Empleo
quiere limitar más el acceso a la jubilación parcial
El Ministerio de Empleo y
Seguridad Social está preparando una ley que endurezca la jubilación parcial,
por una parte y, por otra, incentive el retiro flexible después de los 65 años.
Además, este departamento intensificará los controles de las bajas laborales
inferiores a un mes, especialmente las de menos de 15 días.
Hay que conseguir que la gente
trabaje durante más años. Ese es uno de los mantras que se repiten los técnicos
de la Seguridad
Social a la hora de buscar soluciones al delicado estado de
las cuentas del sistema de pensiones, que cerró 2011 con déficit por primera
vez desde 1998.
Para conseguir mantener a los
trabajadores en activo, la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez,
anunció ayer en el Congreso de los Diputados que presentará "en los
próximos meses" una nueva regulación de las actuales fórmulas que existen
para compatibilizar salario y pensión.
Según fuentes de la Seguridad Social ,
sus responsables están trabajando en una combinación que consistiría en
endurecer las actuales condiciones de las jubilaciones parciales (en las que se
compatibiliza salario y pensión antes de cumplir la edad de retiro) que son muy
costosas para el sistema; y, al mismo tiempo, establecer nuevos incentivos a la
jubilación flexible (que es en la que la compatibilización entre salario y
pensión se produce más allá de los 65 años).
La jubilación parcial a la que el
Gobierno pretende poner coto ha sido calificada como un chollo para el
trabajador y como un mazazo para las cuentas del sistema. Esta modalidad
consiste en que cumplidos los 61 años, el trabajador (si ha cotizado al menos
30 años y tiene seis de antigüedad en la empresa) puede reducirse la jornada
entre un 25% y un 75%, y el salario en la misma proporción; y es completado en
el porcentaje restante por la
pensión. Al cumplir los 65 años, el trabajador accede al 100%
de su pensión sin ninguna penalización, a diferencia de la jubilación anticipada,
que tiene un recorte de la cuantía de la prestación de hasta un 35%.
Es más, la empresa está obligada
a contratar en estos casos un trabajador que releve al jubilado parcial en la
parte de la jornada que este falta. Pues bien si este relevista tiene un contrato
a jornada completa e indefinido, la reducción de la jornada del jubilado
parcial puede ser de hasta el 85%. Esto en la práctica hace que baste con que
este trabajador acuda a su puesto de trabajo poco más de un mes al año entre
los 61 y los 65 años y luego cobre toda la pensión.
En 2010 el Gobierno socialista ya
adelantó la entrada en vigor de una serie de medidas que endurecían las
jubilaciones parciales y que no debían aplicarse totalmente hasta 2013. A pesar de ello, el
colectivo susceptible de acogerse a esta jubilación sigue siendo alto y afecta
ya a 120.000 personas, según fuentes de la Seguridad Social.
De ahí que ahora los responsables
de Empleo estudien nuevas limitaciones para este retiro. Los técnicos de la Seguridad Social
barajan recortar el porcentaje de jornada que podría reducirse un jubilado
parcial, para que este tuviera que acudir más tiempo al trabajo; con ello
cotizaría algo más y cobraría menos porcentaje de la pensión hasta los 65 años.
Al mismo tiempo, Empleo quiere incentivar la jubilación flexible,
compatibilizando un trabajo a media jornada y la pensión más allá de los 65
años. Ahora la base reguladora sobre la que se calcula la pensión aumenta un 2%
más por cada año que se sigue trabajando entre 65 y 70 años. Así, a dicha edad
se puede cobrar hasta el 110% de la pensión a la que se tiene derecho. Empleo
también podría modificar esta fórmula para aumentar este incentivo.
Coto a las bajas fraudulentas
Esta nueva regulación se
incorporará en una ley de compatibilidades que prepara Empleo. Este
departamento también presentará próximamente una ley de mutuas que
"intensificará los mecanismos de control y seguimiento de las prestaciones
por incapacidad temporal", dijo Báñez; para que no se utilicen como
alternativas a la prestación por desempleo o transiciones a la jubilación en
época de crisis.
Asimismo, anunció una mayor
colaboración de las mutuas y los servicios de salud de las comunidades
autónomas, para dotar de un mayor control a los procesos de bajas por
enfermedad común que duran entre uno y 30 días, "con especial atención a
los que se prolongan menos de 15 días".
Por otra parte, la Seguridad Social
quiere mejorar la información que facilita al ciudadano y próximamente
informará a todos los trabajadores a partir de la edad que se determine de la
cuantía de la pensión que está generando y que le corresponderá a partir de la
edad de jubilación. Empleo estudia que esta información empiece a facilitarse
"entre los 50 o 53 años".
Compensar las lagunas de cotización
Empleo modificará antes de que
entre en vigor el 1 de enero próximo la ley que permite compensar meses no
cotizados por el trabajador con otros donde su cotización fuera superior a la
mínima a efectos de la
pensión. Con ello pretende fomentar un mejor tratamiento a
quien ha cotizado mucho que a los que apenas han aportado.
Báñez también pretende que los
empresarios informen a cada trabajador en su nómina de la cuantía total que
cotizan a la
Seguridad Social por él.
Báñez
descarta rebajar las cotizaciones sociales antes de salir de la crisis
La ministra de Empleo, Fátima
Báñez, ha descartado rebajar las cotizaciones a la Seguridad Social
antes de que se “consolide la recuperación económica”. Con estas palabras, la
titular de Empleo ha eludido responder directamente si el Gobierno pensaba
reducir las cuotas, pero vistas las propias previsiones oficiales, parece claro
que no lo hará ni este año ni el que viene.
Las palabras entrecomilladas de
la titular de Empleo proceden de la actualización del Programa de Estabilidad
Fiscal que el Gobierno remitió a Bruselas la semana pasada. En este documento,
se pronostica que este año la economía española se contraerá un 1,7%, y que el
año que viene crecerá un exiguo 0,2%, insuficiente para considerar que la
recuperación se ha consolidado. Más aventurado, a tenor de la ambigüedad de
Báñez y de las previsiones oficiales, es decir que hará Empleo con las
cotizaciones en 2014 y 2015, cuando se esperan crecimientos del 1,4% y del
1,8%. No obstante, hay que tener en cuenta que tradicionalmente, la Economía
española ha necesitado crecer por encima del 2% para crear empleo.
Báñez ha pronunciado estas
palabras en la Comisión del Pacto de Toledo, la que se encarga de analizar y
pactar los cambios en el sistema de pensiones, a preguntas del diputado de
IU-ICV, Joan Coscubiela. Sin embargo, su intervención tiene otro destinatario
en el propio Ejecutivo: Luis de Guindos, ministro de Economía, que ha dado a
entender en alguna ocasión que el Gobierno baraja subir el IVA y reducir las
cotizaciones sociales.
Báñez ha pronunciado estas
palabras en la Comisión del Pacto de Toledo, la que se encarga de analizar y
pactar los cambios en el sistema de pensiones, en respuesta del diputado de
IU-ICV, Joan Coscubiela. Sin embargo, su intervención tiene otro destinario en
el propio Ejecutivo: Luis de Guindos. El responsable de Economía ha dado a
entender en alguna ocasión que el Gobierno baraja subir el IVA y reducir las
cotizaciones sociales.
La ministra ha comparecido por
primera vez ante la Comisión parlamentaria del Pacto de Toledo. En ella, ha
desgranado los planes de su departamento para la Seguridad Social
durante esta legislatura. Entre ellos está la intención de informar a los
trabajadores de la pensión que cobrarían en el momento en que soliciten la
información de acuerdo a lo que han cotizado hasta ese momento.
Báñez no dio más detalles en su
comparecencia. No obstante, fuentes de la Seguridad Social
explicaron que aunque falta por precisar la fórmula, es probable que esto pueda
hacerse a partir de los 50 o 53 años. “Antes es una información poco
significativa. Y después es poco útil”, justifican. La intención es que una vez
sepa cual es la pensión generada hasta ese momento –“será una expectativa de
derecho, no un derecho en sí”- el trabajador tome las decisiones que considere
oportunas para que en el momento de su retiro vea mermado su poder adquisitivo.
Los
pensionistas perderán más poder adquisitivo a partir de 2014
El Gobierno prevé que la
congelación de las pensiones en el año 2011 "acelerará la merma de poder
adquisitivo en las pensiones contributivas, excluidas las mínimas, a partir de
enero de 2014".
En un informe presentado a la
Comisión del Pacto de Toledo, el Ejecutivo señala que los pensionistas
perdieron 1,2 puntos porcentuales de poder adquisitivo el pasado año, la
diferencia con el aumento de la inflación.
El estudio analiza la
revalorización de las pensiones durante la crisis, entre 2007 y 2011, y su
relación con la variación de los precios al consumo (IPC). Este informe es
exigido por mandato legal por la reforma del sistema de pensiones.
Asimismo, el Gobierno de Mariano
Rajoy decidió elevar en un 1% las pensiones en 2012, un incremento inferior a
la inflación.
Precisamente España "es uno
de los pocos países de la
Unión Europea donde la revalorización automática de las
pensiones en la misma proporción que la variación del IPC está garantizada por
ley". Por ello, su congelación tiene un impacto "considerable"
en la nómina de las pensiones.
"Si se efectúa una
compensación entre lo percibido de más entre 2009 y 2010 y lo dejado de
percibir desde enero de 2011, la pérdida real comenzará a partir del año 2014,
cuando la suma de las cuantías perdidas superará a lo percibido de más",
señala el Gobierno.
El gasto en pensiones aumentó en
1.354 y 1.320 millones en 2009 y 2010, respectivamente, mientras que a partir
de 2011 se redujo en 915 millones de euros. Se prevé un ahorro de 881 millones
en 2012, de 848 millones en 2013, y de 816 millones en 2014.
El incremento medio en el periodo
analizado es menor que el aumento de la inflación y la variación de los
salarios. No obstante, "las pensiones que ganaron más poder adquisitivo
son las mínimas, el SOVI y las no contributivas, en la medida en que son las
que no se vieron afectadas por la congelación".
Según desglosa el Gobierno,
"el 26,86% del importe de la nómina de pensiones corresponde a las
revalorizaciones acumuladas y el 7,04% a la garantía del mínimo". Los
incrementos de gasto por complementos a mínimos han sido superiores a los
aumentos de la aportación del Estado para su financiación".
El Ibex 35
salva los 7.000 puntos aunque pierde un 0,8%, con Bankia en caída libre
Poco ha durado el festín. El Ibex
35 ha
dejado atrás la mayor subida del año que registró ayer, para adentrarse de
nuevo en las pérdidas, debido al castigo que están sufriendo los valores
bancarios, ante los interrogantes que plantea el enésimo plan de saneamiento
del sector que prepara en estos momentos el Gobierno de Mariano Rajoy. En este
contexto, el selectivo perdió en 0,8%, aunque logró salvar por la mínima el
nivel de los 7.000 puntos.
Bankia ha vuelto a ser uno de los
valores más penalizados, tras el correctivo recibido ayer, cuando se conoció la
dimisión de su presidente, Rodrigo Rato, y se multiplicaron los rumores sobre
un inminente plan de salvamento por parte del Ejecutivo, que podría elevarse
hasta los 10.000 millones de euros.
Concretamente, Bankia se ha
dejado un 4,76% para cerrar en los 2,26 euros. Sus pérdidas han sido superadas
por su participada IAG (6,70%), a pocos días de que el árbitro en el conflicto
entre la aerolínea y el Sepla emita el laudo arbitral. Las otras participadas,
Mapfre e Iberdrola, perdieron un 5,34% y un 1,59%, respectivamente. ACS también
fue de los valores mas castigados (-5,34%), tras la presentación de resultados.
En el lado de los que más suben,
se han situado Caixabank (1,21%), Enagas (1,17%), Amadeus (0,88%), Indra
(0,77%) y Ferrovial (0,52%).
Aunque el culebrón relacionado
con Bankia, su rescate y el morbo producido por la dimisión de su hasta hace
poco flamante presidente parecen haber centrado la atención de los inversores
españoles, otros temas han planeado sobre las bolsas del continente en la
sesión de hoy.
Grecia se ha sumido en la
incertidumbre total tras las elecciones, ya que los partidos más favorables al
rescate multilateral del país parecen haber perdido su oportunidad de formar
Gobierno, como constató ayer el líder conservador Antonis Samaras, ganador de
las elecciones.
La situación de Grecia, y en
menor medida los interrogantes que plantea la llegada de François Hollande al
Elíseo han planeado sobre las mentes de los inversores, que han vuelto tomar
conciencia de lo lejos que está la crisis de llegar a su final en una Europa
sumida en las tensiones políticas.
Así, también las principales
Bolsas europeas cerraron con fuertes caídas como consecuencia de la
inestabilidad política en Grecia. El FTSE-100 de la Bolsa de Londres cedió el
1,78%, el CAC 40 parisino cedió el 2,78%, el DAX alemán perdió el 1,90%, y el
FTSE MIB milanés cayó el 2,37%.
En Grecia, epicentro de la crisis
de la deuda europea, la Bolsa de Atenas continuó en caída libre, perdiendo
3,62%, después de que en la jornada del lunes se dejase un 9,56%. También al
otro lado del Atlántico, la bolsa neoyorquina ha abierto con un retroceso.
Los interrogantes comenzarán a
despejarse pronto. El presidente francés deberá reunirse con la canciller
germana en Berlín el próximo 16 de mayo, y será entonces cuando comience a
aclararse un poco más el futuro de las políticas de austeridad en Europa. Por
lo que pudiera suceder, la
canciller Merkel ya ha avisado hoy al neófito líder francés
de que "hay que tomar las medidas necesarias".
La situación de Grecia parece
mucho más acuciante, con límites de plazo más estrechos y un importante
vencimiento de deuda en el horizonte. Aunque los inversores han descontado ya
el caso de Grecia. O no.
Esta situación se reflejaba en el
mercado de deuda pública, donde la prima de riesgo española escalaba a los 430
puntos básicos y la rentabilidad del bono español a 10 años se aproximaba al
6%.
Grecia pone
en alerta a Wall Street, aunque consigue minimizar las pérdidas
Los indicadores de la Bolsa de
Nueva York firmaron una jornada de números rojos pero lograron minimizar sus
caídas a menos de medio punto, pese a que el Standard & Poor's estuvo a
punto de cerrar en mínimos de dos meses. El temor a que una nueva crisis
política saque del euro a Grecia sobrevoló por los pasillos de Wall Street.
Al cierre de la sesión, el Dow
Jones de Industriales no logró mantener la cota psicológica de los 13.000
puntos, tras ceder un 0,59%. El selectivo dio su último cambio en los 12.932,09
puntos. Por su parte, el Standard & Poor's terminó en los 1.363,72 puntos
tras retroceder un 0,43%, muy lejos de las pérdidas superiores a un 1,5% que
protagonizó durante gran parte de la jornada. El índice tecnológico Nasdaq cayó un 0,39%,
hasta los 2.946,27 puntos.
En el Viejo Continente las caídas
también fueron generalizadas. El selectivo griego fue el más castigado por los
inversores con retrocesos del 3,62% que le hicieron perder el soporte de los
700 puntos y cotizar a niveles de hace 20 años. El Dax alemán (-1,9%), el Ftse
Mib italiano (-2,37%), el Cac 40 francés (-2,78%) y el Ftse 100 británico
(-1,78%) también terminaron con fuertes ajustes. El Ibex 35 fue el que mejor
supo capear los recortes al ceder un 0,8%.
Grecia ha puesto en alerta a Wall
Street. La zona euro mira con inquietud los últimos acontecimientos sucedidos
en Grecia, donde las elecciones del pasado domingo han abierto las
negociaciones para formar gobierno. La fragmentación de los votos hace difícil
la formación de un nuevo ejecutivo que logre consenso sobre las medidas de
austeridad y el rescate. Los inversores no disimularon su miedo a que este
nuevo obstáculo haga posible la salida de Grecia del euro.
La situación es tan complicada
que los analistas esperan que su salida se precipite en junio, mes en el que a
Grecia se le acaba el dinero para hacer frente a los pagos y tiene que negociar
las condiciones del nuevo tramo del rescate.
La incertidumbre también llegó al
mercado de divisas, donde el euro perdió un 0,4% en su cruce con el billete
verde, hasta cambiarse por 1,301 dólares. En cuanto a las materias primas, el
batacazo fue aún mayor. El oro perdió más de un 2%, hasta los 1.602 dólares la
onza; mientras que el barril de petróleo Texas retrocedió un 1%, hasta los 97
dólares. El barril de Brent redujo sus descensos hasta el 0,4%, para terminar
en los 112,7 dólares.
En el ámbito doméstico, los
inversores de Wall Street recibieron este martes buenas noticias con el dato de
confianza de las pequeñas empresas, que en el mes de abril registró un
inesperado repunte hasta los 94,5 puntos, desde los 92,5 de marzo.
En el plano corporativo, uno de
los sectores más castigado fue el bancario. Así, las acciones de Bank of
America (-2,14%), Citigroup (-1,11%), JP Morgan (-0,96%), Wells Fargo (-1,04%),
Morgan Stanley (-1,92%) y Goldman Sachs (-0,61%) sufrieron importantes caídas.
Además de los valores
financieros, HP (-2,3%), McDonalds (-2,05%), Cisco (-1,94%), Home Depot
(-1,5%), Intel (-1,4%) o Alcoa (-1,29%) también protagonizaron fuertes
retrocesos. En cambio, Walt Disney (1,10%), J&J (0,28%), Merck (0,23%),
AT&T (0,12%) y Verizon (0,05%) consiguieron desmarcarse de la corriente
bajista.
El Nikkei baja
136,59 puntos, un 1,49 por ciento, hasta 9.045,06 puntos
El índice Nikkei de la Bolsa de
Tokio cerró hoy con una caída de 136,59 puntos, el 1,49 por ciento, y quedó en
9.045,06 unidades.
El índice Topix, que agrupa a
todos los valores de la primera sección, perdió 10,74 puntos, un 1,38 por ciento,
hasta 765,83 enteros.
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