Consultoria actuarial con más de veinte años de experiencia en previsión social, operaciones vinculadas, análisis de mercados y demanda, recursos humanos, riesgos financieros y empresariales, peritajes judiciales y valoración de empresas y despachos.







lunes, 30 de julio de 2012

Prensa 30 julio


La inflación anual sube al 2,2% al encarecerse los medicamentos


La inflación interanual se ha situado en el 2,2% en julio, lo que supone un aumento de tres décimas con respecto a junio, según el indicador adelantado del índice de precios de consumo (IPC) publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En este registro ha influido especialmente la subida de los precios de los medicamentos y otros productos farmacéuticos.

El INE ha publicado también el indicador adelantado del IPC armonizado (IPCA), que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona del euro, según el cual, la inflación interanual también ha alcanzado en julio el 2,2%, cuatro décimas más que hace un mes.

Si se confirma el dato del IPC adelantado hoy, la cifra de este mes sería tres décimas superior a la de junio, que subió un 1,9%, y llegaría al máximo de este año al superar la inflación de abril (2,1%). Los datos finales de inflación en julio se conocerá el próximo 14 de agosto.

Según el último informe de previsiones de Funcas, la inflación se elevará ocho décimas por encima de lo previsto hasta el 2,5% a finales de diciembre por el efecto de la subida del IVA.



Estar sentado en tu sitio hace que te vuelvas idiota


El sedentarismo irracional en el puesto de trabajo no sólo es insano... También resulta poco inteligente. Es propio de quienes confunden estar con producir.

¿Cuánto tiempo hay que estar en la oficina? La respuesta es... depende. Sólo compensa en aquellos entornos en los que está bien visto quedarse hasta el final, donde la mera presencia se confunde con la profesionalidad.

La disquisición sobre las horas que debemos pasar en el trabajo tiene que ver con algunos estudios que extraen conclusiones científicas sobre el uso que hacemos de nuestro tiempo, y la implicación de este en nuestra existencia. Estas investigaciones suelen tener un éxito asegurado. Un estudio reciente del Brigham and Women’s Hospital de Boston y de las universidades de Harvard y Louisiana State, publicado en el British Medical Journal, demuestra que limitar los momentos que pasamos frente al televisor a un máximo de dos horas al día podría alargar nuestra vida en un año y tres meses.

Si las conclusiones se refieren a nuestro consumo de tiempo en horas de oficina, el interés es mucho mayor: The New York Times publicaba recientemente los resultados de otras investigaciones científicas que aseguran que, al quedarnos sentados todo el día –en la oficina, por ejemplo– la actividad de los músculos decrece y esto provoca una cascada de efectos nocivos para el metabolismo. Aquí autores (y expertos) discrepan: mientras los estudios publicados en el British Medical Journal aseguran que tres horas al día de actividad física aumentan nuestra esperanza de vida una media de dos años, las conclusiones que aparecen en The New York Times afirman que poco importa el ejercicio que hagamos, porque la actividad física no compensa el daño de un sedentarismo excesivo en el puesto de trabajo. Esto no sólo puede llevarnos a ser más obesos... También nos vuelve más estúpidos.

Aquí la ciencia va contra aquellos que viven convencidos de que siempre es rentable que se les vea en su puesto de trabajo hasta la hora que sea, aunque realmente no hagan nada productivo en la oficina. Esto, básicamente, es insano y poco inteligente.

The New York Times cita la investigación de Sabine Schaefer, experta del Max Planck Institute for Human Development de Alemania, quien valora los efectos positivos de levantarse periódicamente del puesto de trabajo y caminar cuando se realiza una actividad intelectual (algunos empleos lo son).

Schaefer coincide con aquellos que aseguran que ciertas pequeñas distracciones en la oficina, lejos de ser una pérdida de tiempo, aumentan la productividad.

Susan Scott, fundadora de la compañía de desarrollo y formación de ejecutivos Fierce Inc., argumenta que “si la gente hace bien su trabajo, no debería preocuparnos que existieran ciertas distracciones”. Según Scott, “lo último que una empresa debería hacer es establecer una regulación que restrinja las actividades lúdicas en horario de trabajo”. Un estudio de The British Psychological Society apoya las tesis de Schaefer al asegurar que esas distracciones –levantarse del sitio en este caso– incrementa los recursos de energía, que pueden invertirse en pensar.

Los expertos sugieren que permanecer encadenado a la mesa de trabajo no tiene demasiadas ventajas. La ciencia muestra que a menudo disfrutamos de paréntesis creativos cuando nuestra mente se desengancha del problema contra el que estamos luchando o tratamos de resolver, y las grandes ideas y soluciones llegan en ese momento de relax.

Conviene desconectar cada dos horas, porque a partir de los 90 minutos nuestra atención cae. Fisiológicamente, estamos agotados y cortar un poco nos permite volver con más atención y eficiencia.
  


El paro entre los menores de 25 años sigue en aumento


El número de jóvenes españoles menores de 25 años que quieren trabajar y no pueden hacerlo, sigue en aumento. La tasa de paro juvenil  llegó en el segundo trimestre de 2012 al 53,28%, una cifra que supone un aumento de 1,27 puntos porcentuales respecto al primer trimestre y 7,16 puntos más que en el mismo periodo de 2011, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En números absolutos, el número de jóvenes en paro aumentó en 35.700 personas de abril a junio de 2012.

Estas cifras vienen a confirmar una dramática realidad: siguen siendo más en España las personas menores de 25 años que buscan un empleo y no lo encuentran a las que tienen empleo. Lo cierto es que, en un contexto de crisis económica como el actual, los jóvenes son, junto a los parados de larga duración y los mayores, los colectivos más afectados por el drama del desempleo.

Los datos de la EPA indican que el grueso de jóvenes parados se concentra en la franja de 20 a 24 años, con 722.300 (14.600 más que en el trimestre anterior), en tanto que en el grupo de 16 a 19 años los desempleados llegaron a 235.200 (21.100 más).

Además, el paro entre los menores de 25 años es más acusado entre los hombres (54,44%) que entre las mujeres (51,98%).



Trabajo aflora 14.000 empresas falsas


La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha señalado que en lo que va de año Trabajo ha descubierto la existencia de 14.000 empresas falsas creadas para la recepción de prestaciones. Además, durante las inspecciones se ha descubierto que más de 4.000 trabajadores combinaban la prestación por desempleo con la ocupación laboral.

El Consejo de Ministros ha aprobado esta mañana cuatro proyectos de ley que tienen como objetivo recuperar la credibilidad y confianza de España. Así, según lo indicado por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, se trata de que tanto los gestores públicos como los ciudadanos cumplan con las obligaciones tributarias, justo en un momento en que se está pidiendo un esfuerzo adicional para hacer frente a la crisis.

Las medidas adoptadas, entre las que se encuentran el proyecto de ley de transparencia, el anteproyecto de ley contra el empleo irregular y el fraude a la Seguridad Social, así como la reforma del Código Penal en la lucha contra el fraude fiscal, tienen como objetivo dotar a Trabajo de mayores instrumentos para poder llevar a cabo las inspecciones.

Hasta el momento, Sáenz de Santamaría ha señalado que de las 112.000 inspecciones llevadas a cabo por el Ministerio se ha aflorado 39.000 empleos, es decir, un 13% más que en el año anterior. Junto a esto, el Ejecutivo ha sacado a la luz más de 14.000 empresas ficticias creadas con el único fin de cobrar prestaciones.

En lo referente al número de trabajadores que combinan la prestación con la ocupación, el Gobierno ha señalado que la cifra asciende a más de 4.000 perceptores.

Ley de Transparencia

Soraya Sáenz de Santamaría ha señalo que la nueva de ley de transparencia a la que estarán sujetas todas las administraciones públicas, así como los órganos constitucionales cuando actúen con carácter administrativo y las sociedades mercantiles con participación pública de más de 50%, busca cambiar la filosofía de lo público y acabar con la opacidad que ha caracterizado a las administración española.

Como complemento a esta ley se halla el anteproyecto de ley orgánica que intenta reforzar las penas por mala gestión de los recursos públicos. Entre las novedades adoptadas se encuentran las penas de cárcel que irán de uno a cuatro años en aquellos supuestos de gran gravedad, es decir, en todos aquellos casos en los que el falseamiento y ocultación de los datos afecta a las cuentas públicas. Hasta el momento el Gobierno solo había contemplado la inhabilitación de tres a 10 años.



Hora y cuarto con Merkel


"Ya sé que estuvisteis con Merkel, me lo ha comentado”. Fue el saludo, un tanto irónico, de Mariano Rajoy, al tiempo que daba la mano, a Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo cuando estos entraron la mañana del jueves al despacho del presidente en La Moncloa. “Pues sí, hemos podido explicarle a ella antes que a ti los acuerdos firmados con la patronal”, le espetaron con el mismo sarcasmo. Habían sido convocados con urgencia el día anterior y tuvo que ser después de que se reunieran con Merkel.

Los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras se habían reunido, en efecto, con la canciller alemana el 5 de julio en Berlín a petición propia y ante el desprecio que estaban sufriendo por el presidente del Gobierno de su país, que después de seis meses en el cargo no había dado respuesta alguna a las peticiones sindicales. Aunque fuentes de La Moncloa sostienen que Rajoy tiene organizada su agenda, la mediación de la canciller fue clave para la cita del jueves.

Toxo y Méndez habían solicitado a mitad de junio la reunión con Merkel a través de su homólogo de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB, en sus siglas alemanas), Michael Sommer, que, desde la discrepancia, mantiene una “estima personal” y “un buen clima” en las relaciones con Merkel. La calidad de presidente de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) de Toxo, al que le toca por turno, facilitaba el encuentro; pero, sobre todo, influyó el interés mostrado por la propia Merkel por aprovechar la oportunidad que le daban los sindicatos de conocer desde otras voces la realidad española que tantas preocupaciones le está causando en los últimos meses.

El objetivo inicial de los sindicatos era que el encuentro se produjera antes de la cumbre europea de finales de junio para dar a conocer a la canciller su visión de la situación española. La agenda de Merkel impidió que se vieran antes de dicho evento, en el que se aprobaron unas ayudas de hasta 100.000 millones de euros para rescatar a la banca española; pero sí lograron que fuese pocos días después. Merkel pidió que lo mantuvieran en secreto, condición que los dirigentes de UGT y CC OO respetaron escrupulosamente. Trascendió tras el encuentro con Rajoy y por otros cauces.

Merkel citó a los dos líderes sindicales en su amplio despacho de la Cancillería, un edificio moderno cuyo patio de honor está presidido por una estatua de Eduardo Chillida que representa la reunificación de Alemania. Allí llegaron con puntualidad teutona los dos sindicalistas a las 11 de la mañana acompañados por Sommer, que también asistió a la reunión. Habían aterrizado en Berlín el día anterior, lo que les había permitido preparar con sus anfitriones la cumbre sindical que se celebrará casi en paralelo a la hispanoalemana prevista para los primeros días de septiembre en Madrid. Asimismo, pudieron llegar relajados a la reunión con Merkel después de haber paseado por las míticas Unter den Linden y Puerta de Brandenburgo de la capital alemana.

El encuentro estaba perfectamente minutado: una hora de duración. Sin embargo, se extendió casi un cuarto de hora más, lo que demuestra la preocupación por España y el crédito que concede a los sindicatos españoles. Merkel, vestida con uno de sus típicos trajes chaqueta, en este caso gris, acudió con tres miembros de su staff (muy jóvenes los tres), así como una traductora, cuyo dominio del español era tan perfecto y sin acento que confundió a los invitados sobre su origen. Era alemana.

La canciller, tras ofrecer a los presentes un café y un refrigerio y detenerse en una gran foto conmemorativa del 20º aniversario de la caída del Muro en la que aparecen Helmut Kolh, Mijail Gorbachov y George Bush (padre), los tres principales protagonistas de aquel hecho histórico, entró en seguida en materia. Méndez y Toxo le entregaron un resumen, escrito en alemán, de los acuerdos firmados por los sindicatos y la patronal sobre pensiones y salarios y flexibilidad interna que no habían podido entregar a Rajoy. El primero, de tiempos del Gobierno de Rodríguez Zapatero, y el segundo, del pasado enero, ya con aquel en La Moncloa.

Merkel lo valoró y reconoció que ignoraba el alcance de esos pactos, quizá porque nadie se lo había explicado ni a ella ni a su gente. En todo caso, los sindicatos trataban de desmontar la imagen sobre ellos que se haya podido transmitir desde el Gobierno de Rajoy, que tiene el dudoso honor de haber sido el presidente español al que antes le han convocado una huelga general.

Merkel, que llevó el peso de la reunión, estuvo muy interesada por la opinión sobre los problemas de España y sobre las reformas emprendidas por Rajoy, cuyo apoyo reconoció. La respuesta, que esperaba, fue negativa. Los dirigentes sindicales le subrayaron que las reformas no van a solucionar los problemas ni mejorar el crecimiento económico y que la reforma laboral, en concreto, no va a suponer ninguna solución para crear empleo y reducir el paro.

Todavía entonces no se habían anunciado las medidas de ajuste que el Gobierno aprobaría semanas después, en gran parte tomadas por la presión de Alemania, y que han envalentonado a los sindicatos, que encuentran motivos suficientes para convocar otra huelga general, y también a la población en general. La canciller también preguntó por las dificultades presupuestarias de las autonomías, sobre las que los dos sindicalistas se esforzaron por desarticular la leyenda negra que se ha trazado últimamente sobre ellas.

También hablaron de las protestas mineras y apenas profundizaron en el rescate y la posibilidad de intervención a España, quizá por el hecho de que solo hacía unos días que se habían aprobado las ayudas al sector financiero, del que Merkel sí recabó pareceres. Los sindicatos destacaron que esperaban que fluyera pronto el crédito en España para desatascar el bloqueo del consumo, aunque se mostraron incrédulos sobre la eficacia inmediata. Por otra parte, reseñaron la importancia de acabar con el problema de la deuda y reducir la prima de riesgo con la alemana. Sommer, que apenas intervino, defendió la aportación alemana a los rescates europeos y se preocupó por la amenaza de que los jóvenes españoles se conviertan en “una generación perdida”.

No hubo promesas de ningún tipo por parte de ningún implicado. La canciller aseguró que no se inmiscuiría en asuntos políticos internos españoles pero apoyaría el diálogo social en Europa. Sobre la reunión portavoces de la Cancillería aseguran que Merkel se reúne “regularmente” con agentes sociales, también procedentes de otros países. Estas reuniones tienen carácter “reservado”, de modo que el Gobierno no comenta oficialmente su contenido ni sus circunstancias. No obstante, en Berlín se nota cierta preocupación por que el encuentro pudiera haber molestado en Moncloa.



Desconecta del trabajo en vacaciones: apaga el teléfono


Cada verano miles de trabajadores hacen las maletas para disfrutar de lo que esperan que sean 'las mejores vacaciones de su vida'. Conforme va acercándose la fecha de despedirse temporalmente del trabajo, se van tachando los días en el calendario, se ultiman algunos detalles, se lleva el coche al taller para tenerlo a punto y se termina de hacer el equipaje.

Sin embargo, hay algo que a casi nadie se le olvida en casa: el teléfono móvil. Según un estudio realizado por Randstad, el 57% de los españoles tarda en desconectar del trabajo más de una semana durante las vacaciones. Apagar el móvil podría ayudar a desconectar del todo, pero no siempre es lo más adecuado. El informe de Randstad revela que el 63% de los españoles continúa manteniendo una relación con su empresa a través de esta herramienta durante su periodo de descanso, mientras que un 20% se sirve del correo electrónico. Las redes sociales, que suelen estar incluidas en los nuevos móviles inteligentes, tampoco ayudan a aprovechar el estío como antaño.

El informe de Randstad destaca que, concretamente, un 46% de los encuestados necesita entre una semana y quince días para despejarse de la rutina, aunque peor lo pasa el 11% que afirma necesitar aún más días para olvidarse completamente de sus quehaceres diarios. No obstante, hay quien no teme nada el dejar de lado los problemas de la oficina. Randstad afirma que el 43%, en su mayoría jóvenes o personas de más de 50 años, tan solo necesita un día para saborear al máximo la temporada estival.

Los jóvenes, los que menos desconectan

El muestreo de Randstad indica que los más despreocupados son los españoles de entre 18 y 24 años, que en su mayoría se encuentran en su primer empleo. Solo el 27% admite tardar más de una semana en relajarse. Nuria García, de 23 años, dependienta en unos almacenes, afirma ser una de ellas. "Me cuesta por lo menos una semana desconectar del todo", confiesa. "Lo intentas, pero nunca apagas el móvil, y menos mal, porque te puede llamar el jefe para que vuelvas un día antes y en estos tiempos no te puedes negar", lamenta entre bromas.

A partir de los 25 años, el estudio revela que se entra en otra etapa diferente. Los que más dificultades tienen para desconectar son los jóvenes de entre 25 y 34 años con estudios universitarios. Luis Pérez, director de Relaciones Institucionales de Randstad, cree que la diferencia podría deberse a que "cuanto más experiencia se demuestre, la relación con la empresa se hace más constante y la responsabilidad es mayor".

Sergio Pérez, con 27 años es director de marketing de una red social que cuenta con cerca de cuatro millones de usuarios. No titubea al reconocer que "la primera semana es muy compleja". "Miras las redes sociales y el correo electrónico con bastante frecuencia por inercia, porque forma parte de tu rutina diaria durante 11 meses", señala. Pero tampoco hay que alertarse, "a partir de la segunda y la tercera semana ya piensas que lo más sensato es no mirar nada, desconectar y descansar", declara.

Malena Romeralo, psicóloga especialista en asuntos de RRHH, considera que son necesarias, como mínimo, dos semanas para desconectar del todo, "aunque depende del nivel profesional y de la edad", indica. De acuerdo con la opinión de Romeralo, actualmente "las nuevas generaciones tienen otras prioridades, y una de las más importantes es el trabajo", sobre todo teniendo en cuenta la situación de desempleo en la que se encuentra el país.

"También influye la edad", continúa la psicóloga. "Los jóvenes de entre 25 y 35 años no tienen casas ni familias que atender, el trabajo es en muchos casos su única preocupación y por eso les cuesta más desconectar", explica.

La responsabilidad es un grado

Poco cambia, aunque a mejor, la situación en la horquilla de edad comprendida entre los 35 y 44 años. El informe de Randstad apunta que el 38% de los profesionales con edades comprendidas en este intervalo también sufren con dificultad ese proceso de desconexión. "A medida que aumenta la edad, el profesional generalmente va ocupando mayores responsabilidades dentro de su empresa", recalca el portavoz de Randstad, por lo que el estrés que viaja en el equipaje puede llegar a ser mayor. "No se trata tanto de un tema psicológico", prosigue Luis Pérez.

David Gallego, ingeniero informático de 37 años, trabaja como autónomo en una empresa que creó junto con dos colaboradores más. "Para desconectar lo que hay que hacer es dejar el ordenador en casa y apagar el móvil", argumenta, aunque confiesa que "el móvil no lo apagas nunca porque siempre estás pendiente de si hay alguna urgencia". Este ingeniero reconoce que "nunca desconectas al 100%, pero son peores los últimos días de las vacaciones, cuando ya estás pensando en que hay que volver al trabajo".

A medida que se van cumpliendo años, las ganas de dar carpetazo a las obligaciones laborales ayudan a necesitar menos tiempo para comenzar el descanso absoluto. Según Randstad, el 67% de los mayores de 45 años no tardan más de siete días en desconectar.

Antonio Montoya, autónomo de 62 años, relata que tarda muy poco en "cambiar el chip", pero que su caso es algo excepcional puesto que no puede deshacerse del móvil "porque siempre tengo que atender a algún cliente". Aún así, la mayoría de los empleados experimentados que trabajan a sueldo en una empresa cambian de mentalidad con mayor rapidez, bien sea por las ganas de descansar o bien, como afirma Romeralo, porque tienen otras cosas en qué pensar (por ejemplo, en las responsabilidades que acarrea una familia).

Antes se descansaba mejor

Las nuevas tecnologías permiten que la comunicación entre la empresa y sus trabajadores, o entre un autónomo y sus clientes, sea mejor y más fluida. En este aspecto, se convierten en un avance y también un arma de doble filo, porque impiden que todos esos usuarios descansen bien en vacaciones.

"Debemos tener en cuenta que la existencia de canales de comunicación como los 'smartphones' hacen que muchos profesionales, en concreto los perfiles más altos, les cueste más desconectar durante las vacaciones", explica Luis Pérez.

La psicóloga Malena Romeraldo opina lo mismo: "Actualmente es más difícil olvidarte del trabajo porque estamos más pendientes de si nos llega un correo electrónico al teléfono".

Asimismo, el informe realizado por Randstad también diferencia que a las mujeres (un 39%) les cuesta desconectar más que a los hombres (un 34%), pero para ambos el teléfono es el instrumento más utilizado para seguir en contacto con la empresa y con todo lo relacionado con el trabajo.



El apoyo francés y alemán al euro impulsa un 3,91 % a la bolsa española


El principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, ha subido hoy un 3,91 % después de que los gobiernos francés y alemán reafirmaran su disposición a aplicar las medidas que sean necesarias para salvar el euro.

El selectivo español ha escalado al cierre hasta los 6.618 puntos, con un avance en la semana del 5,94 % y unas pérdidas anuales del 22,75 %, mientras la prima de riesgo española -que mide el diferencial entre la rentabilidad del bono alemán y el nacional- bajaba hasta los 535 puntos básicos poco antes del cierre del mercado.

En un comunicado, París y Berlín comparten con el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, su determinación por proteger la moneda única, una declaración que los inversores interpretaron ayer como la puesta en marcha inminente de mecanismos para aliviar la presión sobre la deuda española e italiana.



El Dow Jones cierra con un avance del 1,46% y recupera los 13.000 puntos


Ese índice, que agrupa a 30 de las mayores empresas cotizadas de EEUU, sumó 187,73 puntos para acabar en las 13.075,66 unidades, con lo que cerró por encima de esa simbólica barrera por primera vez desde el pasado 7 de mayo. Entretanto, el selectivo S&P 500 ganó el 1,91 % (25,95 puntos) hasta 1.385,97 unidades, y el índice compuesto del mercado Nasdaq subió el 2,24 % (64,84 puntos) hasta 2,958,09 unidades.

El parqué neoyorquino, que ya se anotó unas subidas similares el jueves tras el espaldarazo al euro del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, acabó con esas fuertes ganancias después de que París y Berlín dijeran estar "decididos a hacer todo" lo necesario para "proteger la eurozona". Las noticias procedentes del otro lado del Atlántico tuvieron más peso sobre el rumbo de la jornada que los datos del Producto Interior Bruto (PIB) estadounidense, que creció el 1,5 % en el segundo trimestre, por debajo del 2 % de los tres primeros meses del año, aunque mejor de lo temido por los inversores.

También presionaron al alza al parqué neoyorquino los resultados empresariales de la farmacéutica Merck, que capitaneó las ganancias del Dow Jones con una fuerte subida del 4,04 % después de anunciar que en el primer semestre ganó el 15 % más interanual. También cerró al alza la petrolera Chevron (0,91 %), y eso a pesar de que en la primera mitad del año ganó el 1,8 % menos, lo que atribuyó al descenso de los preciso del crudo.

Y es que todos los componentes del Dow Jones cerraron al alza este viernes, entre los que destacaron también el fabricante de maquinaria pesada Caterpillar (3,43 %), el productor de aluminio Alcoa (3,17 %), la tecnológica Hewlett-Packard (3,05 %) y el banco JPMorgan Chase (3,02 %), seguidos por otras cuatro firmas con subidas superiores al 2 %.

Fuera de este índice, las acciones de la red social Fabebook se desplomaron el 11,7 % y llegaron a tocar durante la sesión un nuevo mínimo desde su debut en bolsa: los 22,28 dólares. Los analistas lo atribuyeron a la desaceleración de su facturación y a no haber ofrecido pronósticos para el conjunto del ejercicio. Algo parecido le pasó a la cadena de cafeterías Starbucks, que cayó el 9,42 % tras rebajar sus pronósticos de beneficio para el cuarto trimestre de su año fiscal.

En otros mercados, el petróleo de Texas subió el 0,82 % y recuperó los 90 dólares por barril, el oro avanzó a 1.622,7 dólares la onza, el dólar perdía terreno ante al euro (se cambiaba a 1,2301 dólares) y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a diez años progresaba al 1,54 %.



El Nikkei gana 68,8 puntos, el 0,8 por ciento, hasta 8.635,44 puntos


El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró hoy con una ganancia de 68,8 puntos, el 0,8 por ciento, y quedó en 8.635,44 unidades.

El índice Topix, que agrupa a todos los valores de la primera sección, subió 5,3 puntos, un 0,73 por ciento, hasta 731,74 enteros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario