La revisión de las
pensiones costará al Estado 25.000 millones de euros
La actualización de las pensiones
este año costará en torno a los 2.500 millones de euros, si el Índice de
Precios de Consumo (IPC) interanual se mantiene en el 3,5% al finalizar
noviembre. Pero dado que esta cantidad de dinero habrá de consolidarse en las
cuantías de las pensiones para siempre, el coste de este simple ejercicio
obligado por la ley de actualizar a fin de este año las pensiones puede superar
los 25.000 millones de euros.
Fuentes del Gobierno estiman que
la inflación podría cerrar el mes de noviembre incluso por encima de donde está
ahora (3,5%), puesto que consideran que el impacto de la fuerte subida del
Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en el índice de precios no ha concluido.
Se supone que el IPC recogió ya en septiembre un impacto de unas ocho décimas
por la subida del citado impuesto. Pero dado que no todos los precios
experimentaron la subida en septiembre por la debilidad de la demanda, lo harán
en los meses siguientes a la subida legal (1 de septiembre), e irán
incorporándose al IPC paulatinamente. Los expertos no descartan que el impacto
lleve el índice de precios hasta una tasa interanual en los próximos meses del
4% o muy cercana.
Pero dado que ahora el Índice
está en el 3,5%, los cálculos que podemos hacer sobre el coste de la
revalorización de las pensiones deben limitarse a tal nivel. Así, dado que el
coste anual de la nómina de las pensiones es de unos 100.000 millones de euros,
una desviación de 2,5 puntos (las pensiones ya habían subido un 1% en enero por
decisión del Ejecutivo), tendrá un coste de unos 2.500 millones de euros, que
se abonarán a lo largo del primer trimestre del año que viene, tal como dice la
norma que Mariano Rajoy asegura que cumplirá.
Tal cantidad debe computarse para
determinar la nueva cuantía de la pensión con la que cada pensionista inicia el
año 2013, para a posteriori efectuar la subida del 1% que también para ese año
ha dictaminado el Gobierno en la Ley de Presupuestos, aun en trámite
parlamentario.
Pero lo cierto es que como la
actualización de acuerdo con el IPC de las pensiones se consolida en la nómina
de la Seguridad
Social , ha de pagarse cada ejercicio a cada pensionista hasta
su fallecimiento. Un cálculo simple permite aventurar que, dado que la vida
media de las pensiones de jubilación es de unos 18 años, el número medio de
años que habrá que abonarse esta cantidad de 2.500 millones es de nueve. Nueve
es la media entre los dieciocho años que estarán en el sistema los pensionistas
que cobrarán la pensión por vez primera y un año que como máximo estarán los
que fallezcan en 2013.
Por tanto, en esos nueve años la
revalorización de las pensiones por la desviación del IPC de este único
ejercicio costará al Estado, a la Seguridad Social , 25.000 millones de euros. Nada
menos que 2,5 puntos del PIB actual, aproximadamente todo el esfuerzo de
consolidación fiscal exigido durante este año con recortes en los gastos y
subidas de los impuestos a la ciudadanía.
El simple abono este año, esos
2.500 millones de euros, aportará 0,25 puntos de déficit, una desviación que
puede desbaratar los esfuerzos del Gobierno por cumplir el 6,3% de
desequilibrio exigido por Bruselas para este ejercicio. Por ello, aunque el
Gobierno insiste en abonarlo porque lo dice la legislación, bien podría dar
marcha atrás a última hora si hubiere ya desviación en el déficit que se
abultase excesivamente con los 2.500 millones citados. Lo que si parece claro
es que las autoridades europeas han advertido al Ejecutivo de la necesidad de
corregir este mecanismo de revalorización por el componente multiplicador que
tiene en el gasto público. El Gobierno ha tomado nota y hará propuestas para
modificarlo desde 2013.
El mercado
laboral sigue deprimido
Entre los indicadores más
esperados en las primeras semanas de cada mes destacan los datos del paro
registrado y las afiliaciones a la Seguridad Social del mes anterior. Siempre, y más
ahora, la evolución del mercado laboral es uno de los aspectos más importantes
de cualquier coyuntura, ya que es la síntesis de cómo va la economía de un
país. Desafortunadamente, los datos de septiembre de ambos indicadores no
trajeron buenas noticias.
Los afiliados mantienen desde el
comienzo de la crisis una tendencia a la baja, que se intensificó a partir del
tercer trimestre del pasado año, cuando la tormenta financiera se convirtió en
huracán en Europa. En septiembre, y en el conjunto del tercer trimestre de este
año, ha continuado dicha tendencia. La variación trimestral anualizada ha
empeorado unas cuatro décimas porcentuales, hasta el -4,7% (excluyendo los
empleados del hogar, para evitar la distorsión que han introducido los cambios
regulatorios de este colectivo en la tendencia del indicador). Esto apunta a
que el PIB, también en términos tendenciales, ha seguido acentuando su caída,
aunque no tanto como preveíamos los analistas.
El resto de la información
coyuntural confirma esta primera impresión, aunque habrá que esperar a tener
los datos de septiembre de la mayoría de los indicadores, ya que los de julio
y, sobre todo, agosto muestran repuntes significativos que cabe atribuir al
efecto anticipación a la subida del IVA. Pero, aunque en dicho mes muchos de
estos indicadores se desplomen (ahí tenemos el caso de las ventas de
automóviles), es difícil que el conjunto del trimestre dé una caída del PIB
notablemente superior a la del trimestre anterior, que fue de cuatro décimas
porcentuales (-1,7% en tasa anualizada). En principio, podríamos estimar dicha
caída en cinco décimas.
Hay que ser prudentes a la hora
de interpretar esto como un indicio de que la economía empieza a estabilizarse,
y mucho menos de que tras esta estabilización vendrá más o menos pronto la recuperación. El
efecto anticipación señalado ya lleva implícito que en el cuarto trimestre las
caídas del gasto y de la producción van a intensificarse. Por otro lado, a los
procesos de saneamiento, ajustes y reestructuraciones en marcha, que, siendo
totalmente necesarios, tienen efectos contractivos en el corto plazo, les queda
bastante recorrido para estar completados. Es casi imposible que una economía
despegue cuando está sometida a procesos de tal envergadura y duración. Sobre
todo si sus principales mercados externos, los europeos, no tiran con
suficiente fuerza de ella.
El paro registrado es un
indicador de peor calidad que el de afiliados, entre otras razones, porque
recoge los registros puntuales en el último día de cada mes, en vez de la media
mensual de datos diarios como hace la estadística de afiliados. Como se ve en
el gráfico superior derecho, y en contra de lo que sería coherente con la
intensificación de la destrucción de empleo, en el tercer trimestre el aumento
del paro en términos desestacionalizados ha sido significativamente inferior al
que se produjo el trimestre anterior. Además de la mala calidad del indicador,
esta incoherencia también podría reflejar el hecho de que muchos demandantes de
empleo, sobre todo jóvenes, ante las escasas posibilidades de encontrar un empleo,
hayan retrasado hasta después del verano su inscripción como parados. Es decir,
el menor aumento del paro, que en todo caso tendrá que confirmarlo la EPA del
tercer trimestre, sería consecuencia de la disminución de la oferta de trabajo,
o población activa, no de que haya habido creación de empleo.
Otros datos importantes que
proporciona el Servicio Público de Empleo son los beneficiarios y gasto en
prestaciones por desempleo, con un mes de retraso respecto al de paro. Hasta
agosto, los beneficiarios aumentaron un 3,4% respecto al mismo periodo del año
anterior; la prestación media, un 2,3%, y el gasto total, un 5,8%. Ello a pesar
de que la tasa de cobertura, es decir, la proporción de parados cubiertos por
las prestaciones, ha bajado 6,7 puntos porcentuales. Haciendo una estimación
para el conjunto del año, el gasto en desempleo se acercará a los 32.000
millones de euros, unos 3.500 más de lo presupuestado. Un punto adicional más
que dificulta el cumplimiento del objetivo de déficit público.
Los españoles son líderes
en temporalidad y trabajan más que la media europea
Los empleados sin contrato fijo
representan en España un 25,3% del total, frente a la media del 15,8% de la
zona euro.
Los españoles trabajamos más
horas semanales que los europeos y somos los líderes destacados en contratos
temporales. Son dos discutibles méritos de nuestro mercado laboral que se
extraen de los datos ofrecidos por la agencia de estadística europea Eurostat.
En concreto, cada trabajador de nuestro país trabajó el año pasado 40,3 horas
semanales de media, frente a las 40 horas de los empleados a tiempo completo de
la eurozona.
España ocupa el décimo puesto de
la zona euro en extensión de las jornadas laborales, pero es «número uno»
indiscutible en lo que se refiere a la temporalidad del empleo: un 25,3% del
total, frente a la media del 15,8% de la zona euro.
Entre los países de la eurozona,
el mayor número de horas de trabajo a la semana en 2011 correspondió a Austria
(41,8 horas), Chipre y Portugal (41,1 horas), mientras que el menor número de
horas se observó en Italia (38,8 horas), Países Bajos (39 horas) y Finlandia
(39,1 horas). En la UE, la semana laboral media se situó en 40,4 horas. El país
con la semana laboral más extensa fue Reino Unido (42,2 horas), mientras los
daneses disfruraron de la más corta (37,7 horas).
Los hombres trabajan más horas
Por sexos, los españoles
trabajaron una media de 41 horas semanales en 2011, mientras que las españolas
lo hicieron 39,3 horas, en ambos casos por encima de las respectivas medias de
la eurozona, situadas en 40,7 horas en el caso de los varones y 38,9 horas en el
de las mujeres. En el conjunto de la zona euro, los varones con la semana
laboral más extensa fueron los austriacos (42,4 horas), mientras que la más
corta la disfruraron los holandeses (39,2 horas). Por su parte, las austriacas
trabajaron 40,8 horas semanales, mientras que las irlandesas lo hicieron 36,5
horas.
En cuanto al impacto de la
temporalidad, la medida de la eurozona se situó en el 15,8% del total de
contratos, con un 15,1% en el caso de hombres y un 16,5% en el de mujeres. Los
varones españoles, con un 24,2% registraron el mayor dato de temporalidad,
frente al 5,4% de los estonios, mientras que la tasa de temporalidad de las
españolas se situó en el 26,6%, frente al 6,9% de las eslovacas y el 8,2% de
las luxemburguesas.
Iberia
presentará un ERE en noviembre para un máximo de 6.000 empleados
Tras el aumento de las pérdidas
la compañía hará un ajuste de plantilla y sueldos.
Iberia afronta el que será un mes
determinante para la configuración de la compañía. Arrinconada
en el mercado nacional ante la competencia de las aerolíneas «low cost», que le
ha supuesto una sangría de 1,5 millones de euros de pérdidas operativas al día (263
millones de euros en el primer semestre), la antigua aerolínea de bandera
española ultima un plan de reestructuración que presenta como único garante de
su supervivencia. Este, según ha podido saber ABC de fuentes conocedoras del
programa, se dará a conocer en noviembre y supondrá el despido de un máximo de
6.000 trabajadores.
Los sindicatos presentes en la
aerolínea, encabezados por UGT, CC.OO. y los pilotos de Sepla, prosiguen sus
contactos para articular un frente común frente a los planes de la empresa. Fue el
propio consejero delegado del grupo, Rafael Sánchez-Lozano, quien a comienzos
de agosto remitió una carta a todos los empleados en la que les anunciaba que
esta batería de medidas afectará «al tamaño de la compañía, a las condiciones
laborales de todos los empleados y al volumen de empleo». Las palabras fueron
contundentes:la situación resulta de «verdadera emergencia» y exige
«importantes sacrificios».
Desde entonces, miembros de la
directiva se han reunido en dos ocasiones con los representantes de los
trabajadores: el pasado día 20, con la celebración del Comité Económico y
Social de Iberia, y cinco días más tarde con un encuentro entre el director de Recursos
Humanos, José Luis Romero ,
y los representantes de tripulación de cabina (TCP).
En ambos casos el mensaje fue
idéntico: la compañía está estudiando sus opciones, sin precisar cuáles. Apenas
trascendieron datos concretos, más allá del compromiso de Sánchez-Lozano de no
plantear la regulación en los términos de la nueva reforma laboral, según
fuentes sindicales. Esta normativa permite a la empresa indemnizar con 20 días
por año trabajado.
Los trabajadores temen, además,
que elExpediente de Regulación de Empleo (ERE) venga acompañado de un riguroso
plan de ajuste, que contemple reducciones salariales de un 5%, la congelación
de la progresión por antigüedad durante los dos próximos años y la supresión de
la paga extra de abril en función de los resultados del grupo.
Esta reestructuración también
podría afectar a las líneas de negocio de la compañía, con la venta de las
áreas de Mantenimiento e Ingeniería y el «abandono» de la división de
«handling» (asistencia en tierra de los aviones), excepto en el aeropuerto de
Barajas (Madrid). En concreto, los representantes de los empleados cifran los
excedentes de personal, si se aplican las medidas anteriores, en 350 pilotos,
850 TCP y 5.200 empleados.
Oposición sindical
Después de casi medio año de
tregua impuesta por parte del Gobierno, los planes de reestructuración amenazan
con encender, de nuevo, la mecha de las protestas. Los sindicatos han advertido
de que estas medidas —nunca admitidas ni desmentidas— pueden «constituir un
escenario de extrema violencia», un caldo de cultivo propicio para nuevas
movilizaciones.
Para ejercer mayor presión,
Sepla, CC.OO. y UGT han optado por constituir una unidad sindical infrecuente
en la fragmentada plantilla de Iberia. Aseguran que, durante la reunión con el
propio Sánchez-Lozano, le transmitieron su apoyo a los planes de la empresa
siempre que permitan el crecimiento de la compañía y se negocien con los
empleados.Impusieron también unas líneas rojas:las posibles salidas de los
trabajadores deben efectuarse mediante un EREvoluntario y ceñirse a los
acuerdos de mantenimiento de empleo que firmaron los sindicatos de tierra y TCP
durante la oleada de huelgas de comienzos de año. Estos pactos establecían una
prórroga de la garantía de trabajo hasta 2014, ampliable hasta 2015.
Además, las organizaciones
sindicales exigen recuperar las rutas cedidas a Iberia Express (la sociedad de
bajo coste propiedad al 100% de Iberia), Vueling (en la que es accionista
mayoritaria) y Air Nostrum (que opera como franquicia en los vuelos de corta
distancia).
Sepla denuncia que la
reestructuración la está dirigiendo desde Londres IAG —y por tanto choca con
los principios de la
fusión Iberia y British— y prevé que, aunque el plan inicial
contemple 6.000 despidos, el número final se reduzca desde los 1.800 a los 2.000
trabajadores. Un portavoz de la compañía, por su parte, rechaza avanzar el
calendario de presentación del plan de viabilidad ni el número total de
empleados afectados. Insiste en que, de momento, el equipo directivo se
encuentra «trabajando en ello». Sí reconoce, sin embargo, que su puesta en
marcha debe ser inmediata: «el actual escenario de pérdidas debe atajarse
cuanto antes», reconoce.
El paro de
EEUU toca su nivel más bajo en el mandato de Obama
La tasa de desempleo baja al
7,8%, en nivel más bajo en cuatro años. La cifra de un respiro al presidente de
EEUU tras el traspiés del primer debate con Romney.
El paro de Estados Unidos bajó a
un mínimo de casi cuatro años en septiembre, una noticia que podría dar un
impulso a los intentos del presidente Barack Obama por lograr su reelección. El
Departamento de Trabajo dijo este viernes que la tasa de desempleo, un tema
clave de la campaña para las elecciones de noviembre, bajó del 8,1% de agosto a
un 7,8% en septiembre y alcanzó su menor nivel desde enero de 2009.
El mercado laboral estadounidense
creó en septiembre 114.000 nuevos empleos, según un sondeo realizado entre los
hogares (similar a la Encuesta de Población Activa española), mientras que los
datos del Departamento de Trabajo revisaron al alza los de creación de empleo
neta en agosto y julio, que fue de 142.000 y 181.000 puestos de trabajo,
respectivamente. Las personas con trabajo aumentaron en 873.000 hasta 142,97
millones, mientras que la fuerza laboral en su conjunto aumentó en 418.000
personas. El número de personas desempleadas se situó en 12,1 millones, lo que
supone un retroceso de 456.000 personas.
"El sondeo a los hogares fue
especialmente fuerte, y los 114.000 empleos creados son otra cosa positiva. Las
cifras todavía dejan mucho espacio a la Fed para que se embarque en su nueva
ronda de compras de bonos", dijo John Kilduff, socio de Again Capital en
Nueva York. Las malas condiciones del mercado laboral llevaron a la Reserva Federal a
anunciar en septiembre un plan para comprar mensualmente 40.000 millones de
dólares en títulos hipotecarios.
Los empleos temporales, que
frecuentemente son considerados un indicador anticipado de la contratación de
trabajadores permanentes, cayeron en 2.000 tras haber permanecido prácticamente
planos en agosto. La industria manufacturera perdió empleos por segundo mes
consecutivo. En contraste, la construcción sumó 5.000 puestos, beneficiada por
una mejora en el sector inmobiliario en medio de tasas hipotecarias bajas. Las
nóminas del sector público subieron en 10.000 después de haber crecido en un
total de 45.000 en agosto.
Los datos del mercado laboral de
este septiembre suponen un respiro para el presidente de EEUU, Barack Obama,
después del revés que supuso su primer debate electoral frente al candidato
republicano Mitt Romney. Un sondeo de Reuters/Ipsos publicado el jueves tras el
cara a cara que el miércoles mantuvieron Obama y su rival Romney mostró que el
republicano ganó terreno y ahora es visto de manera positiva por un 51% de los
votantes.
La bolsa
española sube el 1,81% y recupera los 7.900 puntos por el paro EEUU
La bolsa española ha recuperado
hoy el nivel de 7.900 puntos con una subida del 1,81 por ciento impulsada por
los datos de empleo de los Estados Unidos de septiembre y el desmentido del
Eurogrupo a que España vaya a solicitar el rescate de manera inminente.
La prima de riesgo bajó de 446 a 417 puntos básicos y el
índice de referencia de la bolsa española, el IBEX 35, ha subido 141,60 puntos,
el 1,81 por ciento, hasta 7.954,40 puntos. Las pérdidas anuales descienden al
7,14 por ciento.
En Europa, con el euro en 1,305
dólares, Milán subió el 2,35 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 1,83 por
ciento; París, el 1,64 por ciento; Fráncfort, el 1,27 por ciento, y Londres, el
0,74 por ciento.
La bolsa española iniciaba la
jornada con ganancias moderadas después de que Wall Street subiera el 0,6 por
ciento la víspera y de que el Banco de Japón mantuviera los tipos de interés
entre el 0 y el 0,1 por ciento.
La mejora en el mercado de deuda,
a lo que colaboraba el desmentido del Eurogrupo de que España vaya a solicitar
ayuda financiera este fin de semana, servía para que la bolsa continuara con
las ganancias y se situara sobre 7.850 puntos, nivel que mantuvo hasta la
publicación de los datos de empleo estadounidenses.
Con la rebaja de la prima de
riesgo hasta 430 puntos básicos -el interés de las obligaciones a diez años
descendía hasta el 5,75 por ciento-, los inversores olvidaban la caída del 1,3
por ciento de los pedidos a fábrica en Alemania en agosto.
La creación de 114.000 puestos de
trabajo en los Estados Unidos en septiembre, con lo que la tasa de paro baja
del 8,1 al 7,8 por ciento, el menor nivel desde enero de 2009, y la revisión al
alza de los datos de agosto, impulsó a la bolsa española, que subió hasta 7.900
puntos.
El buen comienzo de sesión de
Wall Street, que avanzaba hasta máximos anuales y se situaba en niveles
desconocidos desde diciembre de 2007, contribuía a que el mercado nacional se
acercara a 8.000 puntos, aunque al final de la sesión redujera un poco sus
ganancias.
Al cierre, con el petróleo Brent
cotizaba a menos de 112 dólares por barril y el euro se cambiaba a 1,305
dólares, la bolsa española regresaba a niveles de hace diez días gracias al
impulso de los grandes bancos y valores y por la mejora de la deuda -el
rendimiento del bono a diez años bajaba del 5,7 por ciento-.
Todos los grandes valores
subieron: Banco Santander (el 3,29 por ciento), BBVA (3,25 por ciento),
Iberdrola (2,63 por ciento), y Repsol (2,36 por ciento) ocuparon del segundo al
quinto puesto por ganancias del IBEX, respectivamente, mientras que Telefónica
subió el 1,82 por ciento, e Inditex, el 0,61 por ciento.
Los derechos de Abengoa sobre las
acciones clase B encabezaron las subidas del IBEX al ganar el 3,9 por ciento,
mientras que Bankia lideró las pérdidas de este indicador al bajar el 2,89 por
ciento, seguidos por las acciones de Abengoa clase A, que cayeron el 1,81 por
ciento y de Sacyr, con un retroceso del 0,95 por ciento.
En el mercado continuo destacó la
subida del 7,65 por ciento de Adolfo Domínguez, en tanto que Testa Inmobiliaria
bajó el 8 por ciento.
El efectivo negociado en el
mercado continuo ascendió a 4.595 millones, de los que algo más de 3.500
procedieron de operaciones efectuadas por inversores institucionales.
Wall Street
cierra mixto pero el Dow Jones recupera niveles de 2007
http://www.finanzas.com/noticias/mercados/bolsas/20121005/wall-street-cierra-mixto-1562453.html
Los descensos en los valores
bancarios y en Apple desaceleraron las subidas de los principales índices de
Wall Street que acabaron la sesión en tono mixto y lejos de los máximos del día
conseguidos gracias a un informe sobre empleo mejor de lo previsto. El
petróleo, que cerró por debajo de los 90 dólares, volvió a decantarse por los
números rojos mientras que el dólar continuó a la baja.
Al cierre de la sesión, el Dow
Jones de Industriales se alejó de las subidas de medio punto que registraba en
la primera parte de la sesión y acabó con un avance del 0,26%, hasta los
13.610,15 puntos nivel que no tocaba desde finales de 2007. Por su parte, el
Standard & Poor's restó un ligero 0,03%, hasta los 1.460,93 puntos;
mientras que el índice de composición tecnológica Nasdaq bajó un 0,42%, hasta
los 3.136,19 puntos incapaz de superar el lastre de Apple, que se dejó más de
un 2%.
Aunque la semana terminó a la
baja, no impidió que Wall Street rompiera la tendencia negativa de las dos
últimas semanas. Las "blue chips" avanzaron un 1,29%, mientras que el
S&P 500 sumó un 1,41%. El Nasdaq Composite fue el más "débil"
tras avanzar sólo un 0,49%.
Las principales plazas bursátiles
sí apostaron abiertamente por los números verdes. Milán fue la más alcista de
la jornada tras sumar un 2,35%; seguida por Madrid (1,81%), París (1,64%),
Fráncfort (1,27%) y Londres (0,74%).
El color verde iluminó las
pantallas de la principal bolsa del mundo durante la mayor parte del día pero
las ventas acabaron por arrebatar lo ganado a Wall Street. El mercado frenó su
escalada tras el "pinchazo" de los valores bancarios: Bank of Amercia
(-0,96%), Goldman Sachs (-0,5%), Citigroup (-0,54%), Wells Fargo (-0,36%) o JP
Morgan (-0,26%).
El otro gran obstáculo para el
mercado fue Apple, que está a punto de perder un nivel clave. Sus acciones
terminaron en los 652,59 dólares tras desplomarse un 2,13%. La compañía
californiana, que este viernes recordó a su cofundador Steve Jobs en el primer
aniversario de su muerte, tiene que hacer frente a la huelga de uno de sus
principales proveedores, Foxconn.
Mejora del empleo
Pese a tropezar en el tramo
final, la bolsa neoyorquina agradeció el buen dato de empleo conocido este
viernes. Mercados e inversores se enfrentaban al dato más importante de la
semana: el de creación de empleo de septiembre. En dicho mes EE.UU. creó
114.000 nuevos puestos de trabajo, una cifra en línea con las previsiones de
los expertos que esperaban 115.000. Pero lo que sorprendió de verdad al parqué
fue que la tasa de paro del país se redujo hasta el 7,8%, el nivel más bajo
desde enero de 2009, cuando Barack Obama tomó posesión como Presidente del
Gobierno. Igualmente positivo fue el hecho de que Gobierno haya revistado al
alza las cifras de meses anteriores. Así, en agosto se crearon 142.000 puestos
de trabajo en lugar de los 96.000 anunciados.
En el mercado de divisas, el
dólar siguió a la baja en su cruce con el euro que cerró en las 1,305 unidades.
En el mercado de materias primas también predominó el rojo. El barril de Texas,
referente en EE.UU. bajó casi un 2%, hasta perder la cota de los 90 dólares;
mientras que el barril de Brent, su homólogo europeo, se dejó un 0,5%, hasta
los 112 dólares. El oro también se decantó por las bajadas tras retroceder un
0,6%, hasta los 1.781 dólares la onza.
Movimientos
Home Depot (2,36%) y Boeing
(1,36%) tiraron al alza del Dow Jones. Du Pont (1,21%), Intel (0,89%), General
Electric (0,74%) y Pfizer (0,67%) también destacaron en la parte alta de la tabla. En cambio,
UnitedHealth (-1,45%), HP (-1,41%), AT&T (-1,25%) y Caterpillar (-0,62%)
cerraron a la baja.
Fuera del selectivo destacó la
caída de Zynga. El desarrollador de juegos online se desplomó un 12% tras
anunciar una rebaja en sus previsiones de ventas para este año. La tecnológica
arrastró a Facebook, que acabó con una caída del 4,7%, hasta los 20,91 dólares.
Las dudas también hicieron acto
de presencia en el parqué a la espera de que comience la temporada de
resultados empresariales que quedará abierta el próximo 9 de octubre con Alcoa.
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