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lunes, 25 de junio de 2012

Prensa 25 junio


¿Soportará su jubilación una pensión de la mitad de su salario?


Está preparado para afrontar una rebaja sustancial de la pensión pública por jubilación? La mayoría de los asalariados, hasta 34.000 euros anuales, no lo está y será difícil que pueda ahorrar lo suficiente hasta el momento de la jubilación.

Con España al borde del abismo, pocos se han parado a pensar qué puede ocurrir con las pensiones de jubilación. Quien más quien menos, ya había hecho los cálculos para saber cuánto podría perder tras la entrada de la reforma de las pensiones que se aprobó el año pasado. Los agentes del sector calculan que las pensiones de jubilación de las capas medias salariales pasarán de una cobertura del 95 por ciento del último salario percibido a percibir una prestación del 78 por ciento, cuando entre plenamente en vigor en el año, que afecta a los que hoy tienen 51-52 años.

Pero, tras las últimas advertencias del FMI, los expertos están convencidos de que esta cobertura bajará mucho más, es posible que hasta el 50 por ciento. "Efectivamente, hay riesgo de que la pensión pública no sólo se congele como así ha ocurrido con el Gobierno anterior, sino que, por las exigencias normativas que conlleve la reducción del déficit público, se amplíe la brecha entre el último salario y la pensión pública", explica María Asunción Bauzá, socio de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira.

La Comisión Europea ha dado marcha atrás en su pretensión de adelantar el calendario fijado para implantar el retraso de la edad de jubilación a los 67 años. Sin embargo, los expertos no descartan que la virulencia de la recesión obligue al nuevo Gobierno a revisar el proceso. Para Unespa, la asociación de compañías aseguradoras, la reforma se quedó escasa, ya que sólo toca "aspectos paramétricos". Además, según Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa, "la última reforma no resolvió el problema de que la gente llegue al final de su vida laboral sin apenas ahorro complementario a la pensión pública".

Los tres pilares del sistema de pensiones

El sistema público de pensiones consta de tres pilares: la pensión pública, los planes de empleo (también conocidos como planes de empresa) y los planes del sistema individual. Los países de nuestro entorno tienen coberturas similares de la pensión pública a las que podrían darse pronto en nuestro país: Francia (60,4%), Alemania (56%), Estados Unidos (47,3%) o Reino Unido (37,4%), según la OCDE. Es más, según el organismo, las personas que empiezan a trabajar ahora pueden esperar una pensión pública media equivalente a la mitad de su remuneración en caso de que cumplan el periodo completo de cotización, que en España es previsible que se amplíe de los 25 años a los 40 años. La pregunta es si los ciudadanos españoles están preparados para afrontar en un futuro muy próximo, probablemente en los próximos cinco años, según los analistas, la brutal rebaja de las pensiones públicas que van a tener que sufrir.

Y la respuesta de los expertos es que no, si no se toman medidas urgentes. Entre nuestros vecinos, los ciudadanos consiguen elevar la tasa de retorno hasta el 70 por ciento sobre su último sueldo con las prestaciones de los planes de empleo y privados, a los que han aportado durante su vida laboral. Sin embargo, en España, pese a que los planes cumplen 25 años, todavía están poco desarrollados, excepto entre las capas salariales altas, donde la tasa de cobertura de la pensión pública es, ya de por sí, muy inferior al último salario cobrado (un 30 por ciento para un salario neto de 6.000 euros al mes). Principalmente, indican desde la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva (Inverco), porque con salarios hasta 34.000 euros brutos anuales los trabajadores obtienen una pensión pública equivalente al 80% de su último sueldo y porque los ciudadanos españoles preferían como ahorro para la jubilación la inversión en ladrillo y disponer de vivienda propia en el momento del retiro profesional.

Cambio de mentalidad

Pero esta forma de hacer planes para la vejez ya no sirve en el panorama actual. Los pisos ya se ha demostrado que no suben continuamente y que en situaciones de crisis son un bien prácticamente ilíquido. En teoría, este escenario debería favorecer el desarrollo del sector de previsión para la jubilación. "Cuanto más se reduzca la pensión pública de jubilación, mayor va a ser el espacio que quede para el desarrollo de los sistemas privados complementarios de las pensiones públicas. A todo el mundo cuando se jubila le gustaría tener una fuente de ingresos que le permitiera vivir a un nivel cercano al que tenía mientras trabajaba. Si la pensión pública se distancia de este escenario, lo lógico es que los planes privados de jubilación tomen mayor protagonismo", explica María Asunción Bauzá.

Sin embargo, a juicio de Ángel Martínez- Aldama, director general de Inverco, este proceso no se va a ver a corto plazo porque el español medio todavía no es consciente de la situación. "La gente está pendiente de la crisis económica y de sus efectos inmediatos. Le preocupa si va a crecer el paro o si van a subir los impuestos indirectos, como el IVA o los impuestos especiales. Los efectos de la reforma empezarán a causar efecto en la conciencia ciudadana cuando se apliquen en las prestaciones", añade. Para Inverco, los planes de pensiones del segundo y tercer pilar están preparados, lo que falta es demanda.

Según los expertos, se tiene que dar un vuelco a modelo actual, para que se produzca un cambio que estimule las aportaciones a los sistemas de ahorro complementario de la pensión pública. En algunos casos, citan modelos como el británico o el francés donde hay una obligatoriedad de aportar a planes complementarios, principalmente de empleo, pero en España esta aportación es voluntaria y se aplica sobre todo a las plantillas de funcionarios y empresas públicas. Es más, desde el sector señalan que con la necesidad de recortes estas aportaciones se están congelando.

Mejorar la fiscalidad de los planes de pensiones

Respecto a los planes del sistema individual, desde los gestores indican que se debería favorecer la fiscalidad, al igual que con los planes de empleo. Es cierto que en el programa electoral del Gobierno se prometió impulsar los planes de pensiones. Pero la actual situación de recorte presupuestario hace que los analistas sean escépticos sobre una pronta mejora fiscal. "Creo que existe margen para mejorar la fiscalidad de los sistemas de previsión social. En concreto, que en materia de prestaciones se separe la tributación de los rendimientos financieros de la fiscalidad de las aportaciones y que, para favorecer el desarrollo de los planes de empleo, se recupere la duplicidad de los límites anuales máximos a las aportaciones", afirma María Asunción Bauzá.

Mientras, los asesores repiten que, a falta de cambios en la normativa, son los ahorradores los principales interesados en planificar su futura jubilación. Y señalan que aunque los vehículos actuales, (tanto planes de pensiones como seguros de jubilación) tienen una buena fiscalidad. Deben, sin embargo, ser exigentes con el gestor y vigilar los rendimientos y fijarse en las comisiones.

Bajan las rentabilidades de los planes a mayo

"Tienen que definir su perfil de inversor y programar sus aportaciones. Aunque tampoco deben obsesionarse con las rentabilidades a corto plazos", explica Ángel Martínez Aldama. Concretamente, tras unos buenos meses de enero, febrero y marzo, las rentabilidades de mayo han sido malas (véase ránking adjunto). En efecto, los planes de pensiones del sistema individuales registraron de media una rentabilidad negativa del 4,08 % en los últimos doce meses. La volatilidad de las bolsas y las presiones sobre la deuda española han presionado a la baja los resultados de las carteras de los gestores y llevado a muchos planes a no superar la inflación interanual. De los 1.181 planes registrados en las estadísticas de Inverco, sólo 179 superan el 1,9% de inflación internual que se registró en mayo.

Tampoco consiguen en plazos largos superar ampliamente la inflación. Aunque las medias ponderadas alcanzan rentabilidades del 4,65% y del 3,89%, respectivamente para los plazos de 20 y 15 años, hay que tener en cuenta que la inflación interanual se situó en esos plazos en el 4,04% y en el 3,37%.

En las estadísticas de mayo han llamado especial atención las malas rentabilidades a corto plazo de los planes garantizados, "Al invertir en activo a largo plazo, han sido los que más se han visto afectados por las últimas turbulencias. Pero los partícipes tienen que estar tranquilos, porque precisamente en estos casos funcionan las coberturas de garantía y como mínimo recuperan la totalidad del capital invertido", afirma Ángel Martínez Aldama.



La supervisión independiente de seguros tendrá que esperar


Lo mejor es enemigo de lo bueno, dice la sabiduría popular. Y de esto sabe algo la industria del seguro. Esta pata del sector financiero disfruta de un supervisor propio y especializado que reconoce su idiosincrasia. Pero hay una pega: su regulador depende orgánica y presupuestariamente del Ministerio de Economía. Es decir, del Gobierno. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha incluido en su informe sobre España la necesidad de corregir "la ausencia de independencia presupuestaria y financiera del regulador de seguros". El contenido íntegro de dicho documento se conoció hace unos días, si bien sus conclusiones fueron desveladas el pasado abril.

Moncloa acata las recomendaciones pero, en la más clásica tradición hispana, no las cumple. Al menos por el momento. El borrador de la Ley de Supervisión de Seguros Privados (LSSP) reconoce a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGS) una "autonomía funcional en el ejercicio de sus funciones supervisoras". Funcional, no plena.

La nueva ley de supervisión no entrará previsiblemente en vigor hasta finales de año. En ella se especifica que "la actuación del supervisor español debe regirse exclusivamente por criterios técnicos y su independencia resulta indispensable por razones de homologación con las autoridades de otros Estados dentro del sistema europeo de supervisión financiera".

A raíz de la quiebra de Lehman Brothers, Europa ha constituido tres autoridades supervisoras para coordinar el control de las instituciones financieras en los 27 Estados miembros. Una se hace cargo de la banca (EBA, en inglés), otra de los mercados (ESMA) y la tercera de los seguros (Eiopa).

España cuenta actualmente de una arquitectura de supervisión similar a la europea al disponer del Banco de España, la CNMV y la DGS. Pero solo los dos primeros son orgánicamente independientes y previsiblemente la situación seguirá así a medio plazo porque los tiempos no acompañan. El pasado enero, la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría anunció una reducción generalizada de los organismos independientes. En este contexto de recortes, el sector da por sentado que no es viable la constitución de un regulador autónomo.

La propia Administración así lo ratifica. "La ley recoge la independencia funcional del supervisor. No tenemos sobre la mesa ningún cambio adicional en relación a la DGS", explican fuentes del Ministerio de Economía.

A las compañías de seguros tampoco les preocupa mucho la situación. Como señala un directivo del sector, "aunque formalmente depende de Economía, la DGS ya actúa de forma independiente y aplica criterios técnicos en temas como la supervisión y la intervención de entidades". La industria se siente cómoda con el statu quo y rehúsa depender de algún regulador no especializado. "No tendría sentido que nuestra supervisión se encomendara al Banco de España porque nos aplicaría modelos de solvencia propios de entidades de crédito cuando el negocio asegurador es distinto", afirma el ejecutivo. Y remata, "el modelo actual reconoce una supervisión especializada e independiente de facto. Francamente, no creo que la secretaría de Estado contradijera alguna vez a la DGS y, por ejemplo, llegase a parar la intervención de una aseguradora".

Nuevo sistema de financiación

La constitución de una DGS independiente exigiría dotar al nuevo supervisor de autonomía económica. Hoy, depende de los Presupuestos Generales del Estado. Las aseguradoras se muestran abiertas a desembolsar unas tasas.

En este campo, el anteproyecto de LSSP recoge un pequeño anticipo. El Gobierno ha impuesto unas tasas por inscripciones y certificaciones de los registros administrativos. En concreto, la solicitud de autorización administrativa llevará un gravamen del 0,2 por mil sobre el capital social hasta un pago máximo de 30.000 euros. Por inscribir o modificar los demás datos registrales de una firma se aplicará una cuota de 150 euros, mientras que la entrega de una certificación exigirá pagar 15 euros por documento.

Las cifras

15 millones de euros es el capital social exigido para entrar en vida, responsabilidad civil, caución y crédito.

4,4 millones de euros de capital son necesarios para operar en cualquier otro ramo de seguro.

30.000 euros pagarán las nuevas entidades para inscribir su autorización en la DGS.

La falta de dinero amenaza a la DGS

La supervisión no sale gratis. El Fondo Monetario Internacional (FMI) lo sabe y llama la atención sobre la necesidad de reforzar la financiación de la Dirección General de Seguros (DGS) para asegurar su eficiencia.

La dura realidad económica hace prever, a ojos del organismo internacional, que "el presupuesto del Estado se mantendrá estancado, si es que no disminuye, en el futuro próximo". Y esto afectará a la DGS, porque tampoco es previsible que aumente el peso del dinero que se le asigna desde las arcas públicas. Al problema de los ingresos se suma, de otro lado, el de los gastos. La nueva normativa internacional exige a la DGS disponer de más gente y medios tecnológicos para aplicar la regulación y coordinarse con otros países en la supervisión de multinacionales.

Por estas razones, el FMI vaticina que "la efectividad de la supervisión de la DGS podría verse seriamente perjudicada dadas las crecientes exigencias y los limitados recursos disponibles".

El organismo que dirige Flavia Rodríguez-Ponga manejó un presupuesto de 12,8 millones de euros el pasado ejercicio. Casi todo el dinero provino de las arcas públicas porque la DGS no percibe casi nada de las aseguradoras ni de los fondos de pensiones. Solo ingresa tasas por la inscripción de nuevas compañías y el dinero de las multas que impone. En 2011, logró 700.000 euros por tasas.

Para recortar gastos y aliviar la carga de trabajo, el FMI propone a la DGS externalizar el departamento de atención de reclamaciones. En él trabajan 31 personas.

 Crear una aseguradora saldrá bastante más caro

Operar en el negocio asegurador será más caro cuando entre en vigor la nueva Ley de Supervisión de Seguros Privados (LSSP). El texto preparado por el organismo que encabeza Flavia Rodríguez- Ponga ha fijado en 15 millones de euros el capital social necesario para trabajar en los ramos de vida, caución y crédito, responsabilidad civil y reaseguro. Hasta ahora, había que desembolsar 9 millones por estar presente en estos segmentos. La factura ha subido un 66%.

Entrar en cualquier otro ramo exigirá un capital social de 4,4 millones de euros. Supone duplicar la cantidad necesaria actualmente para vender pólizas de accidentes, enfermedad y asistencia jurídica (2,1 millones) y una subida del 46% para el resto de líneas de negocio (3 millones) como autos, hogar, etcétera. En el sector adelantan que el impacto de las nuevos requisitos de capital será limitado porque las compañías europeas pueden desembarcar en España por medio del pasaporte comunitario si disponen de licencia en su país de origen.

Los nuevos requisitos afectarán principalmente a los grupos que quieran ampliar su campo de acción a nuevos ramos y a las compañías de nueva creación. En los últimos años han proliferado las firmas de venta directa y bancaseguros.



Los trabajadores afectados por ERE no pactados hasta abril suben el 317,5 %


En los cuatro primeros meses del año se autorizaron o comunicaron (con la reforma laboral, en vigor desde el 12 de febrero, se ha suprimido la autorización administrativa) 10.379 ERE, el 57,5 % más que un año antes.

Del total de trabajadores afectados por un ERE no pactado a 6.962 les incluyeron en uno de extinción (el 148,9 % más), a 22.912 en uno de suspensión (el 334,7 % más) y a 8.498 de reducción (el 696,7 % más).

También en los cuatro primeros meses de 2012 ha habido 96.214 asalariados (el 14,5 % más) a los que se les ha aplicado un ERE pactado entre la empresa y los representantes de los trabajadores.

Para 17.199 de ellos fue uno de extinción (el 3 % más), para 59.185 de suspensión (el 32,5 % más) y para 19.830 de reducción (el 12,4 % menos).

Si se suman las personas englobadas en los ERE pactados y los no acordados el total ascendió a 134.586, el 44,4 % más que entre enero y abril de 2011.
De ellos 24.161 perdieron su empleo (el 24 % más), a 82.097 les supuso una suspensión temporal (el 64,4 % más) y 28.328 una reducción de su jornada (el 19,1 %).

En cuanto a la causa alegada para presentar un ERE, para 20.241 trabajadores fue problemas de tesorería o financiación (el 40,2 % más), para 9.434 restricción de demanda y rescisión de contratos (el 5,5 % más), para 113 quiebra, suspensión de pagos, deudas; para 3.564 baja productividad (el 1.331,3 % más) y para 55.994 aplicación de medidas económicas (el 114,7 % más).

Para 988 personas se presentó un ERE por razones técnicas (el 24,4 % menos), para 92 por ruinas u obras inmuebles y falta de materia prima (el 42,8 % menos), para 43.184 por causas organizativas o de producción (el 7,7 % más) y 903 por fuerza mayor (el 24,6 % menos).



El sector bancario despidió a 14.000 empleados en 2011


Los bancos y cajas de ahorros que operan en España redujeron su plantilla en 14.367 empleados elpasado año y cerraron 2.905 sucursales, principalmente debido al proceso de reestructuración del sector. Al cierre de 2011, las entidades financieras españolas contaban con 223.492 empleados, 107.492 en bancos y 116.000 en cajas, segúnlos datos de la Asociación Española de Banca (AEB) y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). Esto supone 14.367 empleos menos que al cierre de 2010, cuando contaban con 237.859. El mayor ajuste corresponde a las cajas, responsables de eliminar 12.165 de estos puestos de trabajo.

Por lo que respecta a las sucursales, al cierre de 2011 ascendían a 35.118, 2.905 menos que un año antes. Los bancos contaban el pasado año con 14.331 sucursales, 387 menos que el año anterior, principalmente debido a las 135 oficinas que ha cerrado Banco Guipuzcoano, las 128 de Barclays, las 46 de Banesto, las 45 de Banco Sabadell, las 30 de Banco Pastor y las 20 de Banca March.            Las cajas, por su parte, cerraron 2.518 oficinas, con lo que al finalizar 2011 contaban con 20.787 sucursales.

Desde UGT apuntan que la supresión de empleos y el cierre de oficinas se debe "sobre todo" al proceso de reestructuración de lasantiguas cajas de ahorros, ya que al agruparse se ha prescindido denumerosas sucursales. El sindicato insiste en la necesidad de encontrar "soluciones no traumáticas" para esta reestructuración, es decir, que el proceso se realice mediante el acuerdo entre las empresas y los trabajadores.     En este punto coincide el secretario general de Comfia-CCOO, José María Martínez, quien exige que la reestructuración "se haga como hasta ahora", con "acuerdo social".

Las pérdidas de empleo siguen la tendencia de los últimos años,como recuerda Martínez, que estima que el sector financiero ha suprimido 30.000 puestos de trabajo desde que empezó la crisis, lamitad debida a la caída del negocio y la otra mitad a lareestructuración del sector.

Banca pública

Además, los sindicatos apuntan que esta tendencia va en aumento. UGT calcula que, solo con las medidas que ya han sido anunciadas, 2012 terminará con 2.900 oficinas y 13.200 trabajadores menos, "una reestructuración muy fuerte porque es un periodo corto de tiempo". Desde CCOO no ofrecen datos de previsiones, pero advierten de que los ajustes que se hagan a partir de ahora "van a depender de las condiciones que ponga Europa al préstamo" que va a conceder a las entidades financieras españolas para su recapitalización.

En ese sentido, Martínez pide "que se limpien de incertidumbre palabras tan gruesas como liquidación", en el sentido de que estopuede implicar la absorción de unas entidades por otras y nonecesariamente su eliminación.

De cara al futuro, UGT aboga por la creación de una "banca pública" con las cuatro entidades auxiliadas por el Estado (Banco de Valencia, Catalunya Banc, Novacaixagalicia y Bankia), porque despejaría la incertidumbre sobre su futuro, permitiría que fluyerael crédito y evitaría "que la gente acabe llevándose los depósitos".



Los salarios de la miseria en Portugal


Unas 605.000 personas ganan el salario mínimo

Los 485 euros mensuales se quedan en unos 430 netos

El poder de compra es un 23% inferior a la media europea

La crisis no solo ha llevado desempleo a Portugal, también ha llevado sueldos cada vez más bajos. Según los últimos datos de la Seguridad Social, actualmente 605.000 portugueses ganan el salario mínimo nacional, valorado en 485 euros que se convierten en poco más de 430 euros netos en la práctica, una vez descontados los impuestos.

Con este dinero tiene que sobrevivir Laura Carvalho, una mujer de 52 años que desde hace 12 trabaja limpiando en una empresa de Lisboa. Con este dinero "es imposible llegar a fin de mes", por lo que además de las ocho horas diarias, Laura trabaja otras tres limpiando en otra empresa, y dice que "ni aún así lo consigue". Está separada y vive con el más pequeño de sus 5 hijos, que todavía está estudiando.

Nació en la república africana de Santo Tomé y Príncipe, en el Golfo de Guinea, y mirando al estado de la economía portuguesa, Laura no sólo se arrepiente de haber venido, sino que además le aconseja a su hijo que se vaya a buscarse el futuro fuera de Portugal. La última vez que ella consiguió ir de vacaciones a su país natal fue hace tres años, y aunque dice que "la esperanza es lo último que se pierde", ahora que ya no consigue ahorrar nada se pregunta si algún día podrá volver a su país.

"Aquí los políticos no hacen más que humillar cada vez más a los portugueses", se queja resignada Laura, que considera que con lo que gana le da la sensación de que apenas "sobrevive como las hormigas bajo tierra". Vive en una casa de protección oficial pero aún así le cuesta desembolsar los 250 euros mensuales del alquiler. A primeros de mes aprovecha para ir al supermercado después de pagar todas las facturas de la casa, pero dice que a partir de la segunda o tercera semana ya no tiene "ni para yogures".

Actualmente, el 10,9% de la población activa portuguesa vive más o menos en la misma situación que Laura, una cifra que se ha disparado durante los últimos años, ya que hace cuatro años sólo el 6% de la población activa ganaba el salario mínimo. Las mujeres son las que se llevan la peor parte, sobre todo en sectores como la limpieza y la hostelería.

Y mientras algunos políticos, dentro y fuera de Portugal, insisten en que hay que bajar los sueldos para hacer la economía más competitiva, Paulo Lorenço, vigilante de seguridad en una farmacéutica, se pasa el día "con la calculadora en la mano" para poder llegar a fin de mes. A sus 47 años, está casado y tiene dos hijos, y explica que sus 700 euros netos apenas dan para pagar la letra de la casa y las facturas.

El sueldo de su mujer es para pagar el resto de las cosas. "No podemos hacer excursiones ni demasiados extras, compramos lo esencial, por las noches sólo cenamos pan y sopa, y estamos siempre atentos para ver cuál es la gasolinera que tiene los precios más bajos", explica. En esta línea del ahorro y la austeridad educa a sus hijos, en especial al mayor, de 20 años, que estudia y ya trabaja para "aprender el valor del dinero". Y aunque en su empresa cada vez se trabaja menos horas –porque los clientes también están recortando gastos-, de momento Paulo da gracias por tener al menos un empleo.

Según el Instituto Nacional de Estadística, el poder de compra de los portugueses es un 23% inferior a la media europea y esto se debe, sobre todo, a los sueldos bajos, una situación de la que no escapan los jóvenes, que son, por otro lado, los más afectados por el desempleo, con una tasa superior al 36%. Y cuando los jóvenes portugueses tienen la suerte de acceder a un puesto de trabajo, tienen que conformarse, en la mayoría de los casos, con el sueldo mínimo nacional.

Es más o menos lo que le pasa a Joana Garnecho, de 24 años, auxiliar de educación en una guardería a las afueras de Lisboa desde hace 2 años. Gana 445 euros netos al mes por lo que es para ella "impensable" emanciparse de la casa de sus padres e irse a vivir con su novio, que gana poco un poco más. De momento, Joana ha optado por comprarse un coche para poder ir a trabajar y estudiar Educación Infantil y Primaria para "intentar ganar un poco más en el futuro", aunque lo dice poco convencida.

Sumando todos sus gastos –los de la facultad y la letra del coche- le quedan tan solo unos 100 euros para pasar el mes. "Ahora voy menos al cine o a cenar fuera y las vacaciones son o unos días de camping o a casa de familiares, y aun así ya gastamos mucho en peajes y gasolina", explica Joana, que se pregunta si las cosas van a cambiar en Portugal o si "van a ir cada vez a peor".



La banca "rescata" al Ibex de la ola bajista que dominó en los parqués europeos


El selectivo español se desmarcó de la tónica bajista que este viernes predominó en las principales plazas bursátiles europeas. Parece que el análisis de las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger han hecho sobre el sector bancario español, que prevé una recapitalización de 62.000 millones de euros para sanear a la banca, ha convencido a los inversores. Así, este viernes, el Ibex 35 se disparaba un 1,52%, hasta los 6.873,3 puntos con Banco Popular y Banco Sabadell en cabeza subiendo un 10,5% y un 8,5% respectivamente.

El resto del sector también se apuntó grandes revalorizaciones ya que Bankinter (7,17%), Bankia (5,21%), CaixaBank (4,46%), BBVA (0,94%) y Banco Santander (1,07%) terminaron liderando en verde. Fuera del sector bancario, ACS (7,22%), FCC (4,46%), Ferrovial (4,25%) e Iberdrola (3,45%) también lograron "colarse" entre las mayores subidas de la jornada. En el caso de la eléctrica, su fuerte subida se debió a la mejora en las previsiones de crecimiento para 2012 por parte del presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán.

El Ibex recibió su último impulso por parte del Consejo Europeo, donde Alemania, Francia, Italia y España acordaron estudiar un plan de crecimiento económico por valor de 130.000 millones de euros, que supone el 1% del PIB de la Unión Europea. Entre las medidas acordadas destacaba la aprobación de un tasa Tobin para las transacciones financieras.

La prima de riesgo reaccionó a la baja y terminó relajándose hasta los 479 puntos desde los 517 que llegó a marcar en las primeras horas de cotización. El bono de deuda a diez años terminó pagándose a 6,38%.

En el mercado pasó prácticamente desapercibido que Moody's rebajara el rating a 15 entidades financieras en todo el mundo, incluidas cinco bancos cotizados en Wall Street: Bank of America, Citigroup, Goldman Sachs y JP Morgan. Entre las europeas destacan el alemán Deutsche Boerse, el francés BNP Paribas y el helvético Credit Suisse. "Estos bancos tienen una significativa exposición a la volatilidad y el riesgo por las grandes pérdidas vinculadas a sus actividades  en los mercados de capitales", señalaba en su nota la agencia de rating.

Muy distinto era el panorama en el resto de bolsas europeas. Fráncfort lideró los descensos tras ceder un 1,26%, seguida de Londres (-0,95%), París (-0,75%) y Milán (-0,65%). Mercados e inversores se mostraron preocupados después de que encuesta IFO alemana sobre el clima económico marcara en junio su nivel más bajo de los últimos dos años. Durante el último mes, el indicador bajó hasta los 105,3 puntos desde los 106,9 que registró en mayo.

En el mercado de materias primas, el precio del crudo volvía a recuperar valor tras el fuerte varapalo sufrido el pasado jueves. El barril de crudo Texas, de referencia en Estados Unidos, se revalorizaba cerca de un 2%, hasta pagarse a 90,8 dólares. El barril de Brent, su homólogo europeo, subía un 1,6%, hasta rozar los 80 dólares. El oro, por su parte, se mantenía en terreno negativo al ceder un 0,3%, hasta los 1.566 dólares la onza.

En el mercado de divisas, el euro reaccionó con una subida hasta los 1,258 dólares a las conclusiones a las que llegaron Alemania, Italia, Francia y España. Pero finalmente, la euforia inicial se diluyó hasta terminar cotizando a 1,255 dólares.



Wall Street cierra con un ascenso del 0,53% en el Dow Jones de Industriales


Wall Street incrementó hoy su avance en la recta final de la jornada y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, subió el 0,53% como un efecto rebote tras la caída de la víspera, cuando vivió su segundo peor día de 2012.

Ese indicador, que agrupa a treinta de las mayores empresas cotizadas de EEUU, sumó 67,21 puntos para acabar en las 12.640,78 unidades, al tiempo que el selectivo S&P 500 ganó el 0,72 % (9,51 puntos) hasta 1.335,02 unidades y el índice compuesto del mercado Nasdaq el 1,17 % (33,33 puntos) hasta 2.892,42 unidades.

El rebote en el parqué neoyorquino fue permitido principalmente por la subida del 1 % que registró el sector financiero un día después de que la calificadora Moody's degradase la nota de quince grandes bancos, entre ellos cinco de los pesos pesados de Wall Street.

Las rebajas fueron recibidas con alivio entre los inversores neoyorquinos, que habían temido que fueran más severas, por lo que Bank of America subió el 1,53 %, JPMorgan Chase el 1,35 %, Morgan Stanley el 1,29 % y Citigroup el 0,57 %, aunque Goldman Sachs bajó el 0,29 %.

Así, tan solo tres de los integrantes del Dow Jones acabaron a la baja liderados por la cadena minorista Walmart (-0,59 %), mientras que el lado de las ganancias lo capitanearon la tecnológica Microsoft (1,87 %), la farmacéutica Merck (1,85 %), el mencionado avance de Bank of America y la cadena Home Depot (1,48 %), entre otras.

Fuera de ese índice el fabricante de automóviles General Motors bajó el 0,19 % tras anunciar que aumentará más del doble su capacidad en la planta de San Petersburgo como parte de una inversión de 1.000 millones de dólares en Rusia en los próximos cinco años.

Mientras, su competidora Ford bajó el 0,78 % después de que la Dirección Nacional de Seguridad en el Tránsito Vial de EEUU anunciase que investiga quejas que pueden afectar a más de 170.000 vehículos de esa empresa y de Chrysler por problemas con el volante y atascamiento del motor.

En el mercado Nasdaq sorprendió el sólido avance de la red social Facebook (3,8 %), que reconquistó los 33 dólares por acción, y también subieron las tecnológicas Google (1,11 %), Apple (0,77 %), Amazon (0,72 %), entre otras.
En otros mercados el petróleo de Texas subió el 1,99 % hasta 79,76 dólares por barril, el oro ascendió a 1.566 dólares la onza, el dólar perdía terreno frente al euro (que se cambiaba por 1,2565 dólares) y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a diez años progresaba al 1,67 %.



El Nikkei baja 63,73 puntos, el 0,72 por ciento, hasta 8.734,62 puntos


El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró hoy con un descenso de 63,73 puntos, el 0,72 por ciento, y quedó en 8.734,62 unidades.

El índice Topix, que agrupa a todos los valores de la primera sección, cedió 5,70 puntos, un 0,76 por ciento, hasta 745,22 enteros.

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