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lunes, 8 de octubre de 2012

Prensa 8 octubre


La revisión de las pensiones costará al Estado 25.000 millones de euros


La actualización de las pensiones este año costará en torno a los 2.500 millones de euros, si el Índice de Precios de Consumo (IPC) interanual se mantiene en el 3,5% al finalizar noviembre. Pero dado que esta cantidad de dinero habrá de consolidarse en las cuantías de las pensiones para siempre, el coste de este simple ejercicio obligado por la ley de actualizar a fin de este año las pensiones puede superar los 25.000 millones de euros.

Fuentes del Gobierno estiman que la inflación podría cerrar el mes de noviembre incluso por encima de donde está ahora (3,5%), puesto que consideran que el impacto de la fuerte subida del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en el índice de precios no ha concluido. Se supone que el IPC recogió ya en septiembre un impacto de unas ocho décimas por la subida del citado impuesto. Pero dado que no todos los precios experimentaron la subida en septiembre por la debilidad de la demanda, lo harán en los meses siguientes a la subida legal (1 de septiembre), e irán incorporándose al IPC paulatinamente. Los expertos no descartan que el impacto lleve el índice de precios hasta una tasa interanual en los próximos meses del 4% o muy cercana.

Pero dado que ahora el Índice está en el 3,5%, los cálculos que podemos hacer sobre el coste de la revalorización de las pensiones deben limitarse a tal nivel. Así, dado que el coste anual de la nómina de las pensiones es de unos 100.000 millones de euros, una desviación de 2,5 puntos (las pensiones ya habían subido un 1% en enero por decisión del Ejecutivo), tendrá un coste de unos 2.500 millones de euros, que se abonarán a lo largo del primer trimestre del año que viene, tal como dice la norma que Mariano Rajoy asegura que cumplirá.

Tal cantidad debe computarse para determinar la nueva cuantía de la pensión con la que cada pensionista inicia el año 2013, para a posteriori efectuar la subida del 1% que también para ese año ha dictaminado el Gobierno en la Ley de Presupuestos, aun en trámite parlamentario.

Pero lo cierto es que como la actualización de acuerdo con el IPC de las pensiones se consolida en la nómina de la Seguridad Social, ha de pagarse cada ejercicio a cada pensionista hasta su fallecimiento. Un cálculo simple permite aventurar que, dado que la vida media de las pensiones de jubilación es de unos 18 años, el número medio de años que habrá que abonarse esta cantidad de 2.500 millones es de nueve. Nueve es la media entre los dieciocho años que estarán en el sistema los pensionistas que cobrarán la pensión por vez primera y un año que como máximo estarán los que fallezcan en 2013.

Por tanto, en esos nueve años la revalorización de las pensiones por la desviación del IPC de este único ejercicio costará al Estado, a la Seguridad Social, 25.000 millones de euros. Nada menos que 2,5 puntos del PIB actual, aproximadamente todo el esfuerzo de consolidación fiscal exigido durante este año con recortes en los gastos y subidas de los impuestos a la ciudadanía.

El simple abono este año, esos 2.500 millones de euros, aportará 0,25 puntos de déficit, una desviación que puede desbaratar los esfuerzos del Gobierno por cumplir el 6,3% de desequilibrio exigido por Bruselas para este ejercicio. Por ello, aunque el Gobierno insiste en abonarlo porque lo dice la legislación, bien podría dar marcha atrás a última hora si hubiere ya desviación en el déficit que se abultase excesivamente con los 2.500 millones citados. Lo que si parece claro es que las autoridades europeas han advertido al Ejecutivo de la necesidad de corregir este mecanismo de revalorización por el componente multiplicador que tiene en el gasto público. El Gobierno ha tomado nota y hará propuestas para modificarlo desde 2013.



El mercado laboral sigue deprimido


Entre los indicadores más esperados en las primeras semanas de cada mes destacan los datos del paro registrado y las afiliaciones a la Seguridad Social del mes anterior. Siempre, y más ahora, la evolución del mercado laboral es uno de los aspectos más importantes de cualquier coyuntura, ya que es la síntesis de cómo va la economía de un país. Desafortunadamente, los datos de septiembre de ambos indicadores no trajeron buenas noticias.

Los afiliados mantienen desde el comienzo de la crisis una tendencia a la baja, que se intensificó a partir del tercer trimestre del pasado año, cuando la tormenta financiera se convirtió en huracán en Europa. En septiembre, y en el conjunto del tercer trimestre de este año, ha continuado dicha tendencia. La variación trimestral anualizada ha empeorado unas cuatro décimas porcentuales, hasta el -4,7% (excluyendo los empleados del hogar, para evitar la distorsión que han introducido los cambios regulatorios de este colectivo en la tendencia del indicador). Esto apunta a que el PIB, también en términos tendenciales, ha seguido acentuando su caída, aunque no tanto como preveíamos los analistas.

El resto de la información coyuntural confirma esta primera impresión, aunque habrá que esperar a tener los datos de septiembre de la mayoría de los indicadores, ya que los de julio y, sobre todo, agosto muestran repuntes significativos que cabe atribuir al efecto anticipación a la subida del IVA. Pero, aunque en dicho mes muchos de estos indicadores se desplomen (ahí tenemos el caso de las ventas de automóviles), es difícil que el conjunto del trimestre dé una caída del PIB notablemente superior a la del trimestre anterior, que fue de cuatro décimas porcentuales (-1,7% en tasa anualizada). En principio, podríamos estimar dicha caída en cinco décimas.

Hay que ser prudentes a la hora de interpretar esto como un indicio de que la economía empieza a estabilizarse, y mucho menos de que tras esta estabilización vendrá más o menos pronto la recuperación. El efecto anticipación señalado ya lleva implícito que en el cuarto trimestre las caídas del gasto y de la producción van a intensificarse. Por otro lado, a los procesos de saneamiento, ajustes y reestructuraciones en marcha, que, siendo totalmente necesarios, tienen efectos contractivos en el corto plazo, les queda bastante recorrido para estar completados. Es casi imposible que una economía despegue cuando está sometida a procesos de tal envergadura y duración. Sobre todo si sus principales mercados externos, los europeos, no tiran con suficiente fuerza de ella.

El paro registrado es un indicador de peor calidad que el de afiliados, entre otras razones, porque recoge los registros puntuales en el último día de cada mes, en vez de la media mensual de datos diarios como hace la estadística de afiliados. Como se ve en el gráfico superior derecho, y en contra de lo que sería coherente con la intensificación de la destrucción de empleo, en el tercer trimestre el aumento del paro en términos desestacionalizados ha sido significativamente inferior al que se produjo el trimestre anterior. Además de la mala calidad del indicador, esta incoherencia también podría reflejar el hecho de que muchos demandantes de empleo, sobre todo jóvenes, ante las escasas posibilidades de encontrar un empleo, hayan retrasado hasta después del verano su inscripción como parados. Es decir, el menor aumento del paro, que en todo caso tendrá que confirmarlo la EPA del tercer trimestre, sería consecuencia de la disminución de la oferta de trabajo, o población activa, no de que haya habido creación de empleo.

Otros datos importantes que proporciona el Servicio Público de Empleo son los beneficiarios y gasto en prestaciones por desempleo, con un mes de retraso respecto al de paro. Hasta agosto, los beneficiarios aumentaron un 3,4% respecto al mismo periodo del año anterior; la prestación media, un 2,3%, y el gasto total, un 5,8%. Ello a pesar de que la tasa de cobertura, es decir, la proporción de parados cubiertos por las prestaciones, ha bajado 6,7 puntos porcentuales. Haciendo una estimación para el conjunto del año, el gasto en desempleo se acercará a los 32.000 millones de euros, unos 3.500 más de lo presupuestado. Un punto adicional más que dificulta el cumplimiento del objetivo de déficit público.



Los españoles son líderes en temporalidad y trabajan más que la media europea


Los empleados sin contrato fijo representan en España un 25,3% del total, frente a la media del 15,8% de la zona euro.

Los españoles trabajamos más horas semanales que los europeos y somos los líderes destacados en contratos temporales. Son dos discutibles méritos de nuestro mercado laboral que se extraen de los datos ofrecidos por la agencia de estadística europea Eurostat. En concreto, cada trabajador de nuestro país trabajó el año pasado 40,3 horas semanales de media, frente a las 40 horas de los empleados a tiempo completo de la eurozona.

España ocupa el décimo puesto de la zona euro en extensión de las jornadas laborales, pero es «número uno» indiscutible en lo que se refiere a la temporalidad del empleo: un 25,3% del total, frente a la media del 15,8% de la zona euro.

Entre los países de la eurozona, el mayor número de horas de trabajo a la semana en 2011 correspondió a Austria (41,8 horas), Chipre y Portugal (41,1 horas), mientras que el menor número de horas se observó en Italia (38,8 horas), Países Bajos (39 horas) y Finlandia (39,1 horas). En la UE, la semana laboral media se situó en 40,4 horas. El país con la semana laboral más extensa fue Reino Unido (42,2 horas), mientras los daneses disfruraron de la más corta (37,7 horas).

Los hombres trabajan más horas

Por sexos, los españoles trabajaron una media de 41 horas semanales en 2011, mientras que las españolas lo hicieron 39,3 horas, en ambos casos por encima de las respectivas medias de la eurozona, situadas en 40,7 horas en el caso de los varones y 38,9 horas en el de las mujeres. En el conjunto de la zona euro, los varones con la semana laboral más extensa fueron los austriacos (42,4 horas), mientras que la más corta la disfruraron los holandeses (39,2 horas). Por su parte, las austriacas trabajaron 40,8 horas semanales, mientras que las irlandesas lo hicieron 36,5 horas.

En cuanto al impacto de la temporalidad, la medida de la eurozona se situó en el 15,8% del total de contratos, con un 15,1% en el caso de hombres y un 16,5% en el de mujeres. Los varones españoles, con un 24,2% registraron el mayor dato de temporalidad, frente al 5,4% de los estonios, mientras que la tasa de temporalidad de las españolas se situó en el 26,6%, frente al 6,9% de las eslovacas y el 8,2% de las luxemburguesas.



Iberia presentará un ERE en noviembre para un máximo de 6.000 empleados


Tras el aumento de las pérdidas la compañía hará un ajuste de plantilla y sueldos.

Iberia afronta el que será un mes determinante para la configuración de la compañía. Arrinconada en el mercado nacional ante la competencia de las aerolíneas «low cost», que le ha supuesto una sangría de 1,5 millones de euros de pérdidas operativas al día (263 millones de euros en el primer semestre), la antigua aerolínea de bandera española ultima un plan de reestructuración que presenta como único garante de su supervivencia. Este, según ha podido saber ABC de fuentes conocedoras del programa, se dará a conocer en noviembre y supondrá el despido de un máximo de 6.000 trabajadores.

Los sindicatos presentes en la aerolínea, encabezados por UGT, CC.OO. y los pilotos de Sepla, prosiguen sus contactos para articular un frente común frente a los planes de la empresa. Fue el propio consejero delegado del grupo, Rafael Sánchez-Lozano, quien a comienzos de agosto remitió una carta a todos los empleados en la que les anunciaba que esta batería de medidas afectará «al tamaño de la compañía, a las condiciones laborales de todos los empleados y al volumen de empleo». Las palabras fueron contundentes:la situación resulta de «verdadera emergencia» y exige «importantes sacrificios».

Desde entonces, miembros de la directiva se han reunido en dos ocasiones con los representantes de los trabajadores: el pasado día 20, con la celebración del Comité Económico y Social de Iberia, y cinco días más tarde con un encuentro entre el director de Recursos Humanos, José Luis Romero, y los representantes de tripulación de cabina (TCP).

En ambos casos el mensaje fue idéntico: la compañía está estudiando sus opciones, sin precisar cuáles. Apenas trascendieron datos concretos, más allá del compromiso de Sánchez-Lozano de no plantear la regulación en los términos de la nueva reforma laboral, según fuentes sindicales. Esta normativa permite a la empresa indemnizar con 20 días por año trabajado.

Los trabajadores temen, además, que elExpediente de Regulación de Empleo (ERE) venga acompañado de un riguroso plan de ajuste, que contemple reducciones salariales de un 5%, la congelación de la progresión por antigüedad durante los dos próximos años y la supresión de la paga extra de abril en función de los resultados del grupo.

Esta reestructuración también podría afectar a las líneas de negocio de la compañía, con la venta de las áreas de Mantenimiento e Ingeniería y el «abandono» de la división de «handling» (asistencia en tierra de los aviones), excepto en el aeropuerto de Barajas (Madrid). En concreto, los representantes de los empleados cifran los excedentes de personal, si se aplican las medidas anteriores, en 350 pilotos, 850 TCP y 5.200 empleados.

Oposición sindical

Después de casi medio año de tregua impuesta por parte del Gobierno, los planes de reestructuración amenazan con encender, de nuevo, la mecha de las protestas. Los sindicatos han advertido de que estas medidas —nunca admitidas ni desmentidas— pueden «constituir un escenario de extrema violencia», un caldo de cultivo propicio para nuevas movilizaciones.

Para ejercer mayor presión, Sepla, CC.OO. y UGT han optado por constituir una unidad sindical infrecuente en la fragmentada plantilla de Iberia. Aseguran que, durante la reunión con el propio Sánchez-Lozano, le transmitieron su apoyo a los planes de la empresa siempre que permitan el crecimiento de la compañía y se negocien con los empleados.Impusieron también unas líneas rojas:las posibles salidas de los trabajadores deben efectuarse mediante un EREvoluntario y ceñirse a los acuerdos de mantenimiento de empleo que firmaron los sindicatos de tierra y TCP durante la oleada de huelgas de comienzos de año. Estos pactos establecían una prórroga de la garantía de trabajo hasta 2014, ampliable hasta 2015.

Además, las organizaciones sindicales exigen recuperar las rutas cedidas a Iberia Express (la sociedad de bajo coste propiedad al 100% de Iberia), Vueling (en la que es accionista mayoritaria) y Air Nostrum (que opera como franquicia en los vuelos de corta distancia).

Sepla denuncia que la reestructuración la está dirigiendo desde Londres IAG —y por tanto choca con los principios de la fusión Iberia y British— y prevé que, aunque el plan inicial contemple 6.000 despidos, el número final se reduzca desde los 1.800 a los 2.000 trabajadores. Un portavoz de la compañía, por su parte, rechaza avanzar el calendario de presentación del plan de viabilidad ni el número total de empleados afectados. Insiste en que, de momento, el equipo directivo se encuentra «trabajando en ello». Sí reconoce, sin embargo, que su puesta en marcha debe ser inmediata: «el actual escenario de pérdidas debe atajarse cuanto antes», reconoce.



El paro de EEUU toca su nivel más bajo en el mandato de Obama


La tasa de desempleo baja al 7,8%, en nivel más bajo en cuatro años. La cifra de un respiro al presidente de EEUU tras el traspiés del primer debate con Romney.


El paro de Estados Unidos bajó a un mínimo de casi cuatro años en septiembre, una noticia que podría dar un impulso a los intentos del presidente Barack Obama por lograr su reelección. El Departamento de Trabajo dijo este viernes que la tasa de desempleo, un tema clave de la campaña para las elecciones de noviembre, bajó del 8,1% de agosto a un 7,8% en septiembre y alcanzó su menor nivel desde enero de 2009.

El mercado laboral estadounidense creó en septiembre 114.000 nuevos empleos, según un sondeo realizado entre los hogares (similar a la Encuesta de Población Activa española), mientras que los datos del Departamento de Trabajo revisaron al alza los de creación de empleo neta en agosto y julio, que fue de 142.000 y 181.000 puestos de trabajo, respectivamente. Las personas con trabajo aumentaron en 873.000 hasta 142,97 millones, mientras que la fuerza laboral en su conjunto aumentó en 418.000 personas. El número de personas desempleadas se situó en 12,1 millones, lo que supone un retroceso de 456.000 personas.

"El sondeo a los hogares fue especialmente fuerte, y los 114.000 empleos creados son otra cosa positiva. Las cifras todavía dejan mucho espacio a la Fed para que se embarque en su nueva ronda de compras de bonos", dijo John Kilduff, socio de Again Capital en Nueva York. Las malas condiciones del mercado laboral llevaron a la Reserva Federal a anunciar en septiembre un plan para comprar mensualmente 40.000 millones de dólares en títulos hipotecarios.

Los empleos temporales, que frecuentemente son considerados un indicador anticipado de la contratación de trabajadores permanentes, cayeron en 2.000 tras haber permanecido prácticamente planos en agosto. La industria manufacturera perdió empleos por segundo mes consecutivo. En contraste, la construcción sumó 5.000 puestos, beneficiada por una mejora en el sector inmobiliario en medio de tasas hipotecarias bajas. Las nóminas del sector público subieron en 10.000 después de haber crecido en un total de 45.000 en agosto.

Los datos del mercado laboral de este septiembre suponen un respiro para el presidente de EEUU, Barack Obama, después del revés que supuso su primer debate electoral frente al candidato republicano Mitt Romney. Un sondeo de Reuters/Ipsos publicado el jueves tras el cara a cara que el miércoles mantuvieron Obama y su rival Romney mostró que el republicano ganó terreno y ahora es visto de manera positiva por un 51% de los votantes.



La bolsa española sube el 1,81% y recupera los 7.900 puntos por el paro EEUU


La bolsa española ha recuperado hoy el nivel de 7.900 puntos con una subida del 1,81 por ciento impulsada por los datos de empleo de los Estados Unidos de septiembre y el desmentido del Eurogrupo a que España vaya a solicitar el rescate de manera inminente.

La prima de riesgo bajó de 446 a 417 puntos básicos y el índice de referencia de la bolsa española, el IBEX 35, ha subido 141,60 puntos, el 1,81 por ciento, hasta 7.954,40 puntos. Las pérdidas anuales descienden al 7,14 por ciento.

En Europa, con el euro en 1,305 dólares, Milán subió el 2,35 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 1,83 por ciento; París, el 1,64 por ciento; Fráncfort, el 1,27 por ciento, y Londres, el 0,74 por ciento.

La bolsa española iniciaba la jornada con ganancias moderadas después de que Wall Street subiera el 0,6 por ciento la víspera y de que el Banco de Japón mantuviera los tipos de interés entre el 0 y el 0,1 por ciento.
La mejora en el mercado de deuda, a lo que colaboraba el desmentido del Eurogrupo de que España vaya a solicitar ayuda financiera este fin de semana, servía para que la bolsa continuara con las ganancias y se situara sobre 7.850 puntos, nivel que mantuvo hasta la publicación de los datos de empleo estadounidenses.

Con la rebaja de la prima de riesgo hasta 430 puntos básicos -el interés de las obligaciones a diez años descendía hasta el 5,75 por ciento-, los inversores olvidaban la caída del 1,3 por ciento de los pedidos a fábrica en Alemania en agosto.

La creación de 114.000 puestos de trabajo en los Estados Unidos en septiembre, con lo que la tasa de paro baja del 8,1 al 7,8 por ciento, el menor nivel desde enero de 2009, y la revisión al alza de los datos de agosto, impulsó a la bolsa española, que subió hasta 7.900 puntos.

El buen comienzo de sesión de Wall Street, que avanzaba hasta máximos anuales y se situaba en niveles desconocidos desde diciembre de 2007, contribuía a que el mercado nacional se acercara a 8.000 puntos, aunque al final de la sesión redujera un poco sus ganancias.

Al cierre, con el petróleo Brent cotizaba a menos de 112 dólares por barril y el euro se cambiaba a 1,305 dólares, la bolsa española regresaba a niveles de hace diez días gracias al impulso de los grandes bancos y valores y por la mejora de la deuda -el rendimiento del bono a diez años bajaba del 5,7 por ciento-.

Todos los grandes valores subieron: Banco Santander (el 3,29 por ciento), BBVA (3,25 por ciento), Iberdrola (2,63 por ciento), y Repsol (2,36 por ciento) ocuparon del segundo al quinto puesto por ganancias del IBEX, respectivamente, mientras que Telefónica subió el 1,82 por ciento, e Inditex, el 0,61 por ciento.

Los derechos de Abengoa sobre las acciones clase B encabezaron las subidas del IBEX al ganar el 3,9 por ciento, mientras que Bankia lideró las pérdidas de este indicador al bajar el 2,89 por ciento, seguidos por las acciones de Abengoa clase A, que cayeron el 1,81 por ciento y de Sacyr, con un retroceso del 0,95 por ciento.

En el mercado continuo destacó la subida del 7,65 por ciento de Adolfo Domínguez, en tanto que Testa Inmobiliaria bajó el 8 por ciento.

El efectivo negociado en el mercado continuo ascendió a 4.595 millones, de los que algo más de 3.500 procedieron de operaciones efectuadas por inversores institucionales.



Wall Street cierra mixto pero el Dow Jones recupera niveles de 2007
http://www.finanzas.com/noticias/mercados/bolsas/20121005/wall-street-cierra-mixto-1562453.html


Los descensos en los valores bancarios y en Apple desaceleraron las subidas de los principales índices de Wall Street que acabaron la sesión en tono mixto y lejos de los máximos del día conseguidos gracias a un informe sobre empleo mejor de lo previsto. El petróleo, que cerró por debajo de los 90 dólares, volvió a decantarse por los números rojos mientras que el dólar continuó a la baja.

Al cierre de la sesión, el Dow Jones de Industriales se alejó de las subidas de medio punto que registraba en la primera parte de la sesión y acabó con un avance del 0,26%, hasta los 13.610,15 puntos nivel que no tocaba desde finales de 2007. Por su parte, el Standard & Poor's restó un ligero 0,03%, hasta los 1.460,93 puntos; mientras que el índice de composición tecnológica Nasdaq bajó un 0,42%, hasta los 3.136,19 puntos incapaz de superar el lastre de Apple, que se dejó más de un 2%.
Aunque la semana terminó a la baja, no impidió que Wall Street rompiera la tendencia negativa de las dos últimas semanas. Las "blue chips" avanzaron un 1,29%, mientras que el S&P 500 sumó un 1,41%. El Nasdaq Composite fue el más "débil" tras avanzar sólo un 0,49%.

Las principales plazas bursátiles sí apostaron abiertamente por los números verdes. Milán fue la más alcista de la jornada tras sumar un 2,35%; seguida por Madrid (1,81%), París (1,64%), Fráncfort (1,27%) y Londres (0,74%).

El color verde iluminó las pantallas de la principal bolsa del mundo durante la mayor parte del día pero las ventas acabaron por arrebatar lo ganado a Wall Street. El mercado frenó su escalada tras el "pinchazo" de los valores bancarios: Bank of Amercia (-0,96%), Goldman Sachs (-0,5%), Citigroup (-0,54%), Wells Fargo (-0,36%) o JP Morgan (-0,26%).

El otro gran obstáculo para el mercado fue Apple, que está a punto de perder un nivel clave. Sus acciones terminaron en los 652,59 dólares tras desplomarse un 2,13%. La compañía californiana, que este viernes recordó a su cofundador Steve Jobs en el primer aniversario de su muerte, tiene que hacer frente a la huelga de uno de sus principales proveedores, Foxconn.

Mejora del empleo

Pese a tropezar en el tramo final, la bolsa neoyorquina agradeció el buen dato de empleo conocido este viernes. Mercados e inversores se enfrentaban al dato más importante de la semana: el de creación de empleo de septiembre. En dicho mes EE.UU. creó 114.000 nuevos puestos de trabajo, una cifra en línea con las previsiones de los expertos que esperaban 115.000. Pero lo que sorprendió de verdad al parqué fue que la tasa de paro del país se redujo hasta el 7,8%, el nivel más bajo desde enero de 2009, cuando Barack Obama tomó posesión como Presidente del Gobierno. Igualmente positivo fue el hecho de que Gobierno haya revistado al alza las cifras de meses anteriores. Así, en agosto se crearon 142.000 puestos de trabajo en lugar de los 96.000 anunciados.

En el mercado de divisas, el dólar siguió a la baja en su cruce con el euro que cerró en las 1,305 unidades. En el mercado de materias primas también predominó el rojo. El barril de Texas, referente en EE.UU. bajó casi un 2%, hasta perder la cota de los 90 dólares; mientras que el barril de Brent, su homólogo europeo, se dejó un 0,5%, hasta los 112 dólares. El oro también se decantó por las bajadas tras retroceder un 0,6%, hasta los 1.781 dólares la onza.

Movimientos

Home Depot (2,36%) y Boeing (1,36%) tiraron al alza del Dow Jones. Du Pont (1,21%), Intel (0,89%), General Electric (0,74%) y Pfizer (0,67%) también destacaron en la parte alta de la tabla. En cambio, UnitedHealth (-1,45%), HP (-1,41%), AT&T (-1,25%) y Caterpillar (-0,62%) cerraron a la baja.

Fuera del selectivo destacó la caída de Zynga. El desarrollador de juegos online se desplomó un 12% tras anunciar una rebaja en sus previsiones de ventas para este año. La tecnológica arrastró a Facebook, que acabó con una caída del 4,7%, hasta los 20,91 dólares.

Las dudas también hicieron acto de presencia en el parqué a la espera de que comience la temporada de resultados empresariales que quedará abierta el próximo 9 de octubre con Alcoa.

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