgan Chase


Wall Street cerró hoy sin un rumbo claro y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, descendió el 0,27 % presionado por la caída de JPMorgan Chase, que reveló que perderá al menos 2.000 millones de dólares por unos errores "mayúsculos" en sus operaciones de derivados.

Según datos provisionales al cierre de la sesión, ese índice, que agrupa a treinta de las mayores empresas cotizadas de EEUU, restó 34,44 puntos hasta situarse en 12.820,6 unidades, al tiempo que el selectivo S&P 500 cedió el 0,34 %. Por lo contrario, el índice compuesto del mercado Nasdaq subió un marginal 0,01 %.



El Nikkei sube 20,53 puntos, un 0,23 por ciento, hasta 8.973,84 puntos


El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró hoy con una subida de 20,53 puntos, el 0,23 por ciento, y quedó en 8.973,84 unidades.

El índice Topix, que agrupa a todos los valores de la primera sección, perdió 1,70 puntos, un 0,22 por ciento, hasta 756,68 enteros.

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